Las palabras de Dick Cheney en las que critica la política de Vladimir Poutin han aparecido en la primera plana, pero ocultaban la verdadera noticia: ahora, el dirigente seguro de sí mismo es el presidente ruso y el dirigente al frente de una nación dividida es George W. Bush. Está lejos la arrogancia palpable de la Casa Blanca al principio del mandato del presidente estadounidense, actitud que encontramos ahora en el Kremlin. Lo mismo vemos en Hugo Chavez y en general en todos los dirigentes de los países petroleros o productores de gas. Los petrócratas son ricos, mientras que George W. Bush y los europeos están a la defensiva.
Esta seguridad de Putin se manifiesta en diferentes aspectos. La situación en Chechenia mejora para los rusos, que gradualmente retiran sus tropas para dejar el lugar a las fuerzas de seguridad chechenas. Rusia se muestra igualmente en posición de fuerza en el caso iraní en relación con los demás países. Finalmente, cuenta con el gas que vende a Europa para impedir que Ucrania y Georgia se unan a la OTAN. Sin embargo, Putin debería cuidarse de llevar muy lejos su ventaja, es el sentido del mensaje de Cheney.

Fuente
Washington Post (Estados Unidos)

«Putin’s Hubris», por Jim Hoagland, Washington Post, 19 de mayo de 2006.