Más de 25 infantes mueren de frío en Puno y miles padecen enfermedades respiratorias y ¡todo está bien! En Cajamarca, 3 mil galones de petróleo son derramados a un río, lo contaminan y matan miles de truchas e infectan la ingesta de los pueblos aledaños y ¡todo está bien! Un forajido, empleadito insolente de Hunt Oil advierte que si se revisan los contratos-ley o mal llamados de estabilidad jurídica, es decir de licencia para robar legalmente, están en peligro US$ 9 mil millones de dólares en inversiones, configurando un vulgar chantaje ¡y todo está bien! Un gasoducto-estafa en Camisea, con menos de dos años de construcción falla ¡cinco veces! y ¡todo está bien! Es más, los medios destacan la “lucha” por la supervivencia de un perro Rottweiler pero ¡no dan cuenta de nada de lo antedicho o lo minimizan, ni de su gravedad y se produce ¡una perversa consigna de imbecilización de un pueblo!
¿Qué hacen nuestros políticos? Comencemos con aquellos a quienes la responsabilidad alcanza inmediatamente: el señor García Pérez está muy ocupado en la construcción de su gobierno, por tanto, no “tiene tiempo”. ¿Qué tan válida es esta excusa? ¿no va a ser el presidente de todos los peruanos? ¿o hay peruanos de primera, segunda, tercera o cuarta clase? O sea, ¿el aprismo burocrático se divorcia del aprista de la calle que padece desde la base todo este cúmulo de injusticias que, además, comparte con el ciudadano no partidarizado? ¿Qué clase de disparate es el que está ocurriendo?
¿A qué se debe la mudez inexplicable de Ollanta Humala? ¿O cree que sólo hay que hablar cuando hay comicios? Mal hace si así lo entiende. Las elecciones se ganan o se pierden. Hay que ser firme en la defensa de los fueros populares y estos se comprueban en las fragorosas fracturas que atenazan el cuerpo social peruano. Ganar justas sólo para el deleite onanista de tener ujieres y prensa, no es más que la demostración pueril que la estupidez se enseñorea en todos los que están en la cosa pública.
¿No sabe la diplomacia nacional cómo se comportan los bloques parlamentarios en Gringolandia? Decir ahora que no hay ninguna seguridad, no la hubo nunca, que ese cuerpo legislativo ratifique el TLC con Perú, suena a ridícula excusa, maniobra pobrísima digna de quien o quienes tienen el ridículo como norma fundamental de sus tristes vidas. Nótese que en los resúmenes y agendas que publican los principales diarios norteamericanos no hubo ¡ni una línea! dedicada al mandatario peruano o a sus propósitos. Además, el TLC para Estados Unidos con Perú, tiene una importancia cuasi deleznable en guarismos fríos y puntuales. Entonces, ¿qué ha sido esta gira tan costosa como pintoresca pero de muy dudoso éxito?
¿Qué han aprendido los “políticos” noveles? ¡Todo lo malo de los tradicionales! Engolan la voz, disimulan con toneladas de estupideces las barbaridades cotidianas y enfundan los despropósitos en graves declaraciones de naderías extraordinarias! Pero ¡eso sí! son firmes y devotos como convictos cobradores de la ubre del Estado. ¡Y qué sueldos! ¿Cómo puede decirse, sin pecar de tarado ilustre, que US$ 13 millones de dólares para maquillar la imagen presidencial, es un asunto normal o entendible? ¡Hay que ser sumamente infeliz y descastado para espetar un insulto de estos decibeles a un pueblo que padece pobreza extrema!
La imbecilización de un pueblo como el peruano tiene en los medios de comunicación a su vector más característico y abominable. La verdad no es lo que ocurre realmente; la verdad es aquella que los grupos de poder quieren que se asuma como legítima. Es decir, si hay que “luchar” por la vida de un perro Rottweiler y olvidar el experimento que se hace con bebes en los hospitales nacionales, con ministra de Salud justificando a los cobayos humanos, o que hay que evitar que la opinión pública se preocupe por 3 mil galones de petróleo derramados en un río de Cajamarca, todo vale. Y como los políticos no dicen nada porque su mundo de tranquila paz y cobranza mensual, no debe ser alterado, entonces, la miseria y pobreza del pueblo es mucho más letal y desgarradora.
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
hcmujica.blogspot.com
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