En el próximo mes de diciembre Estados Unidos realizará lanzamientos de prueba de misiles interceptores en el marco de su programa de defensa antimisiles (DAM). Si el experimento se corona de éxito, constituirá un jalón conceptualmente nuevo en el desarrollo del sistema DAM.
En diciembre los misiles norteamericanos serán disparados contra un blanco real en el espacio, anunció el jefe del departamento de DAM en la Secretaría americana de Defensa, el teniente general Henry Obering y agregó que los lanzamientos programados significarían la fase final de las pruebas.
Resulta evidente que EE UU no tendría otra alternativa que proceder al despliegue de todos los componentes, tanto terrestres como espaciales, previstos en el proyecto en caso de ser exitosa la prueba fijada para el mes de diciembre. No cabe duda de que Rusia debería adoptar las medidas correspondientes para contrarrestar la iniciativa estadounidense.
"El desarrollo y la creación de nuevos sistemas misilísticos nucleares en Rusia es una respuesta adecuada al programa DAM de EE UU que contempla instalar medios terrestres en Europa del Este y satelizar los componentes del mismo", anunció a finales del año pasado el director general del Instituto de Termotecnia de Moscú, Yuri Solomonov.
"Quisiera asegurar que durante la creación de los misiles ‘Topol-M’ y ‘Bulava’ se aplicaron las tecnologías conceptualmente nuevas sin igual en el mundo que permite aumentar sustancialmente la confiabilidad del sistema. En los próximos 10 años nadie podría vulnerarlo por ser demasiado reducido el trayecto de vuelo propulsado de cohetes", concluyó Yuri Solomonov.
Rusia lleva el propósito de someter a modernización su arsenal de misiles balísticos, adelantó a finales del pasado mes de septiembre Vladimir Belous, experto del Centro de Seguridad Internacional, estructura dependiente de la Academia de Ciencias.
"Para dar una respuesta asimétrica al despliegue del sistema DAM estadounidense cerca de las fronteras Rusia se debe acortar la trayectoria de vuelo activa de los misiles cuando desprenden gran cantidad de energía térmica", manifestó en declaraciones a la prensa Belous.
Según sus palabras, en el momento actual el misil tarda unos 5 minutos en ultimar la fase de trayectoria de vuelo propulsado. "Es un lapso de tiempo suficiente para detectar el lanzamiento desde el espacio, tarea que requiere de 45 a 50 segundos. Los especialistas han calculado que la reducción hasta 130 segundos de la trayectoria de vuelo activa permitiría disminuir al mínimo la posibilidad de destrucción del misil por un interceptor cinético", sostiene el experto.
Entre los métodos de la lucha contra antimisiles Vladimir Belous mencionó la creación de radiointerferencias, aplicación de un revestimiento especial en los misiles balísticos, el despliegue a lo largo de las fronteras rusas de los misiles antimisiles y la destrucción preventiva de los sistemas DAM.
Es muy grato que Rusia procede a robustecer su arsenal misilístico-nuclear, pero tal decisión traería nefastas consecuencias tanto en el ámbito militar como económico, por no mencionar el derecho al "ataque preventivo".
También en China inspiran recelos las ambiciones de EE UU en materia de DAM. El programa estadounidense hace absolutamente inoperante el arsenal nuclear chino. Y existe otro país que lleva a cavo los desarrollos nucleares. Es la India. No se descarta que ante la situación configurada, las autoridades de Beijing opten por aumentar sustancialmente el número de los misiles estratégicos con vehículos de reentrada múltiple. Resulta evidente que se asiste a una nueva fase en la carrera de armamento nuclear. ¿Quién está interesado en ella?
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