En medio de fuertes protestas y choques que dejaron unos 17 heridos y decenas de detenidos, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó a Sao Paulo, Brasil, primer país que visita en su gira por América Latina, rodeado de un impactante esquema de seguridad.
A su llegada aún perduraba el humo de los gases lacrimógenos utilizados por la Policía Militar, que también empleó gas pimienta y balas de goma para reprimir a decenas de miles de manifestantes que marcharon por la Avenida Paulista, en pleno centro financiero de esa enorme ciudad industrial.
Durante la tarde, pancartas con el rostro de Bush luciendo el bigote de Adolfo Hitler y camisas con la swástica nazi "se agitaron como banderas" por la Avenida Paulista, como lo describieron a este periódico voceros de la Central Unica de Trabajadores de Brasil (CUT), que marchó entre otro centenar de organizaciones sociales, estudiantiles, de mujeres y políticas, en las que también estaba un contingente de manifestantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
En el Congreso, varios legisladores extendieron una pancarta donde se leía "Bush no es bienvenido", en una sesión de la Cámara de Diputados, mientras afuera del recinto manifestantes quemaban un enorme muñeco, también con swástica, que representaba al presidente estadunidense; otros grupos tomaron una central productora de azúcar y alcohol y se manifestaron contra el consulado estadunidense arrojando pintura roja.
En Río de Janeiro también fue ocupada la entrada del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, entre otra serie de protestas que abarcaron a varios estados del país sudamericano.
La policía dispuso un fuerte esquema de seguridad para custodiar bancos y empresas estadunidenses en la capital paulista y otros puntos, a la espera de nuevas protestas previstas durante todo el día de este viernes mientras Bush permanezca en el país.
Desde hace días las organizaciones convocantes decidieron convertir la marcha por el Día Internacional de la Mujer en una acción de rechazo y protesta contra la visita de Bush y su comitiva, que comprende a más de 2 mil personas, que evidencia la inconformidad de aliados del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva ante esta visita incómoda .
Sin embargo, la mayoría de los dirigentes del PT consultados estaban seguros de que el mandatario anfitrión no se prestaría para cualquier tipo de maniobra que intente Bush tratando para alinear a ese país contra gobiernos como el de Venezuela, o para dividir el proceso de integración latinoamericano, que se consolida día por día.
Los organizadores estimaron que más de 30 mil personas marcharon hoy, lo que colmó todas las expectativas, como señalaron las dirigentes de la Coordinadora de Mujeres de Brasil.
"Estamos aquí para decirle no al imperialismo estadunidense, al neoliberalismo y a los intentos de dominar a nuestros pueblos y dividirnos", señaló un comunicado de asociaciones de mujeres que agrupan a casi medio centenar de organizaciones.
"Fuera Bush de Irak", gritaban a coro miles de manifestantes, a la vez que también en las camisetas que usaban los trabajadores de la CUT se leía "abajo el terrorista número uno, George Bush".
También en menor escala algunos manifestantes criticaban a Lula, al considerar que la recepción a Bush marca una "alianza fascista", mientras que entre los temas centrales figuran demandas contra la guerra en Irak, además de exigir la salida de las tropas brasileñas de Haití, entre otros, y en favor de fuerte unidad regional para enfrentar al imperio.
Por su parte, el Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST), que convocó a las mujeres en varios estados de Brasil para conmemorar su día y rechazar la visita de Bush, también incorporó en su protesta una demanda contra el "uso de productos agrícolas de países pobres para producir energía para los ricos", en alusión al etanol que se extrae de la caña de azúcar y que Estados Unidos quiere comprar a Brasil.
Esto sería una nueva tragedia para países que intentan un desarrollo propio con soberanía, y que llevaría a cultivar enormes extensiones de tierra para monocultivos, "cuando se necesitan para alimentos en un país donde millones tienen hambre", agregó el MST.
Llevaría a un éxodo de campesinos para refugiarse en favelas , las ciudades perdidas que rodean a las principales capitales de los estados brasileños, sostuvo.
Bush estará en Brasil, en la primera escala de la gira que incluirá a Uruguay, Colombia, Guatemala y México.
Antonio Carlos Spis, dirigente de la CUT, aseveró que la de hoy fue una marcha y protesta claramente antimperialista, y recordó que en todas las mesas de trabajo del Foro Social Mundial se decidió una acción unánime contra la guerra de Irak y las intervenciones criminales de Estados Unidos en otras naciones, "por eso vamos a estar donde esté Bush en Brasil, porque lo consideramos el terrorista número uno del mundo".
Cuidar la integración regional
A su vez, el secretario de Relaciones Internacionales del PT, Walter Pomar, entre otros dirigentes del partido oficial, manifestó que el pueblo brasileño puede estar seguro de que Bush no podrá usar al país "para sus maniobras imperialistas" y menos para destruir el proceso de integración.
"No cuenten con Brasil para presionar a Venezuela, Bolivia, Cuba o Ecuador", dijo Pomar, mientras que en su página web el PT analizó que con la visita "Bush intenta recuperar la influencia perdida en el Cono Sur, donde surgieron gobiernos de izquierda no manejables y comprometidos con la soberanía, la igualdad social y la integración regional".
Bush y Lula analizarán la cooperación en la fabricación de biocombustibles, la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -Brasil desea ser miembro permanente- y la Ronda de Doha sobre subsidios agrícolas.
Lula ha sido muy claro al condenar el significado de estos subsidios a países en desarrollo y al hablar sobre otras situaciones que implican injusticias "imposibles de soslayar en el siglo XXI".
En tanto, esta noche llegó a Buenos Aires el presidente Hugo Chávez, quien se entrevistará con su colega Néstor Kirchner, visitará varios lugares y presidirá un acto antimperialista contra la presencia de Bush en la región junto con las madres de Plaza de Mayo y organizaciones populares.
Este viernes continuaron las protestas, tanto en Brasil como en Uruguay, Argentina y otros países, como una señal que el visitante incómodo no podrá ignorar.
A pocas horas de su arribo a Uruguay, el presidente de Estados Unidos tiene asegurada también distintas jornadas masivas que buscan enviar un claro mensaje de repudio al mandatario estadounidense y a sus políticas belicistas e imperialistas.
Sindicatos de trabajadores, organizaciones sociales, políticas, progresistas, indígenas, campesinas y estudiantes de Uruguay, afinan los detalles de lo que se prevé sea una masiva jornada de protesta y rechazo a la visita del presidente de Estados Unidos (EEUU) George W. Bush, quien debe llegar a Montevideo la noche de este viernes proveniente de Brasil.
Las marchas de "malvenida a Bush" se concentrarán en Montevideo y Colonia (200 kilómetros de la capital). A través de la música y el baile, los manifestantes estiman leer una proclama donde fijarán posición sobre la vista de Bush a su país y su gira por Latinoamérica.
La agenda de Bush se desarrollará en la hacienda presidencial de Anchorena, ubicada en Colonia, donde el jefe de Estado de EEUU se reunirá el sábado con el presidente Tabaré Vázquez. A esa zona, también pretende llegar la jornada "anti Bush", comandada por la Coordinadora Antimperialista que agrupará a cientos de activistas provenientes de distintas partes del país y también de Argentina.
La embajada de Estados Unidos en Montevideo, será sede, en su interior, de una recepción en homenaje al presidente, mientras que en su exterior se realizará una manifestación de rechazo.
La Asociación Nacional de Médicos, que también ha hecho parte en la organización de la jornada, expresó a través de una declaración que "denunciamos y condenamos enérgicamente su política belicista, lesiva a los derechos humanos y violadora de las resoluciones de las Naciones Unidas".
La visita de Bush a Uruguay se centrará en tratar de lograr la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con ese país, que además es uno de los cinco integrantes del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Por su parte, Colombia y Guatemala fueron ayer escenario también de protestas de repudio a la gira del presidente estadunidense, George W. Bush, por América Latina, al tiempo que el gobierno del conservador, Alvaro Uribe, dio a conocer la versión de que las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) disponen de un plan para sabotear la visita del republicano a Bogotá.
Decenas de jóvenes encapuchados lanzaron bombas molotov y piedras contra policías apostados frente a uno de los accesos de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, quienes respondieron con bombas lacrimógenas y chorros de agua. Al final del zafarrancho no se reportaron heridos ni detenciones.
También en Cali y Medellín, alumnos de escuelas públicas salieron a las calles para manifestarse contra Bush, coreando frases como: "asesino de iraquíes".
El alcalde socialista de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, informó que el gobierno local no entregará las llaves de la ciudad al gobernante estadunidense, porque "nunca estuvo previsto" en el programa de la visita, no obstante que ese acto protocolario se ha cumplido rigurosamente con otros jefes de Estado y de gobierno, incluido el presidente de Alemania, Horst Kohler, el lunes pasado.
Pese a que la policía colombiana aseguró hoy que interceptó comunicaciones telefónicas de miembros de las FARC que se referían a "actos que alteren el orden", con explosivos, la organización guerrillera no provocó disturbios ni revindicó acciones en el país, donde las autoridades decretaron ley seca para el domingo y restringieron el tránsito de motocicletas en algunas zonas.
En la vecina Venezuela, decenas de mujeres aprovecharon una manifestación del Día de la Mujer para reclamar contra la política exterior de Bush. La televisora CNN difundió imágenes de las manifestantes.
En Guatemala, la Red de Mujeres logró reunir en el centro de la capital a cientos de mujeres que rechazaron la visita de Bush con consignas como "¡a la mierda Bush!"
"George W. Bush es el principal impulsor de la guerra en todo el mundo y la guerra lleva hambre y miseria a los pueblos", dijo Sandra Morán, dirigente de la Red.
En ese país centroamericano, el Movimiento de Inmigrantes Guatemaltecos en Estados Unidos calificó de "hipócrita" la visita del republicano, porque ahora "habla sobre democracia y las oportunidades económicas", pero "continúa deportando a nuestros compatriotas".
En lo que va del año Estados Unidos ha deportado a dos mil 500 guatemaltecos, que se suman a los 20 mil deportados en 2006, según un despacho de Afp.
Sobre la gira de Bush, el miembro del estado mayor presidencial de Venezuela, Alberto Muller, afirmó que el periplo busca fomentar el divisionismo entre los países latinoamericanos.
La organización conservadora estadunidense Diálogo Interamericano emitió a su vez un informe en el que instó a Bush a tener una política más coherente y mejor coordinada para "hacer frente al desafío" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Mientras, el embajador estadunidense en Caracas, William Bronwfield, llamó al gobierno venezolano a colaborar en la lucha antidrogas. "Si se requiere colaboración con ciertas organizaciones del gobierno de Venezuela, aceptamso eso. En otras palabras, estamos listos, dispuestos y preparados a aceptar cualquier condición para la colaboración".
En Ecuador cientos de personas comenzaron hoy una caravana que partió de esta capital con destino a la ciudad costera de Manta en el contexto de la Conferencia Internacional por la Abolición de las Bases Exttranjeras, que aprobó una declaración por un mundo de paz y sin guerras.
Los más de 400 participantes en la conferencia, en la cual se rechazó la política bélica de Estados Unidos, harán un recorrido que tendrá paradas en las ciudades de Santo Domingo, Chone, Montecristi y Portoviejo, antes de llegar a Manta.
Convocados por los organizadores de la Conferencia Internacional por la Abolición de las Bases Militares, los antibelicistas celebran un foro titulado Colonización y Luchas Sociales.
Helga Salgado, vocera de la conferencia, señaló que la caravana, denominada Mujeres por la Paz consituye una denuncia a las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, que intenta controlar el planeta con la instalación de enclaves castrenses.
Previo al inicio del recorrido, delegados de los 40 países asistentes a la cita aprobaron una declaración para reclamar el cierre de todas las instalaciones militares en el mundo, de cuya proliferación acusan a la Casa Blanca. Los firmantes saludaron, asimismo, la decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de no renovar en 2009 el convenio con Washington para el uso de la instalación de Manta.
Precisamente, en ese último punto costero, ubicado 135 kilómetros al suroeste de esta capital y donde se encuentra una base militar estadunidense, los activistas antibelicistas celebrarán el foro público Colonización y Luchas Sociales.
Luis Saavedra, activista ecuatoriano, recordó que en 1999, cuando se cedió la instalación de Manta a los militares estadunidenses, la oposición era cero, pues entonces se señaló que ese acuerdo propiciaría empleo, seguridad y aumento del turismo.
Sin embargo, la realidad fue otra y se crearon alianzas con campesinos, universitarios y grupos locales, lo cual favoreció que exista actualmente un rechazo a la presencia estadunidense.
Entre los aspectos negativos de esa presencia, Saavedra menciona la violación de la soberanía nacional, la utilización de la base en operaciones del Plan Colombia , el desalojo de campesinos de la zona, afectaciones en la actividad pesquera y el hundimiento de embarcaciones ecuatorianas.
Fuente: La Jornada / Telesur / Agencias / Rebelión.
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