La Marcha Nacional Contra el Hambre, organizada por el Movimiento de los Chicos del Pueblo que coordina Alberto Morlachetti, continuó hoy, miércoles 9, su firme paso por Corrientes capital y Resistencia, capital de Chaco, gritando con todo el color de esta marcha: "Ni un pibe menos". La jornada comenzó temprano para los chicos y los educadores. A las 9 de la mañana, luego de desayunar, los marchantes partieron a la capital correntina, a donde arribaron poco después del mediodía.
Allí fueron recibidos por chicos de escuelas y jardines de infantes de diversos puntos de la ciudad acompañados de sus padres y maestros, y posteriormente se realizó un acto en la Plaza 25 de Mayo.
Durante el acto hablaron chicos de la ciudad, que les explicaron a los pibes que están participando de la marcha cómo son sus días en la provincia y denunciaron las precarias condiciones en las que viven y estudian.
Una alumna de una escuela de las afueras de la ciudad de Corrientes dejó en esa plaza una frase que reivindica la esencia de la Marcha Nacional: “dicen que en este país hay dos vacas para cada chico y en mi barrio hay pibes que no conocen la carne”.
Luego, la educadora Laura Taffetani, señaló que “si pudimos cambiar el destino de los chicos que están en nuestras obras, cómo no vamos a poder construir un país para todos. Somos muchos los que creemos que la salida es colectiva; debemos desobedecer al hambre y a la injusticia”.
Cerca de las 17, la Marcha cruzó el río Paraná a través del puente General Manuel Belgrano hasta llegar a la ciudad de Resistencia, donde se realizó una actividad en la Plaza 25 de Mayo de la capital chaqueña. Allí, un grupo de artistas locales agasajó a los marchantes y al público presente con shows de circo y de música.
En el acto realizado al anochecer, representantes de organizaciones sociales locales denunciaron que en la provincia “hay un 60 por ciento de pobreza y más de 35 por ciento de indigencia, cifras que sistemáticamente quieren ocultarse”.
Una jóven cartonera del Cnetro de Acción Popular Hugo Chávez explicó cómo a la hora de trabajar son perseguidos por las autoridades locales y afirmó: “si quieren que los pibes no trabajen deben darle trabajo a sus padres. Con 150 pesos por mes no puede vivir una familia, de ninguna manera”.
Culminó así otro día de marchas, de denuncias y de reclamos, pero también de convicciones, dignidad y compromiso con la vida.
Mañana, jueves 10, espera Formosa, una nueva estación de esta viaje.
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