Hoy por hoy, la oposición política se materializa fundamentalmente entre aquellos que apoyan un gobierno unipolar del mundo bajo la autoridad de Estados Unidos y quienes preconizan un equilibrio de poderes regido por el Derecho Internacional. A ese nivel, la tradicional visión francesa que opone derecha e izquierda ya no es relevante, ya que tanto en uno como en otro bando, existen los partidarios de la Pax Americana. Una organización sin ánimo de lucro pero con cuantiosos fondos a su disposición, la French American Foundation (Fundación Franco-Americana), lleva treinta años dedicada a reclutar jóvenes líderes destinados a convertirse en dirigentes algún día para formarlos sobre el mantenimiento de la política atlantista. Entre ellos se cuentan miembros de la UMP, del PS y también integrantes del equipo de campaña de José Bové.
Con motivo de su visita oficial a Estados Unidos, Nicolas Sarkozy [el nuevo presidente francés qu asumió el poder el 14 de julio 2007 ndlr.] pronunció un discurso el 12 de septiembre de 2006 en la French American Foundation (FAF en sus siglas en inglés, la «Fundación franco-americana»). Recordando la necesidad de «erigir nuevamente la relación trasatlántica (...) y de favorecer la constitución de una Europa políticamente fuerte e influyente en la escena internacional» [1], las palabras del nuevo inquilino del Elíseo [sede o palacio del gobierno francés] han debido de hacer las delicias de los dirigentes de esa Fundación por lo general poco conocida.
El estudio de la misma es no obstante de gran utilidad a la hora de comprender mejor los vínculos —y hasta qué punto estos son estrechos—, entre las élites francesa y americana. La FAF tiene sus orígenes en las acciones de tres estadounidenses eminentes [2]: James G. Lowestein, miembro entre otros del [Council on Foregin Relations (el CFR)[«Comment le Conseil des relations étrangères détermine la diplomatie US», Red Voltaire, 25 de junio de 2004.]] en el seno del cual se elabora la política exterior de Estados Unidos y que equivale al Royal Institute of International Affairs (RIIA, también conocido como Chatham House); James Chace, redactor jefe de Foreign Affairs, la revista del CFR, y Nicholas Wahl, catedrático de Ciencias Políticas y gran conocedor de la clase dirigente francesa, lo que le permitió establecer contactos con el general de Gaulle y Michel Debré [3] en particular.
En la década de los 70, esos tres hombres pusieron en común sus redes de contactos [4] entre los que se encontraban personalidades francesas de la política, la economía y los círculos universitarios, y que incluían entre otros a Olivier Chevrillon (uno de los fundadores de la revista Le Point), Pierre Jouven (presidente de Péchiney), Jean-Louis Gergorin (futuro miembro el comité ejecutivo de EADS) y Thierry de Montbrial (futuro presidente del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, el IFRI, que en su día codirigió el Centro de Análisis y Previsión del Ministerio de Asuntos Exteriores). Uniendo sus esfuerzos, estos hombres consiguieron el apoyo oficial del Presidente de la República, Valéry Giscard d’Estaing, quien —de común acuerdo con su homónimo estadounidense, Gerald Ford, y el
Secretario de Estado Henry Kissinger [5]-, anunció la creación de una doble fundación franco-americana durante el transcurso de una cena celebrada en la embajada de Francia en Washington, el 18 de mayo de 1976.Se decidió que la French American Foundation tendría una sede en Nueva York y otra en París y, tal y como se expresaba en los textos oficiales, «el objetivo de la Fundación franco-americana era reforzar la relación franco-americana considerada como un elemento esencial de la alianza trasatlántica» [6]. Para conseguir dicho objetivo, magos de las finanzas, los principales medios de comunicación, y personalidades del ámbito de la universidad y la política se reunieron en torno al recién creado instituto desde un principio y, a lo largo de los años, las dádivas han sido particularmente abundantes: la rama estadounidense ha disfrutado de apoyos particularmente importantes.
La impresionante lista de participantes es tan extensa que no resulta posible reproducir en su integridad los nombres de todos los dirigentes y donantes. No obstante, sí pueden mencionarse algunos de los más destacadas miembros (antiguos y nuevos) a fecha de 2007. Para empezar, John D. Negroponte [7], varias veces embajador y gobernador de Irak, responsable del conjunto de servicios de inteligencia de Estados Unidos y número 2 del Departamento de Estado. El siempre omnipresente John Negroponte ocupó en su día la presidencia de la FAF de Nueva York. También cabe mencionar a los miembros del consejo de administración, el antiguo presidente de los patronatos francés y europeo (el MEDEF y el UNICE), Ernest-Antoine Sellière y antiguo embajador de Estados Unidos en Francia, Félix G. Rohatyn y su homólogo en Washington, François Bujon de l’Estang [8].
Otro nombre al azar: el del actual presidente de la FAF de Nueva York, Nicholas Dungan [9] que ha desarrollado su actividad profesional en el seno de la muy atlantista Chatham House [10]. Entre los numerosos contribuidores financieros, pueden destacarse nombres de tanto prestigio como los de David Rockfeller, fundador de la Comisión Trilateral y presidente honorífico del CFR; el antiguo subdirector de la CIA y el antiguo Secretario de Defensa del presidente Reagan, Franck Carlucci [11], que posteriormente a ocupado el cargo de director del poderoso grupo Carlyle, la compañía vinculada a las familias Bush y Bin Laden, así como al sector de la defensa [12].Y en cuanto a los contribuidores a la la FAF de Nueva York, cabe citar nombres como EADS, l’Oréal USA [13] o incluso la Société Générale [14].La FAF francesa, por su parte, no tiene nada que envidiar a su gemela neoyorquina: dirigida en sus orígenes por el presidente de Péchiney, Pierre Jouven, desde 1997 preside la Fundación Michel Garcin [15], director general de Hervé Consultants (especialistas en asesoría de empresas).
El Consejo Supervisor [16] reúne a entidades de la talla de EADS France, BNP Paribas y la Caisse des dépôts así como a nombres tales como Yves de Gaulle (secretario general de Suez), Jean-Louis Gergorin (vicepresidente de coordinación estratégica de EADS, pese a que ha cesado en sus actividades a raíz del caso Clearstream) o Marwan Lahoud, director general del líder europeo en el sector de los misiles MBDA, participada por EADS en un 37,5% y cuyo hermano, Imad Lahoud [17], ha tenido algún que otro encontronazo con la justicia en relación a Jean-Louis Gergorin y el caso Clearstream.También cabe añadir que la FAF francesa cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores, el de Educación Nacional y el Instituto de Estudios Políticos de París [18].
La clave del sistema de influencia de la Fundación Franco-Americana es su capacidad para reclutar a personas destinadas a ocupar altos cargos; su gran punto fuerte lo constituye el acoger en su seno a representantes políticos venidos de corrientes ideológicas oficialmente opuestas: de socialistas a miembros de la UMP pasando por el gaullista Dupont-Aignan y el responsable de comunicación de la campaña presidencial de José Bové, Bernard Loche.
Para evitar emitir juicios precipitados, téngase en cuenta que las personas con las que la Fundación se ha puesto en contacto y que han aceptado frecuentarla, sin embargo no han aceptado los servicios que se les han ofrecido posteriormente.La verdadera selección se produce en el marco de un programa denominado Young Leaders (Jóvenes líderes) del que los textos oficiales de la fundación dicen: «El programa insignia de Young Leaders, gestionado por las dos entidades (Nueva York y París) tiene por objetivo crear y desarrollar vínculos duraderos entre jóvenes profesionales franceses y estadounidenses de talento que muestran el potencial de ocupar puestos clave en uno u otro país en el futuro». [19].
Los textos oficiales precisan que la selección se lleva a cabo en 3 fases:
– 1. «La primera fase consiste en la preselección de candidatos. Dicha preselección se realiza por medio de la red de la Fundación Franco-Americana, y de antiguos Young Leaders o miembros del Consejo Supervisor en la actualidad. Además, recientemente se ha emprendido un esfuerzo para diversificar el origen social y profesional de los candidatos, en particular a través de la identificación de perfiles prometedores en la prensa.
– 2. La segunda fase es la recogida formal de candidaturas y la subsiguiente confección de informes que contienen la biografía del candidato y una carta de recomendación. Entonces se organizan unas entrevistas para profundizar en la cuestión de la motivación.
– 3. La última fase del procedimiento es la selección final de los candidatos.
Tras recibirse los informes de cada candidato, el Comité de Selección se reúne. Dicho comité está formado por 10 miembros, la mayoría de los cuales son antiguos Young Leaders. Los candidatos que obtienen más puntuación son los que resultan seleccionados». Como puede verse, en la FAF no entra quien quiere sino quien puede: los miembros seleccionados forman una verdadera «élite» cuyo objetivo oficial es «reforzar la relación franco-americana considerada como elemento esencial de la alianza trasatlántica», lo que hace sumamente interesante conocer quiénes son: encabezando la lista se encuentra el profesor estadounidense de ciencias políticas y miembro del CFR, Ezra Suleiman, quien fuera responsable de reclutar Young Leaders en Francia entre 1981 y 1984, y después de 1994 a 2001 [20].
Tras una rigurosa selección, sólo 125 estadounidenses y 126 franceses forman parte de los Young Leaders desde de 1981. En el caso de la FAF de Estados Unidos, pueden citarse los siguientes nombres junto con la fecha de admisión: Antony Blinken (1998, antiguo consejero de política extranjera del presidente Clinton), Ian Brzezinski (2001, encargado de asuntos de defensa de la OTAN, hijo del célebre geopolitólogo Zbigniew Brzezinski), el general Wesley K. Clark (1983, ex-comandante en jefe de las tropas de la OTAN en Europa), el presidente Clinton (1984) y Hillary Clinton (1983, senadora) [21].
En cuanto a la rama francesa de la Fundación Franco-Americana, cabe destacar en particular los siguientes nombres:
Philippe Auberger (1989, diputado de la UMP, partido político francés de derecha), Yves Censi (2003, diputado de la UMP), Jérôme Chartier (2003, diputado de la UMP), Nicolas Dupont-Aignan (2001, diputado de la UMP, Debout la République), Alain Juppé (1981, diputado de la UMP), Éric Raoult (1994, diputado de la UMP), Valérie Pécresse (2002, diputada de la UMP), Jacques Toubon (1983, diputado de la UMP), François Hollande (1996, diputado socialista francés), Arnaud Montebourg (2000, diputado socialista), Pierre Moscovici (1996, diputado socialista), Alain Richard (1981, socialista, antiguo ministro de Defensa), Henri de Castries (1994, director general del grupo asegurador AXA), Emmanuel Chain (1999, periodista), Jérôme Clément (1982, presidente de Arte), Annick Cojean (2000, periodista de Le Monde), Jean-Marie Colombani (1983, director del diario Le Monde ), Matthieu Croissandeau (2002, redactor jefe adjunto del semanario Nouvel Observateur), Jean-Louis Gergorin (1994), Bernard Guetta (1981, periodista de France Inter), Erik Izraelewicz (1994, redactor jefe de Échos), Laurent Joffrin (1994, director general del diario Libération), Jean-Noël Jeanneney (1983, presidente de la Biblioteca Nacional de Francia), Sylvie Kaufmann (1998, periodista de Le Monde), Yves de Kerdrel (2005, periodista de Échos), Marwan Lahoud (1999), Anne Lauvergeon (1996, presidenta de Areva), François Léotard (1981, antiguo ministro de Defensa), Alain Minc (1981), Laurent Cohen-Tanugi (1996, Sanofi-Synthélabo y miembro del consejo de administración del think tank «Notre Europe» creado por el antiguo presidente de la Comisión Europoea Jacques Delors [22]), Christine Ockrent (1983), Olivier Nora (1995, presidente de Éditions Grasset), Denis Olivennes (1996, presidente de la FNAC)... [23]
Semejante representación pone de manifiesto la importante influencia que ejerce la Fundación Franco-Americana en las relaciones franco-estadounidenses [24].
Se celebran múltiples encuentros entre representantes franceses y estadounidenses con objeto de debatir cuestiones relativas a defensa, política, periodismo, sindicalismo... De hecho, de trata de «limar» las aristas con objeto de llegar a un consenso que favorezca la alianza trasatlántica. Todas esas reuniones oficiales y oficiosas permiten crear una comunidad de pensamiento entre los principales miembros de la FAF pertenecientes a los más variados sectores.
Esta fundación organiza así mismo diversos coloquios sobre defensa, periodismo, educación y salud. Entre los participantes, además de los nombres ya citados, se encuentran personalidades muy conocidas tales como François Bayrou, Bernard Kouchner (éste político del partido Socialista francés acaba de pasarse al bando del nuevo presidente Sarkozy quien lo ha nombrado como primer ministro de su gobierno), Jean-François Copé (portavoz del gobierno de Chirac en 2007), Michel Barnier (asesor político de Nicolas Sarkozy en 2007), Nicolas Beytout (director de redacción de Figaro), el general Henri Bentegeat (jefe de estado mayor del ejército) etc. [25].
Por supuesto todos esos coloquios persiguen como máximo objetivo el servir mejor a los intereses de la humanidad.
Amable traducción para la Red Voltaire de Helena Álvarez de la Miyar.
[7] «John Negroponte bientôt à Bagdad», por Arthur Lepic, Red Voltaire, 20 de abril de 2004.
[11] «El honorable Frank Carlucci», Red Voltaire, 18 de julio de 2005.
[12] «El Carlyle Group, un negocio de iniciados», Red Voltaire, 27 de junio de 2005.
[13] «Histoire secrète de L’Oréal» Voltairenet, 3 mars 2004.
[17] Contrariamente a lo que se ha publicado en la prensa francesa, Marwan y Iman Lahoud no son familia del presidente de Líbano Émile Lahoud.
[19] Rapport d’étude pour le ministère des Affaires étrangères (Estudio confeccionado para el Ministerio de Asuntos Exteriores), análisis del proceso de selección de los Young Leaders franceses durante el periodo 1981-2005, Fundación Franco-Americana, Paris y Nueva York, p. 4
[20] Ibid., p. 6.
[24] Dicha comparación también se produce en el terreno de lo económico. De hecho la FAF ha organizado un coloquio titulado « Économies européennes et américaines, l’impossible divorce» (Las economías europeas y americanas, el divorcio imposible) bajo la dirección de Joseph P. Quinlan, autor de un documento aparecido en 2003 con el título Drifting apart or growing together? The primacy of the transatlantic economy (¿Caminos que se separan o que confluyen? La primacía de la economía trasatlántica). Joseph P. Quinlan es así mismo coautor junto con Daniel S. Hamilton de la obra de referencia en materia de mercado trasatlántico sin barreras Deep integration (Integración profunda), cuyo valor tanto ponderó el presidente de la Comisión Europea, José Barraso, en la School of Advanced International Studies (SAIS), el 18 e octubre de 2005.
[25] Informe anual 2003-2004, Fundación Franco-Americana.
Esta fundación concede cada año el Premio Benjamin Franklin «a una persona que, con su vida, haya contribuido a mejorar las relaciones entre Francia y Estados Unidos», tal y como menciona el informe de la FAF. Entre los galardonados con dicho premio se encuentran: el embajador C. Douglas Dillon, el embajador Walter J.P. Curley, Médicos sin Fronteras, Bernard Arnault (grupo LVMH del sector del lujo), Michel David-Weill (antiguo presidente de Lazard Frères), la familia Forbes y Maurice Lévy (presidente de la Junta Directiva de Publicis Groupe), op. cit. p. 30.
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