El camino que han recorrido las universidades en América Latina es largo. Desde la creación de la primera Universidad en 1538: la Imperial y Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en la isla de Santo Domingo; la creación de la Universidad de Lima en 1551; la Universidad San Fulgencio, que pasó por varios procesos y que hoy la conocemos como Universidad Central del Ecuador, creada en 1586, entre otras. Estas instituciones han sido las protagonistas de cambios y transformaciones, que a inicios del siglo XX se inician con serios procesos de autocrítica hacia la concepción de la Universidad, proceso que busca renovar el sentido sobre la función que cumplen las instituciones de educación superior en la sociedad. Es así que con las protestas estudiantiles en la Universidad de Córdova, en Argentina, se denuncia el carácter elitista que tenía la educación, que no permitía a la Universidad tener una visión y misión social; ésta no iba al ritmo de la modernización que vivía la sociedad.

Este sería el inicio de una gran oleada que en América Latina daría paso a reformas universitarias que garantizarían una seria crítica social. Actualmente, la universidad ecuatoriana se encuentra en un proceso de reacomodo, donde el objetivo central es mejorar la calidad de la educación –o por lo menos es lo que se pretende-, sin embargo, desde distintos sectores se plantean diversas alternativas para cambiar la Universidad; pero el debate se centra principalmente entre lo que pretende la propuesta del gobierno, representado por la SENPLADES, y la propuesta elaborada desde los distintos actores que forman parte de la comunidad universitaria, conocida como el proyecto del CONESUP.

Precisamente esta última es una de las propuestas más avanzadas, que recoge el sentir de los actores que forman parte de la comunidad universitaria del Ecuador, como son : la Asamblea de la Universidad Ecuatoriana, la Corporación Ecuatoriana de Universidades Particulares, la Asociación de Universidades y Escuelas Politécnicas Públicas del Ecuador, Institutos Técnicos y Tecnológicos, y la participación de los gremios universitarios como la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), la Federación de Estudiantes Politécnicos del Ecuador (FEPE); además recoge la propuesta de los gremios de los trabajadores, como FENAPUPE, FENATUPE y FENASOUPE.

Puntualmente, en la esta propuesta de ley del CONESUP, en el artículo 83, lo que se plantea es que se entregue el 1% del Presupuesto General del Estado para la investigación, ciencia y tecnología, lo que implicaría destinar 17 millones de dólares a este campo; en el artículo 31 se considera que los estudiantes, empleados y trabajadores participen con voz y voto en el Consejo de Educación Superior; la aprobación de un régimen que garantice los derechos de los estudiantes como: pasantías remuneradas, becas, atención médica gratuita, residencia universitaria, etc. En el artículo 68 se recoge la capacitación y evaluación permanente para los maestros, se eleva el porcentaje de participación en el cogobierno del 10% al 30%, mientras que la SENPLADES no recoge el tema de los derechos estudiantiles y, contrario a esto, dentro de las derogatorias se elimina el Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (FOPEDEUPO), lo que daría como resultado dejar a decisión y voluntad del gobierno de turno las asignaciones del presupuesto para las universidades. En los artículos 63 y 181, la SENPLADES elimina la autonomía, dando paso a que la Secretaría Técnica tenga atribuciones y competencias demasiado importantes y delicadas, como: eliminar o crear universidades, eliminar o aprobar carreras, establecer exámenes en las carreras que el Director Técnico crea conveniente, además el director de la Secretaría Técnica –que sería nombrado a dedo por el Presidente de la República- tiene facultades dentro de lo político y económico. Las universidades, definitivamente, pasarían a ser dependencias del poder Ejecutivo, y controladas por el partido de turno que estaría en el poder.

Pero gracias a la movilización de los sectores estudiantiles universitarios, se ha evitado que la propuesta de la SENPLADES se la imponga de manera unilateral, que era lo pretendido por el gobierno, que en la Asamblea Nacional se la apruebe sin previo debate. Por otro lado, el hecho de que se haya logrado elaborar una propuesta integradora dio paso a presentar una propuesta alternativa. Con la lucha y movilización se ha logrado que el gobierno difiera esta ley y que su debate se extienda hasta enero del 2010.

Los gremios que representan a los distintos sectores de la Universidad Ecuatoriana, dentro del debate han dejado plasmado el sentir de avanzar por una Universidad democrática, que sea de calidad y sobre todo que garantice los derechos estudiantiles. La organización social y popular es esencial mental para conseguir victorias y reivindicaciones que van en beneficio de los pueblos, como bien decía nuestro ilustre maestro Juan Montalvo: “Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al tirano”, por eso hoy los estudiantes, desde las calles y las aulas, peleamos por una ley que nos garantice y nos encamine a una educación libre y de calidad. (PP)