La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, expresó el jueves 17 de marzo de 2011 su inquietud ante la escalada de violencia y el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad en Bahrein. La señora Navi Pillay dijo sentirse especialmente «sobrecogida» ante la toma de control de los hospitales y centros médicos por parte de las fuerzas de seguridad, lo cual constituye una violación flagrante del derecho internacional.
«Mi oficina ha recibido llamadas y correos electrónicos de numerosas personas en Bahrein, aterradas por las intenciones de las fuerzas armadas», declaró el jueves Navi Pillay en un comunicado.
«Según nuestras informaciones, hay arrestos arbitrarios, asesinatos, golpizas contra manifestantes y personal médico así como la toma de control de los hospitales y centros médicos por diferentes fuerzas de seguridad. Esas fuerzas se componen de policías de Bahrein y de las tropas de defensa del Consejo de Cooperación del Golfo designada como “Escudo de la Península”. Esos actos son ilegales y chocantes. La policía y las fuerzas armadas deben abandonar inmediatamente los centros de cuidados [médicos] y poner fin al hostigamiento y la intimidación contra los profesionales de la salud», insistió la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
La señora Navi Pillay citó en particular inquietantes informaciones sobre un corte de electricidad ocurrido en el principal hospital de Manama, donde el personal médico fue agredido físicamente y el movimiento de médicos y pacientes se vio obstaculizado por las fuerzas de seguridad.
«Los informes según los cuales las fuerzas gubernamentales han bloqueado las ambulancias que transportaban civiles heridos hacia los centros de los salud en los días 15 y 16 de marzo son particularmente inquietantes», estimó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. «Los gobiernos tienen la obligación de proteger el derecho del pueblo a la vida y a la salud pero tenemos informes creíbles según los cuales están impidiendo a su pueblo el acceso a esos derechos», subrayó la señora Navi Pillay.
El día 15 la policía de Bahrein atacó también numerosas aldeas, como Sitra, Ma’amer, Ali, Buri, Salmadad, Nuwaidrat, Bani Jamra y Duraz y el día 16 atacó a los manifestantes de Pearl Roundabout utilizando contra ellos gases lacrimógenos, balas de goma y armas de fuego.
La señora Navi Pillay también tomó nota de la decisión de instaurar el estado de emergencia por un plazo de 3 meses tomada el martes por el rey de Bahrein. La señora Pillay recordó a las autoridades que los derechos fundamentales, como el derecho a la vida y el derecho a ser protegido contra la tortura u otros tratos inhumanos no pueden ser pisoteados, n siquiera en estado de emergencia.
«Como parte implicada en el Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos, Bahrein debe mantenerse conciente de sus obligaciones y de que la instauración del estado de urgencia no puede servir de justificación a la arbitrariedad ni a la negación de los derechos humanos», precisó la Alta Comisionada de los Derechos Humanos.
«Exhorto al gobierno a no utilizar la fuerza contra los manifestantes desarmados y a facilitar el tratamiento médico a los heridos», dijo la señora Navi Pillay.
«Exhorto a los manifestantes y al gobierno a emprender inmediatamente un diálogo con vista a la implementación de reformas y para poner fin a la violencia», concluyó.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, también reiteró su llamado a la moderación, según anunció el miércoles su vocero. Llamó al gobierno de Bahrein y a las fuerzas de seguridad del Consejo de Cooperación del Golfo a respetar los derechos humanos y proteger a los civiles.
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