Las sanciones unilaterales de la Unión Europea contra Irán provocarán en Italia el cierre de 5 refinerías, reveló el secretario general de la asociación de refinerías de ese país europeo, Piero de Simone.
En su más reciente reunión en Bruselas, el 23 de enero de 2012, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea decretaron la adopción de nuevas sanciones contra Irán, medidas que incluyen la prohibición de toda compra de petróleo iraní, el congelamiento de los fondos del Banco Central Iraní depositados en los países de la Unión Europea y la prohibición de las ventas de diamante, oro y metales preciosos a Irán.
Según Piero de Simone, el número de refinerías que pudieran verse obligadas a cerrar sus puertas como resultado de las sanciones contra Irán puede elevarse a 70 en toda Europa.
Sin embargo, las sanciones europeas tendrán poco impacto en Irán ya que la India y China, que son los principales clientes de ese país, no tienen intenciones de aplicar ese embargo.
De Simone estima que «al no secundar el embargo, los países asiáticos podrán comprar el petróleo iraní a precios más bajos y revendernos [a los europeos] los productos refinados».
En Francia, la refinería del grupo suizo Petroplus (con 550 trabajadores que laboran directamente en esa instalación, 400 contratistas directos y 1 000 empleos vinculados) ya se dispone a cerrar sus puertas. El grupo suizo Petroplus anunció, en efecto, que está confrontando problemas con el financiamiento de las 5 refinerías que posee en Europa (situadas en Petit-Couronne en Francia, Amberes en Bélgica, Cressier en Suiza, Essex y Teeside en Gran Bretaña y la Unidad de Investigación y Desarrollo de Cardiff), en las que trabajan 2 500 personas.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea afirman que las sanciones contra Irán se deben a los temores que provoca la presunta naturaleza del programa nuclear de Teherán. Pero el Organismo Internacional de Energía Atómica no ha podido confirmar las sospechas de los europeos, a pesar de ser Irán el país más inspeccionado del mundo en ese aspecto. Los ministros europeos se basan exclusivamente en informes de los servicios de inteligencia de Israel, a pesar de que el propio Israel no esconde sus intenciones de provocar un conflicto armado contra Irán.
En definitiva, las sanciones impuestas a Irán por los ministros de Relaciones de la Unión Europea, para complacer a su aliado israelí, ya están resultando perjudiciales para las empresas y los trabajadores europeos.
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