No despuntan las campañas por la competencia presidencial. No hay propuestas de fondo.
Peña Nieto, con aires de invicto, insiste en mantener a los militares y policías federales en las calles; López Obrador, en el misticismo, predica sus amorosos mensajes; Chepina se le atraganta a los electores, aguanta desaires, mete la pata y enseña músculo en un gimnasio; y Quadri, candidato de la señora Elba Esther Gordillo, sigue invisible y diciendo que no somos un país de pobres, sino clasemediero. Apenas despiertan el interés de las encuestadoras, que manipulan las consultas y se alquilan al mejor postor. De los 88 precandidatos sin registro, ya ni Clouthier aparece, ingenuamente esperando a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordene al Instituto Federal Electoral (IFE) admitirlo, pues aquello de que todos podemos votar y ser votados, es ya una utopía. Se anuncia el primer debate para el 6 de mayo. El Partido de la Revolución Democrática (PRD)-López Obrador insisten en que sean cuando menos cinco, si no es que 10. Y Calderón echa madres porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI)-Peña Nieto se le aparecen como un fantasma.
Sin tela qué cortar para hacer un traje electoral, para más de 70 millones de mexicanos con obligación y derecho a votar, sólo hay retazos: como las fotos de Peña con sus hijos, los hijos de su actual esposa y el hijo con la que fuera su pareja sin mediar matrimonio.
En Sonora, hubo un gobernador (Samuel Ocaña García) quien para su campaña publicó una fotografía con su segunda esposa en la que aparecían los hijos de ella, los hijos de él y los que juntos habían procreado. No faltó la ocurrencia y con plumón le escribieron: “Los tuyos, los míos y los nuestros”. Esta misma leyenda cabe para Peña Nieto, con el agregado: “y los otros”, pues una de sus exparejas, Maritza Díaz, insiste en publicar en su cuenta de Twitter una foto donde están ella, Enrique y el hijo –no oficial- de ambos. Con bien ganada fama de mujeriego, como dicen: en cuanto ve faldas se tira a embarazar.
Si gana las elecciones y se corona presidente, ya veremos cómo le va con las demandas de casa y sustento… a menos de que sus abogados ya anden solucionando el asunto. Su tío, Arturo Montiel tiene tremendo pleito aquí y en Francia por la custodia de los hijos que tuvo con la francesa Maude Versini, a quien se vió obligado a darle millonaria pensión y un castillo; y que en una visita de los niños a México se los quedó. La disputa civil sigue en pie y con seguridad le repercutirá a Peña Nieto. Éste ha declarado que con su esposa Angélica Rivera va viento en popa matrimonial y ella hasta integró el grupo “las gavioteras” para apoyarlo.
Como nada serio hay en las campañas, López Obrador presentó al hijo que tuvo con su segunda esposa (enviudó de la primera y de esa relación tiene dos hijos más); Josefina apareció con sus dos hijas y su esposo; Quadri no ha dicho “esta es mi esposa”. Y los otros 88 suspirantes quedados como novias de pueblo: vestidos y alborotados no han, todavía, exhibido a sus familias. Y como no faltará quien de ellos tenga un “segundo frente”, esperamos nuevas versiones de “los míos, los tuyos y los nuestros” para el anecdotario y el chisme, a falta de programas reales como soluciones a los problemas nacionales.
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