El presidente Ollanta Humala, desde París, ratificó la única posición peruana en el contencioso de límites con Chile, cuyas audiencias orales comienzan en pocas semanas. En representación del Estado, el mandatario fue categórico y firme. Por tanto nadie queda exceptuado de cumplir lo que la demanda contiene y sobre la que tendrá que decidir la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

"La Decisión requerida a la Corte Internacional de Justicia en el diferendo marítimo planteado por Perú a Chile el 16-1-2008, dice a la letra:

“13. El Perú solicita a la Corte que determine el curso del límite marítimo entre los dos Estados conforme al derecho internacional, según lo indicado en la Sección IV supra, e igualmente solicita a la Corte que reconozca y declare que el Perú posee derechos soberanos exclusivos en el área marítima situada dentro del límite de 200 millas marinas de su costa y fuera de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental de Chile.”

Y para ello dice en el primer párrafo del importante documento en Materia de la Controversia:

"1.- La controversia entre el Perú y Chile está referida a la delimitación del límite entre las zonas marítimas de los dos Estados en el Océano Pacífico, que comienza en un punto en la costa denominado “Concordia” conforme al Tratado del 3 de junio de 1929. La controversia entre el Perú y Chile también comprende el reconocimiento a favor del Perú de una vasta zona marítima que se sitúa dentro de las 200 millas marinas adyacentes a la costa peruana, y que por tanto pertenece al Perú, pero que Chile considera como parte del alta mar.

Abunda la demanda en su punto IV El Fundamento Legal de la Reclamación Peruana:

“7. Los principios y normas del derecho internacional consuetudinario sobre delimitación marítima, tal como se encuentran reflejados en las disposiciones relevantes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (“CONVEMAR”) y desarrollados por la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia y de otros tribunales, constituyen las principales fuentes de derecho aplicables a la presente controversia.” Perú presentó Memoria en La Haya http://www.voltairenet.org/article159365.html

Fácil deducir que, amparado en el derecho internacional, ius cogens, sobre delimitación marítima y lo estipulado en el Tratado del 3 de junio de 1929 y la mención subrayada que esos “principios y normas del derecho internacional consuetudinario sobre delimitación marítima, tal como se encuentran reflejados en las disposiciones relevantes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (“Convemar”)”, devienen, en orden de importancia, para determinar con inequívoca precisión cuáles son los puntos fundamentales considerados por el Estado del Perú y su Cancillería al haber adoptado la decisión de llevar a Chile ante la CIJ." (¡Perú NO necesitó la Convemar!
http://www.voltairenet.org/Peru-NO-necesito-la-Convemar?var_mode=calcul)

¡No hay excepciones! Historiadores, diplomáticos, parlamentarios, burócratas, dirigentes políticos, vecinales, regionales, ediles, hombres y mujeres, están en el deber de suscribir y defender la posición peruana! La unidad nacional contra la quintacolumna y apostasías que se disfrazan de múltiples maneras, es imperativa.

Es preciso subrayar convicciones que se expresan así:

"Perú no está compelido a dar respuesta a ninguna otra nación. Tiene sí que construir la unidad nacional en torno a intereses soberanos comunes y en la procura de un desarrollo enérgico, científico, con justicia social y reparto democrático de la riqueza, para sus 30 millones de habitantes. PERU TIENE QUE RESPONDERSE A SI MISMO y esa circunstancia está pendiente desde 1879, año de la aciaga fractura que representó la guerra de rapiña que nos planteó Chile.

Las circunstancias de librar batalla jurídica, al margen del resultado en La Haya, plantean el dulce y fragoroso reto de comprender que ¡por fin! hay una posibilidad de sintonizar al cuerpo social peruano en torno a intereses comunes, imprescindibles y unificadores. Por tanto Perú, su Estado y cualquier gobierno, tienen que responder a su colectivo ciudadano que son todos los peruanos e ingresar con moderna estampa al reto contemporáneo de la paz y la complementariedad con los otros Estados latinoamericanos.

Son pocas o mínimas las opciones que quedan para la generación que desde hace más de 35 años está en política. Sin líderes o pensadores de creación intelectual notable, huérfana de paradigmas, carente de cualquier visión nacional homogénea e integral del Perú, no es necesario exagerar en la necesidad histórica de asumir el liderazgo, teniendo como plataforma el reto de La Haya, pero recordando que la gran fractura nacional viene desde 1879, para reconstruir la Patria. Acaso sea magnífica ocasión para redimirse de la mediocridad intrascendente y nadería que ha caracterizado a esta generación. Al reto hay que dar una réplica, no está demás decir que para contribuir con su grano de arena, Perú, su propia Respuesta ensaya su aporte.

La dinámica del NO a todo y del anti a cualquier cosa, es un camino poco útil y hasta deleznable porque empuja a posiciones dogmáticas, ineptas de cualquier reflexión constructiva o camino de avenida pensando en los próximos 100 años. No es nuestro derrotero acoderar el rencor y transformarlo en valla infranqueable. De ninguna manera." Perú, su propia Respuesta http://perusupropiarespuesta.com/peru-su-propia-respuesta/

¡Es hora de la Unidad Nacional!

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