“Como la mayor parte de los términos introducidos en el discurso de los historiadores [y de los políticos], el de crisis tiene, por cierto, una larga y específica historia. La palabra viene del griego krisis, que significa examinar, reflexionar sobre ella, para decidir, y ante la cual, para resolverla, hay que tomar una decisión” (Randolph Starn, “Metamorfosis de una noción. Los historiadores y la crisis”, ensayo del libro El concepto de crisis, ediciones Megalópolis). El ser humano ha de tomar decisiones constantemente para resolver hasta los asuntos más insignificantes de la vida, con la tradición del pensamiento que se remonta al preguntar y contestar del primer gran sofista Sócrates, en la vida política, económica, social y cultural. Una vez resueltos los problemas, acertada o equivocadamente, su respuesta o solución casi siempre vuelve a transformarse en problema en busca de solución.
Lo anterior sirva de introducción al extraordinario libro de trabajo de Alan Axelrod, que lleva por título Perfiles temerarios: las peores decisiones de la historia y por qué fueron erróneas. No aparece el nombre del traductor del inglés al español. En más o menos 400 páginas y 36 ensayos breves pero concisos y completos, su autor nos ilustra acerca de las decisiones que han tomado quienes enfrentaron problemas y que sobre la marcha o a la postre resultaron decisiones equivocadas; que tuvieron un altísimo costo histórico, político, económico, social y cultural; que dañaron táctica (en el corto plazo) y/o estratégicamente (a largo plazo) a pueblos enteros cuando más necesitaban de sus dirigentes; y que al carecer éstos de perspectiva histórica y no mirar más allá de sus narices, tomaron decisiones que causaron más desastres que el mismo problema.
La decisión de apostar y esperar, la decisión de manipular, la decisión de saltar sin mirar, la decisión de retirarse, la decisión de destruir y la decisión de dejarse llevar, son los seis capítulos en los que el autor ofrece sus análisis. En ellos desfilan protagonistas como (el estúpido) Nixon, por el asunto Watergate; Santa Anna, por lo de El Álamo; Hitler y Chamberlain, cuando éste dejó crecer al nazi cometiendo la tontería de no darse cuenta del monstruo; Kennedy y Bahía de Cochinos, etcétera. En próxima edición esperamos incluya a Felipe Calderón. Alan Axelrod también es autor de la contraparte de este libro titulado Perfiles temerarios: grandes decisiones de la historia y cómo se llevaron a cabo, del cual en breve ofreceré noticia bibliográfica.
Es una colección de muestras sobre quienes, teniendo una responsabilidad, con sus irreflexivas decisiones afectaron con desgracias su entorno y llegaron a permitir graves catástrofes sociales (como el caso de la Thatcher y el capitalismo salvaje). Un libro, pues, para reparar en la regla general de cometer estupideces, particularmente de los políticos quienes, excepcionalmente, aciertan con sus resoluciones.
Ficha bibliográfica:
Autor: Alan Axelrod
Título: Perfiles temerarios: las peores decisiones de la historia y por qué fueron erróneas
Editorial: Edebé, Barcelona, España, 2010
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