La firma londinense de abogados Carter-Ruck ha publicado un informe donde acusa al «régimen sirio actual» (sic) de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad. El informe se dio a conocer el 20 de enero de 2014, o sea precisamente 2 días antes de la apertura de la conferencia de paz Ginebra 2.
La firma de abogados contrató 3 ex fiscales internacionales –el Muy Honorable Sir Desmond Lorenz de Sila, el profesor Sir Geoffrey Nice y el profesor David M. Crane– para que examinaran el testimonio de «Cesar» y las pruebas presentadas por este personaje.
Sir Desmond Lorenz de Silva es el autor, a pedido del primer ministro británico, de un informe sobre la muerte de un abogado irlandés, informe que la familia de la víctima calificó simple y llanamente de «vergüenza». Dicho informe reconocía la responsabilidad de las autoridades –responsabilidad que ya era innegable sin el informe– pero escamoteaba las pruebas contra los dirigentes implicados.
Sir Geoffrey Nice realizó la hazaña de investigar y acusar durante 2 años al ex dirigente serbio Slobodan Milosevic sin aportar nunca la menor prueba sobre los supuestos crímenes contra la humanidad que le imputaba. El juicio contra Milosevic fue suspendido después de la muerte del acusado, cuando este se hallaba bajo custodia de la justicia internacional.
David M. Crane es un ex responsable de la CIA y de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa estadounidense (DIA, según sus siglas en inglés) y desde el inicio de la guerra contra Siria dirige un programa tendiente a acusar al presidente sirio Bachar al-Assad ante una corte especial internacional.
«Cesar» dice ser un oficial de la policía militar siria a cargo de la realización de fotos de escenas de crímenes. «Cesar» afirma haber fotografiado las víctimas del «régimen» en las morgues de diferentes hospitales militares, desde el inicio del conflicto sirio, antes de desertar –según dice– a finales de 2013. Según los abogados de Carter-Ruck, «Cesar» entregó a la firma 55 000 fotografías de 11 000 cadáveres, fotos que dice haber realizado personalmente.
Basándose en esas imágenes y sin poder verificar ni el origen de las fotos, ni la identidad de los cuerpos que aparecen en ellas, la firma londinense de abogados llega a la conclusión de que el «régimen» torturó y privó sistemáticamente de alimentación a las «personas encarceladas».
La firma Carter-Ruck acuñó cada página de su informe público con una doble mención de «Confidencial».
Cesar no ha explicado por qué razón el «régimen sirio actual» se tomaría el trabajo de transportar sistemáticamente los cuerpos de sus víctimas a una morgue y de hacerlos fotografiar.
Las acusaciones de Carter-Ruck son como mínimo sorprendentes ya que no existe en Siria un sistema centralizado para el tratamiento de los casos legales. El Ejército Árabe Sirio ni siquiera ha podido determinar el número exacto de yihadistas que eliminados en combate. Es además materialmente imposible que un solo oficial de policía militar haya podido fotografiar 11 000 cadáveres él solo.
La firma londinense de abogados Carter-Ruck reconoció haber elaborado el informe por encargo de Qatar, emirato que espera evitar de esa manera verse obligado a responder por las numerosas operaciones de propaganda montadas por su canal de televisión al-Jazeera.
Resulta además altamente significativo el hecho que la firma Carter-Ruck sólo da a conocer 10 de las 55 000 fotos que supuestamente utilizó en la confección de su informe.
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