En los últimos meses, la economía ucraniana ha ido cayendo en picada. La actividad industrial y la construcción también han sufrido un fuerte descenso, al tiempo que aumenta el déficit presupuestal. El estado de su sistema monetario es cada vez más deplorable. La balanza comercial negativa se acompaña de una fuga de capitales hacia el exterior. La economía de Ucrania se dirige frenéticamente hacia el impago, el cese de la producción y un auge vertiginoso del desempleo.
Rusia y los Estados miembros de la Unión Europea son los principales socios comerciales de Ucrania. Es sobre esta base que, durante la cumbre Rusia-UE de fin de enero pasado, se acordó sostener consultas en torno del desarrollo de la economía ucraniana, tomando en cuenta los intereses tanto de Ucrania como de nuestros países, a través de alianzas de integración con ese país. Sin embargo, las tentativas rusas por llevar a cabo verdaderas consultas no han tenido éxito.
En lugar de consultas, lo que hemos oído son llamados a la reducción de los precios contractuales del gas natural ruso, bajo el supuesto de que son precios de naturaleza «política». Tenemos la impresión de que los socios europeos desean hacer recaer unilateralmente sobre Rusia la responsabilidad de las consecuencias de la crisis económica de Ucrania.
Desde el primer día de la existencia de Ucrania como Estado independiente, Rusia ha contribuido a la estabilidad de la economía ucraniana suministrándole gas natural a bajo precio. En enero de 2009, con la participación de la entonces Primera Ministra Yulia Timochenko, fue firmado un contrato de compraventa de gas natural para el periodo 2009-2019. El contrato reglamentaba los aspectos relativos a la distribución y el pago del producto y estipulaba garantías para su tránsito ininterrumpido a través del territorio de Ucrania. Además Rusia ha aplicado tanto la letra como el espíritu de dicho contrato. Es de anotar que, en esa época, el ministro de Combustibles y Energía de Ucrania era Yuri Prodan, quien ostenta hoy un puesto similar en el gobierno de Kiev.
El volumen total de gas natural entregado a Ucrania, de acuerdo con lo estipulado en el contrato, durante el periodo 2009-2014 (primer trimestre), se eleva a 147 200 millones de metros cúbicos. En este punto, tengo que subrayar que la fórmula de precio que había sido fijada en el contrato no ha sido modificada desde entonces. Ucrania efectuó, de conformidad con esta fórmula, pagos regulares por el gas natural hasta agosto de 2013.
No obstante lo anterior, después de la firma de este contrato, hay que tener en cuenta que Rusia ha acordado a Ucrania toda una serie de privilegios y reducciones sin precedentes sobre el precio del gas natural. Ello se aplica al descuento derivado del acuerdo de Járkov de 2010, el cual fue entregado a título de anticipo sobre los futuros pagos de alquiler por la presencia de la flota (rusa) en el mar Negro después del 2017. Ello se refiere también a reducciones de los precios del gas natural comprado por las empresas químicas de Ucrania, y a los descuentos otorgados en diciembre de 2013, durante tres meses, en razón del estado crítico de la economía ucraniana. El total de estos descuentos se eleva a 17 000 millones de dólares desde 2009. A esto hay que agregar, 18 400 millones de dólares comprometidos por la parte ucraniana como multa mínima por incumplimiento del contrato de compra obligatoria garantizada ("take-and-pay").
De esta forma, en el curso de los cuatro últimos años, Rusia ha subvencionado la economía de Ucrania ofreciéndole gas natural a bajos precios por un monto de 35 400 millones de dólares. Además, en diciembre de 2013, Rusia ha concedido a Ucrania un préstamo de 3 000 millones de dólares. Estas importantes sumas se orientaban al mantenimiento de la estabilidad y la credibilidad de la economía ucraniana y a la preservación de los empleos. Salvo Rusia, ningún otro país ha aportado un tal apoyo.
¿Qué pasa con los socios europeos? En lugar de ofrecer un apoyo real a Ucrania, ellos se limitan a declaraciones de intención, a promesas que no son seguidas de acciones concretas. La Unión Europea utiliza la economía de Ucrania como fuente de materias primas alimentarias, de recursos metálicos y minerales y, al mismo tiempo, como un mercado para la venta de sus productos manufacturados altamente elaborados (maquinas-herramientas y productos químicos), creando así un déficit en la balanza comercial de Ucrania de más de 10 000 millones de dólares. Ello corresponde a cerca de dos tercios del déficit general de Ucrania para 2013.
En gran medida, la crisis de la economía ucraniana ha sido precipitada por el desequilibrio de los intercambios comerciales con los Estados miembros de la Unión Europea, lo cual ha tenido a la vez un impacto negativo sobre el respeto por Ucrania de sus obligaciones contractuales a pagar por los suministros de gas natural proporcionado por Rusia. Gazprom no tiene ninguna intención de crear condiciones suplementarias a las estipuladas en el contrato de 2009. Esto concierne igualmente al precio contractual del gas natural, el cual está estrictamente calculado en conformidad con la formula convenida. Sin embargo, Rusia no puede y no debe cargar unilateralmente el fardo del apoyo a la economía de Ucrania por medio de la oferta de reducciones y de la condonación de la deuda, lo que equivaldría a utilizar estas subvenciones para cubrir el déficit de Ucrania en sus intercambios con los Estados miembros de la Unión Europea.
La deuda de NAK Naftogas Ucrania por el gas entregado ha ido aumentando cada mes este año. En noviembre–diciembre de 2013, esta deuda se elevaba a 1 451, 500 millones de dólares; en febrero de 2014, ella ha aumentado aún de 260,3 millones y en marzo de 526,1 millones [para un total de 2 237 millones de dólares, NdT]. En este punto, quisiera llamar su atención sobre el hecho de que, en marzo, un precio reducido estaba todavía en vigor, a saber 268,5 dólares por 1000 metros cúbicos de gas. Incluso a este precio, Ucrania no ha pagado un solo dólar.
En estas condiciones, de conformidad con los artículos 5.15, 5.8 y 5.3 del contrato, Gazprom se ve en la necesidad de pasar a un pago anticipado a cambio de la distribución de gas, y en caso de nueva violación de las condiciones de pago, cesará completa o parcialmente el suministro. En otros términos, solo será entregado a Ucrania el volumen de gas natural pagado un mes por anticipado.
Se trata, sin ninguna duda, de una medida extrema. Somos plenamente conscientes de que eso aumenta el riesgo de desvío del gas natural que pasa a través del territorio ucraniano con dirección a los consumidores europeos. Somos conscientes también que ello haría difícil para Ucrania acumular suficientes reservas de gas para el periodo de otoño e invierno. A fin de garantizar un tránsito ininterrumpido, en el futuro próximo, será necesario suministrar 11 500 millones de metros cúbicos de gas que serán inyectados las instalaciones subterráneas de almacenamiento de Ucrania, para lo cual será necesario un pago aproximado a los 5 000 millones de dólares. Pero el hecho de que nuestros socios europeos se hayan retirado de los esfuerzos concertados para resolver la crisis ucraniana y hasta de las consultas con la parte rusa, no deja a Rusia ninguna otra alternativa.
No hay sino un solo medio de salir de esta situación. Pensamos que es esencial realizar, de inmediato, consultas a nivel de los ministros de economía, de las finanzas y de la energía, con miras a trabajar en acciones concretas orientadas a la estabilización de la economía de Ucrania y a asegurar el suministro y el tránsito del gas natural ruso en conformidad con los términos y condiciones fijadas en el contrato. No debemos perder tiempo; es preciso comenzar a coordinar medidas concretas. Ese es el llamado que hacemos a nuestros socios europeos.
Sobra decir que Rusia está lista a participar en el esfuerzo de estabilización y restauración de la economía de Ucrania, no de manera unilateral pero sí, en igualdad de condiciones con nuestros socios europeos. Es también esencial tomar en cuenta las inversiones reales, las contribuciones y los gastos que Rusia ha asumido sola durante un muy largo periodo de tiempo para apoyar a Ucrania. Como vemos, solo un tal enfoque de cosas sería justo y equilibrado, y puede conducir al éxito.
Traducción : Héctor Castro Portillo
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