Se abre la sesión a las 16.05 horas.
La Presidenta (habla en inglés): De conformidad con el artículo 37 del reglamento provisional del Con‐ sejo, invito al representante de Ucrania a participar en esta sesión.
De conformidad con el artículo 39 del reglamento provisional del Consejo, invito al Subsecretario General de Derechos Humanos, Sr. Ivan Šimonović, a participar en esta sesión.
El Consejo de Seguridad comenzará ahora el exa‐ men del tema que figura en el orden del día.
Tiene la palabra el Sr. Ivan Šimonović.
Sr. Šimonović, Subsecretario General de Derechos Humanos (habla en inglés): Durante el pasado fin de semana, se informó al Consejo de Seguridad de los últimos acontecimientos políticos ocurridos en Ucrania. De conformidad con lo solicitado por el Consejo, en mi exposición informativa de hoy se examinará la situación imperante en Ucrania en materia de derechos humanos y se proporcionará información actualizada sobre los acontecimientos ocurridos desde mi última exposición informativa, el 19 de marzo (véase S/PV.7144). Pondré de relieve las cuestiones clave relativas a los derechos humanos, teniendo en cuenta los hechos más recientes ocurridos en el este del país. Mis observaciones están basadas en las conclusiones de mis dos recientes misio‐ nes a Ucrania, así como en las primeras semanas de ac‐ tividades de la misión de las Naciones Unidas de obser‐ vación de la situación relativa a los derechos humanos en Ucrania. Ante todo, deseo subrayar los vínculos sólidos que existen entre las violaciones crónicas de los dere‐ chos humanos en Ucrania, las protestas del Maidan y la situación imperante en el este.
Según se ha informado, casi un tercio de la pobla‐ ción de Ucrania vive por debajo del umbral de la pobre‐ za. Las enormes disparidades en los niveles de vida y el acceso inadecuado a los servicios sociales básicos, atri‐ buidos a la corrupción y a la mala gestión, figuraron en‐ tre los factores subyacentes que provocaron las protes‐ tas del Maidan. Las protestas, que comenzaron en Kiev y se extendieron por el resto del país desde noviembre de 2013 a febrero de 2014, revelaron una sensación pro‐ funda de insatisfacción entre la población de Ucrania.
La violencia de las fuerzas de seguridad ejercida contra los manifestantes pacíficos proeuropeos en Kiev el 30 de noviembre de 2013 generó indignación y causó la radicalización de las protestas y enfrentamientos en‐ tre los manifestantes y la policía. A mediados de enero, en la Rada se aprobó apresuradamente la legislación que restringió la libertad de expresión y de reunión y que aumentó la sensación de impunidad de la policía y eso generó también una acción violenta por parte de algunos manifestantes radicales.
Aún se deben lograr progresos para someter ante la justicia a los perpetradores de violaciones graves de derechos humanos cometidas en el período de las protestas del Maidan. Durante las protestas resultaron muertas 121 personas y aún se desconoce el paradero de más de 100 personas. La Oficina del Fiscal General ha iniciado actuaciones penales, y es importante garanti‐ zar que los perpetradores rindan cuentas.
Durante las protestas del Maidan, hubo algunas expresiones de odio nacional, racial o religioso por par‐ te de algunos grupos y personas. También se informó sobre algunos ataques contra la comunidad étnica rusa, en particular los rusos étnicos afiliados al Gobierno an‐ terior. Sin embargo, dichos ataques no fueron sistemá‐ ticos ni generalizados. Se trató de incidentes aislados, que fueron exagerados mediante informes sesgados de los medios, lo que atizó el temor y la inseguridad entre la comunidad étnica rusa.
También hubo algunos casos de incitación al odio provenientes de grupos de extrema derecha, tales como el denominado Sector de Derecha. El temor y la inse‐ guridad se intensifican cuando no se restringe la inci‐ tación al odio, a la discriminación y a la violencia. Por consiguiente, es esencial que esa cuestión se aborde de manera prioritaria. Acojo con beneplácito las medidas adoptadas por el Gobierno y por la Oficina del Fiscal General de Ucrania a fin de investigar y condenar pú‐ blicamente casos de esa índole. En este contexto, resulta evidentemente inaceptable que un candidato presiden‐ cial inste a sus seguidores a armarse para defender el este del país, mientras que otro es castigado por sus opiniones políticas. Los observadores están verificando esas graves acusaciones.
Mi visita realizada del 21 al 22 de marzo fue la visita más reciente a Crimea que haya realizado un funcionario de alto nivel de las Naciones Unidas. Du‐ rante mi misión, interactué con una amplia gama de interlocutores, incluidas autoridades locales, la socie‐ dad civil y especialmente las propias víctimas. Eso me permitió obtener una visión directa de la situación.
La manipulación por parte de los medios de comu‐ nicación contribuyó a generar un clima de temor e inse‐ guridad en el período previo al referendo. La presencia de grupos paramilitares y de los grupos denominados de autodefensa, así como de soldados con uniformes pero sin insignias, no propició un entorno en que los vo‐ tantes pudieran ejercer de manera irrestricta su derecho a la libertad de expresión y de opinión durante el refe‐ rendo del 16 de marzo. Hubo acusaciones verosímiles de acoso, detenciones arbitrarias y torturas por parte de dichos grupos, que atacaron a activistas y a periodistas que no eran partidarios del referendo.
Al reiterar la resolución 68/262 de la Asamblea General, relativa a la integridad territorial de Ucrania, recalco las obligaciones de las autoridades de Crimea de respetar las normas internacionales en materia de de‐ rechos humanos. Preocupa también que, el 11 de abril, las autoridades de Crimea hayan aprobado precipitada‐ mente la nueva Constitución. El Majlis de los tártaros de Crimea ha planteado preocupaciones importantes en materia de derechos humanos por la falta total de de‐ bate público, así como por la exclusión de los tártaros crimeos en el proceso de redacción de la nueva Consti‐ tución. También se siguen planteando inquietudes sobre cuestiones relacionadas con la ciudadanía, en particular respecto del hecho de que los que no acepten la ciudada‐ nía rusa presuntamente afrontarán muchos obstáculos al garantizar su propiedad y derechos sobre la tierra, en el acceso a la educación y a la atención de la salud y en el goce de otros derechos civiles y políticos.
Cuando visité el este de Ucrania en marzo, la si‐ tuación ya era muy tensa. Desde entonces, la situación se ha deteriorado de manera considerable. Según se ha informado, activistas armados partidarios de Rusia, que establecieron la República Popular de Donetsk, tomaron posesión de varios edificios gubernamentales en varias ciudades de la región de Donetsk, empleando la violen‐ cia, incluso contra agentes encargados de la aplicación de la ley. En Lugansk, manifestantes partidarios de Rusia si‐ guen ocupando el edificio local de los servicios de segu‐ ridad. En Jarkov, los participantes de una manifestación en favor de Ucrania fueron atacados y golpeados por ma‐ nifestantes partidarios de Rusia que rompieron el cordón policial, lo cual causó aproximadamente 50 heridos.
Los incidentes y enfrentamientos entre varios grupos de manifestantes, así como con las fuerzas de seguridad, son motivo de gran preocupación. Aunque los informes indican que el número de manifestantes, incluidos algunos presuntamente de fuera de la región, no ha aumentado considerablemente —y estamos ha‐ blando de un par de miles— pero sí ha aumentado el nivel de violencia y la proporción de manifestantes ar‐ mados. Eso tiene importantes consecuencias en materia de derechos humanos.
Si bien es necesario verificar e investigar con ur‐ gencia las violaciones de derechos humanos relaciona‐ das con las protestas, las fuerzas de seguridad deben desempeñar su papel de mantener el orden público de conformidad con las normas relativas a los derechos humanos. Existen líneas muy claras entre lo que puede considerarse el ejercicio del derecho a la reunión pa‐ cífica y el comportamiento violento de manifestantes armados. No obstante, en todos los casos, las fuerzas de seguridad no deberían usar la fuerza de manera inne‐ cesaria o excesiva.
Si la situación en el este no se encara de forma adecuada y prioritaria, se corre el peligro de que esta desestabilice gravemente todo el país. Los que tienen influencia sobre la situación deberían adoptar medidas inmediatas para detener la violencia. Se debe poner fin al suministro de armamentos para los manifestantes y detener su transformación en fuerzas cuasiparamilitares. Cualquiera que incite a la violencia y proporcione armas a los manifestantes puede tener que rendir cuentas por las trágicas consecuencias resultantes de sus actos.
A fin de reducir las tensiones en todo el país, se debe alentar a todas las partes a iniciar un diálogo nacio‐ nal incluyente, sostenido y significativo que esté basa‐ do en el respeto de las obligaciones jurídicas contraídas por Ucrania en virtud de los tratados internacionales de derechos humanos ya ratificados. En ese proceso se de‐ bería tener en cuenta las inquietudes de todos los que viven en Ucrania, incluidas las minorías, y se debería abordar cuestiones como los derechos lingüísticos y la descentralización del país.
Por último, no puedo dejar de subrayar el impor‐ tante papel que puede desempeñar la información pre‐ cisa en materia de derechos humanos en la prevención de la violencia y en la mitigación de las tensiones. Ayer dimos a conocer nuestro primer informe sobre la situa‐ ción de los derechos humanos en Ucrania sobre la base de mis dos primeras visitas y del primer mes de vigi‐ lancia de la aplicación de los derechos humanos. Tene‐ mos la intención de emitir nuestro segundo informe el 15 de mayo. Quien tenga información pertinente sobre violaciones de los derechos humanos debería compartir‐ la con nosotros, para que podamos comprobarla y, de ser necesario, seguir investigándola e incluirla en nuestro próximo informe.
La Presidenta (habla en inglés): Doy las gracias al Sr. Šimonović por su exposición informativa.
Daré ahora la palabra a los miembros del Consejo de Seguridad.
Sra. Murmokaitė (Lituania) (habla en inglés): De‐ seo dar las gracias a la Presidencia de Nigeria por haber organizado esta sesión pública de presentación de infor‐ mación. Quisiera también transmitir mi agradecimien‐ to al Subsecretario General de Derechos Humanos, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa.
El informe presentado el 15 de abril por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos rechaza categóricamente el discurso incendiario de Rusia, que emplea para justificar sus ac‐ ciones ilegales en Ucrania. Si bien en el informe se señala que Ucrania sufrió violaciones de los derechos humanos, falta de rendición de cuentas, corrupción y mala gestión de los recursos, así como la falta de un sistema de con‐ troles y de elecciones libres, se culpa al régimen anterior.
En el informe se señala que las violaciones de los derechos humanos fueron las causas profundas de las manifestaciones populares que desembocaron en el cambio de Gobierno. La aprobación de leyes que res‐ tringen las manifestaciones y el uso excesivo de la fuer‐ za por la policía especial de Berkut y otras fuerzas de seguridad bajo Yanukovich transformaron una manifes‐ tación pacífica y llevaron a la violencia y a las muertes resultantes. Sin embargo, en el informe se señala que, desde que el actual Gobierno tomó el poder a finales de febrero, han disminuido las tensiones y las acusaciones de violaciones de los derechos humanos.
En Crimea, las principales preocupaciones guar‐ dan relación con los acontecimientos patrocinados por Rusia que llevaron a la situación después del llamado referendo que ha tenido una repercusión directa en el disfrute de los derechos humanos de los ciudadanos locales, sobre todo la comunidad tártara autóctona, que optó por boicotear el referendo. Su situación aca‐ ba de describirse. Muchas personas pueden llegarse a ver obligadas a abandonar sus hogares y afrontar otras consecuencias a partir de la ocupación de Crimea, lo cual ha confirmado la misión especial de vigilancia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
En el informe se subraya también el carácter suma‐ mente cuestionable del referendo, que se celebró en un entorno de intimidación por grupos armados y una falta total de libertad de los medios de comunicación. Como recordarán los miembros del Consejo, el plebiscito se organizó de una manera sumamente precipitada, sin las prácticas establecidas en materia de elecciones ni obser‐ vación electoral, sin un debate público sobre sus venta‐ jas y se brindó exclusivamente una opción secesionista.
En el informe se señala también que, en el este de Ucrania, las quejas en cuanto a que el Gobierno central no representa los intereses tiene un largo historial que antecede al Gobierno actual. En el informe se señala también que las violaciones de los derechos humanos de las minorías étnicas en el este de Ucrania, Crimea y otras partes de Ucrania no han sido generalizadas ni sis‐ temáticas, lo cual quedó claramente confirmado por la Relatora Especial sobre cuestiones de las minorías, Sra. Rita Izsák, en su última declaración, quien ha llegado a la conclusión de que la abrumadora mayoría de las minorías y otros calificaron las relaciones entre grupos étnicos y entre religiones de armoniosas y las condi‐ ciones de no discriminatorias en todas las esferas de la vida. Dijo que: “La actual situación en materia de derechos huma‐ nos en Ucrania y las condiciones civiles y políti‐ cas, económicas, sociales y culturales ... no pueden justificar ninguna acción violenta ni la incitación .. de ninguna parte nacional ni internacional”.
Eso es exactamente lo que hemos venido diciendo en todo momento. Cualesquiera que sean las cuestio‐ nes relativas a los derechos humanos y a las minorías en Ucrania, Crimea o el este de Ucrania en particular, ninguna de esas cuestiones puede jamás justificar la in‐ vasión y la anexión de Crimea ni la constante desesta‐ bilización del este de Ucrania. Esas cuestiones podrían y deberían haberse resuelto mediante los instrumentos pacíficos establecidos y bien probados, con la asistencia de organizaciones regionales como la OSCE y el Conse‐ jo de Europa, así como las Naciones Unidas.
Además, en el informe se señala que se están pro‐ duciendo hoy cambios positivos en Ucrania, como la vo‐ luntad de eliminar las injusticias del pasado y elaborar una nueva visión del país. Esas conclusiones, contenidas en el informe, son confirmadas por los esfuerzos del ac‐ tual Gobierno por fortalecer el estado de derecho, com‐ batir la corrupción, garantizar los derechos de las mino‐ rías y hacer frente a la cuestión de la descentralización. De hecho, el Presidente interino Turchynov propuso hace poco celebrar un referendo sobre la descentraliza‐ ción del país junto con las elecciones nacionales que se celebrarán el 25 de mayo.
Todo lo anterior señala que la crisis provocada en Ucrania no tiene que ver con la protección de una mino‐ ría étnica o lingüística en particular, ni con el supuesto radicalismo extremista de Ucrania, pero también lo sa‐ bíamos, puesto que en las distintas conclusiones previas de representantes internacionales de alto nivel, incluso de la OSCE, se han rechazado en reiteradas ocasiones esas acusaciones. Entre otras cosas, tiene que ver con la desestabilización de Ucrania para obstaculizar e impe‐ dir las elecciones del 25 de mayo, que el Gobierno pro‐ visional de Kiev anunció en cuanto fue nombrado, por temor a que el poder se escapara de las manos de otros como Yanukovic y sus amigotes corruptos.
Ello tiene que ver también con la flagrante apro‐ piación de tierras y las mayores ambiciones políticas y militares de Rusia. En un caso alarmante ya visto, una vez más, en clara violación de la Constitución de Ucra‐ nia y las normas aceptadas de conducta internacional, militantes armados hasta los dientes sin insignia alguna ocupan las instalaciones locales del Gobierno y declaran la independencia, triste caricatura de la libre determina‐ ción en desafío del derecho nacional e internacional.
Además, la guerra propagandística sistemática y bien engrasada contra Ucrania y sus dirigentes provi‐ sionales es un juego extremadamente peligroso, porque como hemos visto en reiteradas ocasiones en distintas situaciones en el mundo entero, como hace poco en la República Centroafricana, es sumamente fácil liberar el genio armado de la botella, el genio de la incitación y el odio, pero infinitamente más difícil contenerlo después.
Por lo tanto, exhortamos a la parte rusa a que pon‐ ga fin a su desinformación y a su campaña propagan‐ dística contra Ucrania y contra Europa antes de que sea demasiado tarde. Los órganos internacionales, Europa y Ucrania han exhortado en reiteradas ocasiones a que se emprenda el camino de la moderación y el diálogo. La vía que conduce a ese camino sigue abierta mien‐ tras estamos a la espera de la celebración de la reunión cuadrilateral que se celebrará en Ginebra el 17 de abril. Instamos, una vez más, a la Federación de Rusia a que emprenda ese camino.
Los gobiernos actual y futuro de Ucrania tienen aún mucho por hacer. Luchar contra la corrupción —y celebramos el hecho de que se esté elaborando la le‐ gislación pertinente para mejorar el acceso a la educa‐ ción, a la salud y a los servicios sociales— brindar una verdadera igualdad para todos sus ciudadanos, abordar las deficiencias del sistema de justicia y combatir la im‐ punidad, algo tan típico en el país, son las principales cuestiones en las que la comunidad internacional, in‐ cluidas las Naciones Unidas, la OSCE y el Consejo de Europa pueden brindar ya mayor asistencia.
La presentación imparcial de informes sobre las vio‐ laciones de los derechos humanos ayudará a impedir la manipulación de la información quienquiera que la brinde. Por lo tanto, apoyamos la constante presentación de infor‐ mes por parte de la misión de vigilancia de los derechos humanos en Ucrania para garantizar un flujo sistemático y constante de información actualizada sobre la situación en el país. Tenemos también que aportar la financiación necesaria a mediano y largo plazos para la misión mucho más allá de junio. La misión debe seguir trabajando en todo el territorio de Ucrania, incluida Crimea.
Otros instrumentos de observación de la situación de los derechos humanos son también necesarios. Es‐ peramos con interés recibir los resultados de la visita a Ucrania de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre las cuestiones de las minorías realizada del 7 al 13 de abril. Encomiamos las solicitudes de otros titulares de mandatos temáticos al amparo de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos, como el Relator Especial sobre los desplazados internos, de visi‐ tar Ucrania e informar sobre sus resultados.
Es también fundamental garantizar la observación independiente de la situación de los derechos humanos en Crimea concretamente. Instamos a las autoridades de ocupación a que permitan que la misión de observación de la situación de los derechos humanos en Ucrania tra‐ baje en Crimea, incluso abra una suboficina en Simfe‐ ropol. Los funcionarios de las Naciones Unidas deben seguir visitando Crimea e informando sobre la situación de todas las minorías étnicas, la libertad de prensa y los derechos humanos.
Los pueblos de Rusia y de Ucrania se han converti‐ do en víctimas de la propaganda y la desinformación que provocaron y avivaron acciones inconstitucionales por parte de militantes locales, con asistencia externa. La si‐ tuación es muy tensa, pero todavía es posible cambiarla. Ha llegado la hora de escuchar a los incontables llama‐ mientos para que se reduzcan las tensiones y que Moscú deje de injerirse en los asuntos internos de Ucrania.
El Gobierno actual tiene que abordar las violacio‐ nes de los derechos humanos, la política lingüística, los derechos de las minorías étnicas, la descentralización del poder y la corrupción, y fortalecer la rendición de cuentas y el estado de derecho. Obra en nuestro inte‐ rés común que a este Gobierno y al Gobierno futuro de Ucrania se les permita realizar su labor sin tropiezos. Debemos también respaldar sus esfuerzos para garan‐ tizar que se celebren elecciones libres y justas el 25 de mayo, con la participación de toda Ucrania en toda su rica diversidad.
Sr. Churkin (Federación de Rusia) (habla en ruso): Los recientes acontecimientos que se han producido en el sudeste de Ucrania son motivos de gran preocupación. El 13 de abril, luego de celebrarse una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad (véase S/PV.7154), la delega‐ ción de Rusia pidió insistentemente a algunos miembros del Consejo que utilizaran todos los instrumentos de que disponen para evitar el uso de la fuerza en la crisis en las regiones orientales de Ucrania. En respuesta, hemos es‐ cuchado algunas declaraciones ambiguas, y algunas de‐ legaciones han expresado su comprensión de los planes de las autoridades de Ucrania de emplear la fuerza contra sus compatriotas. El resultado es evidente.
Quienes usurparon el poder en Kiev mediante un violento golpe de Estado ya han optado por hacer caso omiso de las demandas legítimas de los habitantes de Ucrania sudoriental y de hacer el uso inconstitucional de la fuerza militar con el fin de pacificar a su propio pueblo, al que injuriosamente califican de bandido y terrorista. Esas medidas imprudentes multiplican la posibilidad de desencadenar una verdadera guerra ci‐ vil en Ucrania. Ya se han derramado las primeras gotas de sangre. Los ciudadanos del sudeste han advertido a las autoridades en reiteradas ocasiones que están dis‐ puestos a actuar como escudos humanos. En algunas zonas las unidades regulares del ejército ucraniano y las fuerzas internas se han negado abiertamente a dis‐ parar contra sus compatriotas. Ha habido casos en que los soldados se han pasado del lado de la población. ¿No fue así como los autoproclamados dirigentes de Kiev, utilizando a militantes de derecha y a otras milicias ilegales, llegaron realmente al poder con sus bayone‐ tas? Por ejemplo, personas que vestían uniformes ne‐ gros —que no pertenecen al Ministerio de Defensa o a los contingentes internos de Ucrania— fueron enviadas a Kramatorsk. ¿A quiénes responden esos elementos? Desde luego, es poco probable que alguien pueda hacer‐ se ilusiones acerca de la independencia de las acciones en Kiev. Eso plantea la cuestión de que tal vez el escena‐ rio de golpe de Estado en Kiev fue sugerido por países cuyos emisarios más importantes están constantemente susurrando cosas a los oídos de los dirigentes ucrania‐ nos que esos países patrocinan.
La receta para salir de la difícil crisis política in‐ terna que aflige a Ucrania es al mismo tiempo sencilla y complicada. Los ucranianos deben iniciar un diálogo, siempre que sea inclusivo y amplio. Todas las regiones y las fuerzas políticas del país, sin excepción, deben parti‐ cipar en condiciones de igualdad y con el mismo derecho a adoptar decisiones sobre las cuestiones más apremian‐ tes. Todo ello debe verse reflejado en una constitución completamente reformada que la sociedad multiétnica de Ucrania perciba como fidedigna, basada en el fun‐ damento de un gobierno legítimo con una perspectiva a largo plazo. De lo contrario, será difícil que Ucrania permanezca unificada o que resuelva su actual embrollo de problemas urgentes. El plan es convertir en la reu‐ nión de Ginebra esa cuestión en el principal tema, que por ahora sigue formando parte del programa de trabajo. La tarea fundamental de la comunidad internacional es expresar su preocupación por lo que está ocurriendo en Ucrania. Tiene que comenzar una reforma constitucio‐ nal genuina, no una versión cosmética.
Es esencial que recibamos ahora mismo informa‐ ción fidedigna sobre lo que está ocurriendo en Ucrania. Si los internacionalistas quieren justificar su presencia en el país, deben valorar objetiva e imparcialmente la evolución de la situación. Lamentablemente, el informe publicado ayer por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos su‐ giere lo contrario. El documento es unilateral y parcial. Sus redactores prefirieron ignorar que las actuales au‐ toridades de Ucrania adquirieron esa posición gracias a un golpe armado, no a elecciones democráticas. Los ataques por grupos de seguridad armados ilegales y el saqueo por parte de militantes radicales de edificios ad‐ ministrativos se califican milagrosamente en el informe como protestas pacíficas, a la vez que se declara que las manifestaciones de ciudadanos ucranianos en las regio‐ nes orientales del país son actos ilegales. En el informe se afirma crédulamente que, al parecer, el Gobierno de Ucrania está absolutamente dispuesto a romper con las injusticias pasadas y elaborar un nuevo proyecto para el futuro de Ucrania. Omite hechos inconvenientes que son la prueba de que desde el primer día las actividades de este Gobierno se han llevado a cabo en un ambiente de violencia e ilegalidad que él mismo ha creado.
En el informe no se presta atención alguna a la ten‐ dencia sumamente peligrosa hacia el crecimiento incon‐ trolado de un nacionalismo agresivo y del neonazismo. De hecho, se tiene gran cuidado de no utilizar en abso‐ luto la palabra “neonazismo”. No se tiene plenamente en cuenta el chauvinismo imperante en Ucrania occidental y central de los grupos de derecha y de otros grupos de extrema derecha, y se presenta únicamente como expre‐ sión del derecho de las minorías a participar en la vida política. No se dice nada de los llamamientos públicos de incitación al odio nacional e incluso de destrucción de la población rusa. Los pronunciamientos del dirigen‐ te del partido parlamentario de la Libertad se refieren a la liberación de Ucrania de la así denominada mafia Moskal’sko‐Zhidovskaia y para quienes no hayan oído antes esta expresión coloquial de gánsteres, significa ru‐ sos y judíos. Quisiera recordar que esa persona, según el Centro Simon Wiesenthal, ocupa el quinto lugar en la lista de los antisemitas más furibundos de Europa. Ante todos los objetivos prácticos, ese partido está actualmen‐ te a cargo de las fuerzas militares y de otro tipo en Kiev.
Quienes fomentan la incitación al asesinato y a la violencia por causas étnicas son delincuentes. Deben ser detenidos cuanto antes y enjuiciados en cumplimiento de las obligaciones internacionales de Ucrania, sobre todo en materia de derechos humanos, y no actuando como la espina dorsal de la Guardia Nacional y la actual élite gobernante. Pese al hecho de que en el informe a la sociedad ucraniana se la denomina con razón bilingüe, la verdadera posición de la población de habla rusa no se refleja en absoluto en el informe. Debemos recordar que en diferentes momentos se refirieron a ellos como no na‐ tivos, minorías, extranjeros o invasores. Paulatinamen‐ te, se está poniendo la lengua rusa fuera de circulación.
Ha habido numerosos casos de acoso y uso de la violencia por parte de nacionalistas y militantes radi‐ cales ucranianos contra representantes de las antiguas autoridades, así como contra quienes simplemente es‐ tán en desacuerdo con el actual régimen. En recientes ejemplos, el 7 de abril los participantes en un foro de justicia fueron insultados y objeto de burlas. La noche del 15 abril la sede del Partido Comunista de Ucrania en Sumy fue destruida. Lamentablemente, los autores del informe prefirieron hacer caso omiso de esa prueba escandalosa de actividades arbitrarias de los partidarios del actual régimen de Kiev. En lugar de ello, el informe está lleno de referencias al testimonio de diversos tes‐ tigos anónimos que vieron u oyeron algo en algún sitio. La evaluación que se hace en el informe de la situación cuando se refiere a libertad de expresión y de prensa se cae de su peso cuando se la examina. Como si no exis‐ tieran. Como so tampoco existieran los esfuerzos con‐ tinuos de las autoridades ucranianas por impedir la co‐ bertura objetiva de la situación así como sus amenazas e intimidaciones a los periodistas y su negativa a permitir la entrada en el país a representantes de los medios de comunicación extranjeros. No solo organizaciones no gubernamentales dignas de crédito como Reporteros Sin Fronteras y el Comité de Protección de los Periodis‐ tas, sino también la Comisión Europea han expresado preocupación por esa situación. ¿Cómo podemos hablar en todo caso de respetar los derechos humanos y el es‐ tado de derecho si incluso los candidatos presidenciales en Ucrania —Oleg Tsarev and Mikhail Dobkin— son víctimas de ataques, y el Parlamento ucraniano final‐ mente se ha convertido en una democracia que solo es posible a través del poder?
En cuanto al informe de la Oficina del Alto Co‐ misionado de las Naciones Unidas para los Dere‐ chos Humanos y las invenciones sin fundamento del Sr. Šimonović acerca de la situación en Crimea, se ha indicado que tiene que ver con la Federación de Rusia y, por lo tanto, no puede en principio ser objeto de las deliberaciones de la sesión de hoy sobre la situación en Ucrania, y no serviría los objetivos de ese debate. Te‐ nemos la impresión de que el informe ha sido alterado basado en las conclusiones formuladas de antemano y cuya orientación política el Sr. Šimonović expresó en una declaración sobre los resultados de su primera visi‐ ta a Ucrania en el mes de marzo. En términos generales, no nos queda más remedio que llegar a la conclusión de que en el informe se pone en tela de juicio la credibili‐ dad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos como defensor imparcial de los derechos humanos. Seguiremos observando de cerca la labor de la misión. Veamos cómo sus futuros informes reflejan la violencia que está desencadenándose en el sudeste del país gracias a las autoridades de Kiev.
Aconsejamos a todos los que defienden los dere‐ chos humanos en ese país con hechos y no palabras que presten especial atención a los actos de las autoprocla‐ madas autoridades de Kiev, que amenazan el este y el sudeste con una pacificación por la fuerza, llevando a cabo violaciones brutales y en masa de los derechos humanos, especialmente contra la población rusa y la población de habla rusa de esas regiones.
Sr. Cherif (Chad) (habla en francés): Ante todo, quisiera dar las gracias al Subsecretario General de De‐ rechos Humanos, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa.
El Chad sigue profundamente preocupado por la situación en Ucrania, que se ha caracterizado por las violaciones de los derechos humanos y los actos de vio‐ lencia que probablemente tendrán consecuencias impre‐ visibles e incalculables. El Chad condena toda forma de violación de los derechos humanos y de actos de violen‐ cia, independientemente de su origen. Pedimos que se lleve a cabo una investigación independiente para deter‐ minar las responsabilidades de unos y otros con respec‐ to a las violaciones de los derechos humanos que se han cometido. No obstante, nos parece difícil que se pueda esclarecer la situación relativa a las violaciones de los derechos humanos sin un mínimo de estabilización y sin que se reduzca la tensión actual.
Por lo tanto, exhortamos a todas las partes en cuestión a que actúen con moderación y calma y las invitamos una vez más a dar prioridad a una solución pacífica de la crisis. Pensamos que una solución polí‐ tica es posible en el marco de negociaciones directas y francas entre las partes interesadas, teniendo en cuen‐ ta los principios cardinales de la Carta de las Naciones Unidas y las preocupaciones de todos los componentes de la sociedad ucraniana en toda su diversidad. Desde esa perspectiva, animamos a todas las partes a que den una oportunidad a las negociaciones y a que apoyen los esfuerzos de mediación en curso. Esperamos que la re‐ unión prevista para el 17 de abril en Ginebra permita avanzar en la búsqueda de una salida a la crisis.
Sir Mark Lyall Grant (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte) (habla en inglés): Quisiera dar las gracias al Sr. Šimonović por su exposición informa‐ tiva de hoy. También quisiera darles las gracias a él y a la misión de observación de los derechos humanos de las Naciones Unidas en Ucrania por elaborar el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) publicado ayer.
El Reino Unido acoge con beneplácito el informe y sus conclusiones. Hasta la fecha, se trata de la eva‐ luación más exhaustiva e independiente de la situación de derechos humanos en Ucrania desde que estalló esta crisis. Por lo tanto, es una contribución importante a nuestras deliberaciones sobre la situación en Ucrania. Los intentos de desacreditar el informe calificándolo de parcial o motivado por intereses políticos, como acaba de hacer mi colega ruso, carecen de toda credibilidad.
El informe del ACNUDH es claro: las violaciones de los derechos humanos fueron la causa que originó las protestas populares que empezaron en noviembre del año pasado. En el informe se dictamina que desde el cambio de gobierno a finales de febrero, las denuncias de violaciones de los derechos humanos han disminui‐ do. Sin embargo, no subestimamos la magnitud de la tarea que queda por delante. En ese sentido, es alentador que en el informe del ACNUDH se señalen “indicios claros de la voluntad del actual Gobierno de garanti‐ zar una ruptura con las injusticias pasadas y forjar una nueva visión para el futuro de Ucrania”. El Reino Unido está plenamente comprometido a apoyar a Ucrania en ese sentido.
En el informe del ACNUDH se refutan integral‐ mente las afirmaciones hechas por la Federación de Rusia en este Salón y en otros foros para justificar su intervención ilegal en Ucrania. Daré solo tres ejemplos.
Primero, el 1 de marzo, el Presidente Putin pidió autorización para utilizar el ejército de Rusia en Ucra‐ nia argumentando que existía “una amenaza contra la vida de los ciudadanos de la Federación de Rusia, nues‐ tros compatriotas y el personal del ejército”. Esa afir‐ mación repetida a menudo sustentó la justificación de Rusia para proceder a una intervención militar en Ucra‐ nia. Sin embargo, en el informe del ACNUDH se llega a la conclusión de que, en realidad, los ataques contra la comunidad de origen ruso en Ucrania “no eran ni sis‐ temáticos ni generalizados”. Además, se determina que “en Crimea los rusohablantes no han estado expuestos a amenazas”. Esa conclusión corrobora las conclusiones a las que llegaron otras autoridades independientes, como la Alta Comisionada para las Minorías Nacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que tampoco encontró pruebas de violaciones o amenazas a la vida de los rusohablantes.
Segundo, Rusia fundamenta su justificación de la anexión ilegal de Crimea en la legitimidad del referendo del 16 de marzo. El 18 de marzo, en su discurso ante la Duma rusa, el Presidente Putin dijo, “el 16 de marzo se celebró en Crimea un referendo de plena conformidad con los procedimientos democráticos y las normas in‐ ternacionales”. En claro contraste con esa afirmación tajante, en el informe se llega a la conclusión de que “la presencia de paramilitares y de los llamados grupos de autodefensa, así como de soldados uni‐ formados sin insignia, que según la opinión ma‐ yoritaria proceden de la Federación de Rusia, no propició un clima en el que los votantes pudieran ejercer libremente su derecho a tener una opinión y su derecho a la libre expresión.”
En el informe también se señala que “la delega‐ ción del ACNUDH recibió muchas denuncias de fraude electoral”, como casos de ciudadanos no ucranianos que participaron en el referendo, así como de personas que votaron numerosas veces en distintos lugares. En gene‐ ral, en el informe se manifiesta “una gran preocupación por las violaciones de los derechos civiles y políticos de los habitantes de Crimea”. Se citan casos de secuestro, detención y arresto ilegales, acoso y violencia contra manifestantes pacíficos, detención arbitraria y tortura. También se expresa una profunda inquietud por las con‐ secuencias de introducir la ciudadanía rusa y se calcula que 3.000 tártaros de Crimea han tenido que desplazarse.
Por último, el informe contiene pruebas concluyen‐ tes de que Rusia ha utilizado la propaganda y la desinfor‐ mación para exacerbar la tensión y para desestabilizar a Ucrania. Se señala que la empresa estatal rusa de radio y televisión ha estado “disfrazando la información sobre lo que ocurría en Kiev” para tratar de justificar el retorno de Crimea a la Federación de Rusia. Además, en el in‐ forme se señala que historias muy exageradas y crónicas tendenciosas “se utilizaron sistemáticamente para crear un clima de miedo e inseguridad” a fin de fundamentar el argumento favorable a la anexión de Crimea.
En cuanto a los hechos actuales, el Reino Unido apoya plenamente el derecho a la libertad de reunión y a la libertad de expresión. Aquellos ucranianos que deseen manifestarse contra el Gobierno tienen derecho a hacer‐ lo, siempre que lo hagan pacíficamente. Sin embargo, hay un límite. Las unidades paramilitares bien equipadas con armas automáticas no son manifestantes pacíficos. Un Estado soberano legítimo debe insistir en un monopolio del uso de la fuerza. Expresamos especial preocupación, como hizo el Sr. Šimonović en su exposición informativa de hoy, por el hecho de que se arme a los manifestantes y se los convierta en fuerzas cuasi paramilitares.
Ayer, el Gobierno ucraniano puso en marcha una operación para restablecer el orden público en Donetsk, al este de Ucrania. El Primer Ministro ucraniano seña‐ ló que las operaciones procederían de manera gradual, responsable y prudente. El Ministro de Relaciones Ex‐ teriores recalcó que las operaciones solo se pusieron en marcha una vez agotados todos los demás medios para resolver la situación. Hemos recibido garantías de que la operación se ajustará plenamente al derecho ucraniano y al derecho internacional, protegerá los derechos hu‐ manos y concordará con las obligaciones internaciona‐ les de Ucrania.
El Gobierno de Ucrania ha actuado de manera responsable durante toda la crisis, incluso frente a una enorme provocación, en particular la anexión ilegal de parte de su territorio, y a pesar de la constante injeren‐ cia de Rusia. Por lo tanto, confiamos en que las fuerzas de seguridad ucranianas continúen actuando de manera proporcionada y en aras de los intereses de todos los ciudadanos de Ucrania.
Hoy hemos oído del Representante Permanente de Rusia un nuevo discurso fantasioso sobre los hechos ocurridos en el este de Ucrania. No me cabe ninguna duda de que los futuros informes independientes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos demostrarán que ese nuevo discurso es tan falso como se ha demostrado sobrada‐ mente que también lo es el discurso ruso sobre Crimea.
Recordamos a Rusia que no puede utilizar la si‐ tuación en Ucrania, de la que tiene una responsabilidad importante, como pretexto para llevar a cabo más acti‐ vidades militares ilegales.
Nuestro llamamiento a Rusia es simple: que deje de injerirse en los asuntos internos de Ucrania, que replie‐ gue a sus efectivos lejos de las fronteras con Ucrania, que rescinda la autorización de utilizar la fuerza mili‐ tar en Ucrania y que participe en el diálogo. La Unión Europea quiere que Rusia sea un asociado, un amigo y un aliado. Una Ucrania estable, pacífica y próspera re‐ dunda tanto en interés de Rusia como en nuestro propio interés. En lugar de optar por una estrategia de desesta‐ bilización, Rusia debe sentarse a la mesa de negociacio‐ nes y explicar qué es lo que le preocupa. Esperamos que las conversaciones cuadripartitas previstas para el 17 de abril nos brinden esa oportunidad.
Sra. Power (Estados Unidos de América) (habla en inglés): Deseo dar las gracias al Subsecretario Gene‐ ral, Sr. Šimonović, por su exposición informativa de hoy y por sus esfuerzos en una cuestión tan controvertida.
Nos reunimos hoy para hablar de la labor de la misión de observación de la aplicación de los derechos humanos y del informe tan oportuno de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Tras se‐ manas de desinformación y propaganda rusa el informe nos brinda otra oportunidad para centrarnos en los he‐ chos. El informe independiente e imparcial que hemos escuchado hoy es primordial para prevenir este tipo de tergiversaciones que pueden llevar a más inestabilidad en una situación ya de por sí muy convulsa, una situa‐ ción que cada día que transcurre es más peligrosa.
Los comentarios de hoy del representante de la Fe‐ deración de Rusia, en los cuales se ha desacreditado el informe preparado por las Naciones Unidas al denigrar‐ lo y describirlo como parcial y carente de fundamento son realmente algo preocupante. Parece ser que la estra‐ tegia de la Federación de Rusia es que si no nos gusta el mensaje, hablando en metáfora, que maten al men‐ sajero. Aunque los ataques sean dirigidos contra toda la comunidad internacional —la cual pidió a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que procurara un informe independiente—, exhortamos a las Naciones Unidas a que sigan informando de manera independiente y que no se dejen disuadir por las calum‐ nias y la intimidación de aquellos a los que no les gusta los hechos que, evidentemente, son tan inconvenientes, y las verdades que refutan firmemente las afirmaciones falsas y de justificación de la Federación de Rusia.
Seamos claros: lo que ha ocurrido en Crimea y la denegación de la participación de la Federación de Ru‐ sia en la anexión y ocupación ilegal se están repitiendo en la zona oriental de Ucrania. Una vez más, una región ha pasado casi de la noche a la mañana de un estado de calma relativa a levantamientos preconcebidos. En los últimos días ha habido separatistas prorrusos que han tomado la gestión administrativa local, comisarías de policía y otras instalaciones del gobierno en 11 ciudades en Donetsk oblast. Todas las ciudades principales de la región tienen como mínimo un edificio ocupado. Está claro que estas acciones no fueron espontáneas o de ori‐ gen local, sino más bien se trató de una campaña orga‐ nizada de incitación, separatismo y sabotaje del Estado ucraniano. Hay pruebas contundentes de la participa‐ ción de la Federación de Rusia, que ahora está tratando de desviar la atención de sus propias acciones, expan‐ sión territorial y política de terror, tratando de cambiar de tema. A pesar de todo, esto no va a funcionar.
El contraste entre las acciones del Gobierno de Ucrania y las de los contingentes rusos no podría ser mayor. Las fuerzas de seguridad de Ucrania han respon‐ dido con más cuidado y de un modo más comedido a las provocaciones en el este del país a algo que sería difícil de aceptar para todos nosotros en nuestros propios paí‐ ses. El Gobierno de Ucrania ha tratado de renegociar con los grupos armados, que han tomado los edificios públicos en repetidas ocasiones y han bloqueado ile‐ galmente las carreteras al este de Ucrania para tratar de resolver la situación mediante el diálogo pacífico. A los funcionarios ucranianos se les ha ofrecido amnistía. Agradecemos las declaraciones del Gobierno de que to‐ das las medidas que tome serán graduales y responsa‐ bles. Con diferencia de las teorías de la conspiración, defendidas por la Federación de Rusia hace unos mo‐ mentos, seguimos haciendo un llamamiento a la mode‐ ración en privado y en público. Evidentemente, la mejor forma de aliviar las tensiones sería que los militantes armados abandonen los edificios que han tomado.
Si bien en el informe se habla del período ante‐ rior a la crisis, es importante constatar que, incluso hace unas semanas, la misión de observación ya había recibido información de que algunas de las personas que promovían los enfrentamientos en la región no eran ciudadanos ucranianos, sino, de hecho, agitadores pro‐ cedentes de la Federación de Rusia. Evidentemente, la pregunta que se nos platea es si la Federación de Rusia continuará su política de desestabilización, así como su política de anexión de territorio de su vecino. Con el fin de lograr la verdad es importante que la misión de observación de las Naciones Unidas para la aplicación de los derechos humanos tenga pleno acceso a todas las regiones del país, incluida Crimea.
Los Estados Unidos encomian al Gobierno ucra‐ niano por facilitar las actividades de la misión y por apoyar los continuos esfuerzos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de vi‐ gilar todos los aspectos de las elecciones previstas para el 25 de mayo próximo.
Veamos ahora algunas de las verdades contempla‐ das en el informe del Alto Comisionado. Desde diciem‐ bre de 2013 hasta febrero de 2014, la policía especial de Berkut y otros elementos del aparato de seguridad fede‐ ral utilizaron una fuerza excesiva contra manifestantes antigubernamentales. Esta violencia mortífera no termi‐ nó hasta que el ex‐Presidente Yanukovych abandonara el cargo y huyera del país. Desde finales de febrero, cuando tomó posesión el nuevo Gobierno, se ha reducido enor‐ memente la evidencia de abusos de derechos humanos, salvo en Crimea, donde las políticas rusas amenazan los derechos de los ucranianos, los tártaros crimeos y otros grupos minoritarios. Permítaseme subrayar que según este nuevo informe independiente, la única región de Ucrania que ha padecido un rápido deterioro de los de‐ rechos humanos es la parte sobre la que el Gobierno de Kiev tiene menos control. En Crimea, donde el papel de las autoridades rusas es tanto profundo como ilegal, los periodistas y defensores de los derechos humanos han padecido acoso y tortura, y la censura es algo común, así como la presencia de paramilitares, y soldados “que en general se creen de la Federación de Rusia” han inhibi‐ do de forma abrupta la libertad de expresión. El informe plantea dudas válidas sobre la introducción de la ciuda‐ danía rusa en una región que no pertenece a la Federa‐ ción de Rusia y sobre la discriminación de los ciudadanos ucranianos en su propio país y una plétora de cuestiones prácticas sobre la tenencia de tierras, las pensiones, los sueldos, la asistencia sanitaria, los derechos de trabajo, la educación y el acceso a la justicia.
En el nuevo informe también se examinan las acu‐ saciones reiteradas una y otra vez por los funcionarios rusos de que ha habido ataques sistemáticos contra las comunidades de etnia rusa en Crimea, al este de Ucra‐ nia, y que las comunidades judías también están amena‐ zadas. La realidad es que ha habido algunos incidentes aislados contra miembros de las minorías, y deberíamos —y lo hacemos— condenar estos actos. No obstante, el informe deja claro que estos incidentes no fueron ni numerosos ni un reflejo de una política del Gobierno. Todo lo contrario, el informe demuestra de forma sólida que el Gobierno ucraniano ha tratado constantemente de defender los derechos de todos sus ciudadanos en su territorio.
Es revelador que, si bien la Federación de Rusia ha intentado negar estas realidades en el último informe de las Naciones Unidas, los dirigentes de Ucrania están tratando de aplicar de buena fe sus recomendaciones. Entre otras iniciativas, están avanzando en la reforma constitucional, en sus planes de descentralización del poder, en los preparativos para las elecciones y en las iniciativas para combatir la corrupción que acampaba a las anchas bajo el ex‐Presidente. En pocas palabras, el nuevo Gobierno ha actuado con enorme moderación en una situación extraordinariamente difícil. Siempre habrá más que hacer, pero las acusaciones de que el Go‐ bierno es el principal culpable de las tensiones actuales carecen de todo fundamento.
Antes de concluir, quisiera hablar de las recomen‐ daciones imparciales que figuran en el informe de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos para de‐ mostrar que las acusaciones contra las Naciones Unidas son infundadas. Entre las recomendaciones del informe del Gobierno de Ucrania hay las siguientes: garantizar la rendición de cuentas por todas la violaciones de los derechos humanos durante los enfrentamientos, asegu‐ rar el carácter inclusivo y la participación igualitaria en los asuntos públicos y la vida política, evitar la ma‐ nipulación de los medios, combatir la intolerancia y el extremismo y aplicar medidas para la erradicación de la corrupción. Las recomendaciones a las autoridades de Crimea incluyen: resolver activamente los casos de las personas desaparecidas; tomar medidas para proteger los derechos de las personas afectadas por el cambio del marco jurídico e institucional, incluida la ciudadanía; desarmar y desmantelar las unidades paramilitares; e investigar los discursos inflamatorios y la manipulación de los medios de comunicación. Estas no son las reco‐ mendaciones de informe tendencioso.
La publicación del informe sobre la observación de los derechos humanos nos debe recordar a todos nues‐ tras responsabilidades. El Gobierno de Ucrania tiene la responsabilidad de seguir con sus iniciativas de reforma y de garantizar el carácter inclusivo y el respeto de los derechos humanos de todos los grupos. El pueblo ucra‐ niano tiene el deber de colaborar con su Gobierno y con‐ ciudadanos para resolver las controversias por medios pacíficos. La Federación de Rusia tiene la obligación de cumplir con sus compromisos en virtud del derecho internacional y respetar los derechos y la soberanía te‐ rritorial de Ucrania y secundar su deseo manifiesto de estabilidad mediante la adopción de medidas destinadas a lograr esta meta, y no a lo contrario. La Federación de Rusia debe retirar las tropas de la frontera, retirar las tropas de Crimea y poner fin a todos los esfuerzos de desestabilización de Ucrania.
La comunidad internacional tiene la responsabi‐ lidad de apoyar al pueblo de Ucrania en su deseo de construir un país fuerte y unificado con una democracia sólida e instituciones nacionales y regionales eficaces. Tenemos una responsabilidad colectiva de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar más derrama‐ miento de sangre y hallar una solución pacífica y una conclusión justa para una crisis trágica e innecesaria. Mañana en Ginebra se reunirán funcionarios de alto nivel representantes de Ucrania, la Federación de Ru‐ sia, la Unión Europea y los Estados Unidos para hablar de cómo aliviar las tensiones, de la desmovilización, del apoyo electoral y de la reforma constitucional. Mi Gobierno espera con interés poder participar en esa re‐ unión, como oportunidad para resolver esta crisis me‐ diante la diplomacia antes de que sea demasiado tarde.
Sr. Liu Jieyi (China) (habla en chino): Doy las gracias al Subsecretario General, Sr. Šimonović, por su exposición informativa. Preocupa profundamente a China la reciente escalada de la situación en Ucrania. Esperamos que todas las partes mantengan la calma, ac‐ túen con moderación e impidan un mayor deterioro de la situación. La prioridad ahora consiste en trabajar en el marco de la ley para resolver las diferencias mediante el diálogo y la negociación, teniendo plenamente en cuenta los derechos, los intereses y las aspiraciones legítimos de todas las regiones y comunidades étnicas. Ese es el único enfoque que puede llevar a una paz y una estabi‐ lidad duraderas a Ucrania, de conformidad con los in‐ tereses fundamentales a largo plazo de la nación en su conjunto y de todas sus comunidades.
China considera que la cuestión de Ucrania es sumamente compleja y que la única solución es seguir buscando una solución política, que exige un entorno externo favorable. China ha estado pidiendo a la comu‐ nidad internacional que colabore de manera construc‐ tiva interponiendo sus buenos oficios para reducir la tensión en Ucrania. China ha presentado una propuesta de tres puntos para lograr una solución política de la cuestión de Ucrania. Hemos tomado nota del debate en curso sobre el establecimiento de un mecanismo multi‐ lateral de diálogo. China celebra esos esfuerzos, que se ajustan en gran medida a la propuesta de China.
China apoya un pronto comienzo del diálogo y la consulta entre las partes pertinentes, sobre la base de que se tenga plenamente en cuenta el conjunto de intere‐ ses y preocupaciones legítimos, con el fin de encontrar una solución definitiva que sea aceptable para todos.
Sr. Quinlan (Australia) (habla en inglés): Doy las gracias al Subsecretario General, Sr. Šimonović, por el in‐ forme de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y por su exposición informativa. Obviamente, es muy necesario que el Conse‐ jo preste cuidadosa atención a la situación de Ucrania en materia de derechos humanos. Hemos escuchado reitera‐ das afirmaciones sobre las amenazas contra determinados grupos, pero hemos visto pocas pruebas que corroboren esas afirmaciones. Dichas afirmaciones se han utilizado, no obstante, para justificar la continua injerencia en los asuntos de Ucrania, incluidos la amenaza y el uso de la fuerza, lo que contraviene la Carta de las Naciones Unidas.
Como Consejo, tenemos que actuar con lucidez y responsabilidad en cuanto a la situación sobre el terreno y el verdadero carácter de los retos que afronta el pue‐ blo ucraniano. El informe de la misión de las Naciones Unidas de observación de los derechos humanos es lo que el Consejo tiene que ver en esta coyuntura crucial en un entorno tan inestable y peligroso. Nos parece que en él se presenta un panorama equilibrado y neutral de la situación de los derechos humanos, y una visión cla‐ ra de los acontecimientos que llevaron a la protesta del Maidan, la situación previa al referendo celebrado el 16 de marzo en Crimea, y la situación actual tanto en Cri‐ mea como en el este de Ucrania.
Rusia ha hecho varias afirmaciones sobre la moti‐ vación de los manifestantes del Maidan. En el informe se señala claramente que las violaciones de los derechos humanos fueron una de las causas raigales de las mani‐ festaciones que tuvieron lugar en todo el territorio de Ucrania, en particular en Kiev. Las protestas en Kiev no se derivaron de un llamado programa fascista, sino que fueron una manera de ejercer presión para establecer un Gobierno más representativo y eficaz. La respues‐ ta represiva de las fuerzas de seguridad constituyó un catalizador del recrudecimiento de la situación. Estos actos de las fuerzas de seguridad tuvieron como telón de fondo una cultura de la impunidad de larga data res‐ pecto de las violaciones de los derechos humanos, in‐ cluso por parte de la policía. Celebramos los informes según los cuales las nuevas autoridades de Ucrania se han comprometido a investigar esas violaciones y hacer que los responsables rindan cuentas de sus actos.
En el informe también se esclarecen los hechos ocurridos en Crimea. Rusia siempre ha sostenido que las minorías de habla rusa se vieron amenazadas por la represión. Ha utilizado este razonamiento para justifi‐ car su decisión de asumir el control de Crimea y ane‐ xarla. En el informe se indica claramente que no había ninguna prueba de acoso o ataques contra personas de origen étnico ruso en Crimea antes del referendo. Sin embargo, hay informes erróneos de acoso de personas de origen étnico ruso por parte de extremistas de Ucra‐ nia, que contribuyeron a crear un entorno de temor.
En el informe se señala que, tras el referendo de 16 de marzo, se han adoptado medidas en Crimea que suscitan grave preocupación desde la perspectiva de los derechos humanos. Cabe mencionar, entre otras, la in‐ troducción de la ciudadanía rusa, lo que dificulta que quienes decidan mantener su ciudadanía ucraniana pue‐ dan permanecer en Crimea y plantea preocupaciones con respecto a la residencia legal y el derecho al trabajo.
Como escuchamos en la sesión de 31 de marzo del Consejo, celebrada con arreglo a la fórmula Arria, la si‐ tuación para los tártaros es especialmente preocupante. En el informe se confirma ese aspecto, destacando que según los cálculos el número de tártaros de Crimea des‐ plazados ha llegado a 3.000. Las acciones de los grupos paramilitares de Crimea se mantienen al margen de la ley y constituyen una amenaza. En el informe se insta a la desarticulación de esos grupos. También se recalca que la información independiente e imparcial sobre los derechos humanos en Crimea disuadiría las violaciones, estimularía la rendición de cuentas y evitaría la propa‐ gación de rumores y la manipulación política.
En el informe se analiza con detenimiento la si‐ tuación de las minorías rusas en toda Ucrania y no se encuentra nada que respalde las afirmaciones de Rusia acerca de las amenazas contra esas minorías. Las afir‐ maciones de Rusia al respecto sencillamente son insos‐ tenibles. En el informe se señala claramente que aunque se perpetraron algunos ataques contra la comunidad de origen étnico ruso, en particular las que están afiliadas al Gobierno anterior, “no fueron sistemáticos ni tam‐ poco generalizados”. Como el Subsecretario General, Sr. Šimonović, acaba de decir al Consejo: “se trató de incidentes aislados que después fueron exagerados ... exacerbando el miedo y la insegu‐ ridad entre la comunidad de origen étnico ruso”.
En el informe se presentan buenas propuestas, que todos deberíamos respaldar, sobre la protección de las minorías, incluidas la recomendación de garantizar que se consulte a los grupos minoritarios en el proceso de elaboración de leyes de idiomas y las recomendaciones para garantizar que el trato que se dispense a quienes están asociados al Gobierno anterior sea compatible con el estado de derecho y no se vea motivado por la venganza. Celebramos la disposición del Gobierno de Ucrania de garantizar una ruptura con las injusticias del pasado y crear un futuro mejor para el pueblo de Ucrania. Las elecciones son esenciales en ese sentido, y es crucial que el pueblo de Ucrania pueda decidir la orientación futura de su propio país. Por ello, apoyamos plenamente las próximas elecciones de 25 de mayo, e instamos a todas las partes en Ucrania y a la comunidad internacional a que respalden unas elecciones libres e imparciales. Debe permitirse a Ucrania prepararse para estas elecciones sin injerencia externa ni coerción en sus asuntos internos.
Para concluir, la comunidad internacional ha ins‐ tado reiteradamente a Rusia a que reduzca activamente las tensiones, ponga fin a las actividades de desestabi‐ lización en el este de Ucrania y haga que sus fuerzas abandonen la postura de provocación que han asumido en la frontera con Ucrania. La propia respuesta de Ucra‐ nia ha sido moderada y responsable. Las conversaciones que tendrán lugar mañana en Ginebra entre Ucrania, Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea son una oportunidad crucial, ahora, para entablar un diálogo ge‐ nuino. Los peligrosos hechos que han tenido lugar más recientemente en el este de Ucrania, donde, como ha di‐ cho el Embajador Churkin, se derramaron las primeras gotas de sangre, hacen que sea indispensable que Rusia participe seriamente en este diálogo.
Sr. Araud (Francia) (habla en francés): El informe que el Consejo tiene ante sí es condenatorio por dos mo‐ tivos. En primer lugar, en él se describe en los términos más severos el lamentable saldo de años de corrupción y abusos por parte del ex‐Presidente Yanukovich y su equipo predatorio y criminal. ¿Es de extrañar que la población ucraniana, exasperada por verse sometida a años de incompetencia y corrupción, se haya sublevado en señal de protesta? No hubo allí participación extran‐ jera. En el informe también se describe la manera en que el régimen respondió a legítimas manifestaciones pacíficas mediante el uso de la fuerza.
Corresponde al nuevo Gobierno de Ucrania la ti‐ tánica tarea de restablecer la confianza de todos los ucranianos en sus instituciones. En el informe subra‐ ya que, desde que el nuevo Gobierno ucraniano adoptó las primeras medidas, ha vuelto a imperar la calma en Kiev. En cuanto a la cuestión relativa a los idiomas y su estatuto regional, alentamos a las autoridades de Kiev a que prosigan sus esfuerzos encaminados a promover el retorno a la razón, entablar un diálogo constructivo e inclusivo y tranquilizar a la población con respecto al lugar que le corresponde en Ucrania. El Presidente interino ha rechazado la derogación de la ley sobre los idiomas oficiales. Esta decisión demuestra la voluntad de las autoridades ucranianas de luchar por la reconci‐ liación del país. Ucrania puede preservar la diversidad que constituye su riqueza y su singularidad.
A tal efecto, Ucrania necesita nuestro apoyo. La primera etapa —la celebración de elecciones presiden‐ ciales el 25 de mayo— es decisiva. Debemos apoyar a las autoridades ucranianas para que organicen en las mejores condiciones el escrutinio que garantizará la re‐ presentación de todos. Debemos avanzar hacia el logro de elecciones libres y transparentes, garantizadas por la presencia de observadores internacionales. Sería inacep‐ table que las maniobras de grupos violentos pongan en peligro la realización de este acontecimiento democrá‐ tico, que es esencial para el futuro del país. No acepta‐ remos tampoco que el resultado de ese escrutinio, que genera grandes esperanzas para todo el país, sea cuestio‐ nado por acontecimientos ingeniados desde el exterior.
Me referiré ahora a mi segunda observación. En el informe se describe un panorama sombrío de las conse‐ cuencias que tuvieron las medidas adoptadas por Rusia en la situación interna de Ucrania. Se describe la cade‐ na de acontecimientos que condujeron a la anexión de Crimea. Una vez más se señala que no existía ninguna amenaza contra la población crimea de habla rusa, argu‐ mento presentado por Rusia para justificar su interven‐ ción. Muy por el contrario, en el informe se subraya que el peligro de violaciones de derechos humanos ahora pesa más sobre las poblaciones ucraniana y tártara. Es esencial que las Naciones Unidas continúen informando sobre la situación de los derechos humanos en Crimea, que es parte integrante del territorio ucraniano, como lo recordó la Asamblea General por mayoría abrumadora.
En el informe también se recalca que el deterioro de las condiciones y las violaciones de derechos huma‐ nos que precedieron a la celebración del referendo en Crimea el 16 de marzo fueron fruto de una acción deli‐ berada. La presencia de militares sin insignias, la toma de posesión de edificios públicos, la intimidación de poblaciones civiles, periodistas y activistas de derechos humanos, la presencia de votantes extranjeros, la propa‐ ganda violenta contra Kiev difundida en las cadenas de televisión de Rusia, todo fue orquestado y coordinado. Ha sido el preludio de una anexión sin precedentes en el siglo XXI. Actualmente observamos un escenario com‐ parable en el este de Ucrania.
En ese sentido, considero que todos los miembros del Consejo, así como todos mis colegas que se encuen‐ tran en este Salón, han leído el excelente artículo del The New York Times de esta mañana, en el que se describe la manera en que Rusia creó su propia realidad virtual, que no tiene relación alguna con el mundo real. La de‐ claración que mi colega ruso ha formulado hoy refleja, creo yo, hasta qué punto ese artículo es preciso y corres‐ ponde a la realidad. Recordemos el pasado. El Consejo quizá recordará que se informó de 600.000 refugiados que huyeron del terror de Ucrania, de refugiados que han desaparecido de la noche a la mañana. Se nos dijo que no había soldados rusos en Crimea, pero en YouTube podía‐ mos ver los camiones con las patentes del ejército ruso.
Hoy continúa la misma desinformación. Se nos ha‐ bla de las manifestaciones pacíficas, mientras que en la Internet se puede ver que se trata de milicias fuerte‐ mente armadas. Se nos dice que no hay ninguna inter‐ vención rusa, mientras que una vez más en la Internet podemos ver soldados sin insignias, que exhiben armas de las que solo está dotado el ejército ruso. Se nos anun‐ cia que reina el terror fascista en Kiev, mientras que sa‐ bemos muy bien si hemos ido a Kiev que reina la calma en la capital. Se nos dice que los judíos se ven amena‐ zados en Ucrania, mientras que las dos organizaciones judías en Ucrania dicen que no se sienten amenazadas. Podría multiplicar los ejemplos, pero jamás un discurso ha estado evidentemente alejado de la realidad, lo cual podemos y todo el mundo puede constatar en las com‐ putadoras gracias a la Internet.
Ucrania está acorralada, Ucrania se ve agredida. El domingo, precisamente aquí, se le ordenó no reac‐ cionar. No se puede concebir que haya sufrido sin re‐ accionar a la agresión de la que fue objeto por primera vez hace un mes, la cual fue condenada por la Asamblea General en la resolución 68/262, y una vez más por lo que se está viviendo en el este del país. Acogemos con beneplácito la moderación de las fuerzas de seguridad ucranianas, que tratan de responder de manera propor‐ cional a las acciones desestabilizadoras sin precedentes que afrontan, acciones que han sido organizadas desde el extranjero.
Instamos a Rusia a que se comprometa a reducir las tensiones y a condenar, junto con el resto del Conse‐ jo, los intentos desestabilizadores llevados a cabo en el este de Ucrania. Además, exhortamos a Rusia a que no continúe en una espiral extremista que solo puede cau‐ sar una tragedia. Debe retirar sus tropas de la frontera. Debe poner fin a sus acciones desestabilizadoras. Debe dejar de vociferar sobre la inminencia de una guerra ci‐ vil. Nadie se engaña por la puesta en escena de un bom‐ bero piromaníaco que carece de sutileza y que no tiene ni siquiera una real apariencia de credibilidad.
La situación es ahora sumamente grave. Mañana se celebrará una reunión Ginebra, que reunirá a Rusia, los Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania. Ese en‐ cuentro es crucial, e instamos a todas las partes a que ac‐ túen con calma y moderación y a que busquen la avenen‐ cia. En el caso de fracasar, o si Rusia tratara de evitar esa reunión, sería inevitable aplicar nuevas sanciones. Ese no es el camino que preferimos. Seremos firmes. Se debe establecer un poder plenamente legítimo en Kiev. Las elecciones deben celebrarse el 25 de mayo, y no permi‐ tiremos a Rusia impedir su celebración o descalificarlas.
Sra. Paik Ji-ah (República de Corea) (habla en in- glés): Doy las gracias al Subsecretario General, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa.
Aprovechamos esta oportunidad para reiterar nuestro pleno apoyo a la misión de observación de la aplicación de los derechos humanos en Ucrania. Con‐ fiamos en que esos mecanismos internacionales inde‐ pendientes y fidedignos puedan contribuir a mitigar las tensiones sobre el terreno. Esperamos que la misión de vigilancia de las Naciones Unidas, en estrecha coope‐ ración con la misión de supervisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, continúe desempeñando un papel constructivo en ese proceso.
El reciente informe de la misión de observación de las Naciones Unidas plantea varias preocupaciones en materia de derechos humanos en Ucrania. Hubo acusa‐ ciones verosímiles de acoso, detenciones arbitrarias y torturas, así como de ataques contra periodistas y acti‐ vistas. En Crimea, el referendo se vio enturbiado por un aumento considerable de la propaganda y la incitación al odio y a la violencia. Nos preocupa especialmente que di‐ cha narrativa distorsionada y la restricción de la libertad de prensa sean también explotadas en el este de Ucrania para exacerbar aún más la situación tensa y vulnerable.
Estamos siguiendo muy de cerca los acontecimien‐ tos que se registran en el este de Ucrania y nos alarma la ocupación violenta de edificios públicos clave por personas armadas. Dichos casos indican un grave deterio‐ ro de la situación. Condenamos todo uso de la fuerza a fin de lograr un cambio de estatuto. Se debe poner fin a toda nueva incitación a las hostilidades y a todas las acciones provocadoras destinadas a desestabilizar a Ucrania.
Ante la importante elección prevista para mayo, debemos instar al Gobierno de Ucrania a que encabece un proceso político inclusivo que refleje la diversidad de la región y garantice la protección de todas las mino‐ rías étnicas y lingüísticas. Eso es esencial en cualquier solución sostenible para la crisis.
Antes de concluir, recalco que solo se podrá en‐ contrar una solución para la crisis si se realizan todos los esfuerzos diplomáticos, especialmente el diálogo bi‐ lateral entre Rusia y Ucrania. En ese sentido, acogemos con satisfacción la próxima reunión que se celebrará en Ginebra entre Ucrania, Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea, y alentamos a todas las partes intere‐ sadas a que continúen esos esfuerzos para lograr una solución política pacífica.
Una vez más reafirmamos nuestro pleno apoyo a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania conforme a sus fronteras internacionalmen‐ te reconocidas. El futuro de Ucrania debe estar regido exclusivamente por la voluntad y las aspiraciones de los propios ucranianos sin injerencia o influencia de fuer‐ zas externas.
Sra. Perceval (Argentina): En primer lugar, qui‐ siera expresar nuestro agradecimiento al Subsecretario General de Derechos Humanos, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa sobre la situación de los de‐ rechos humanos en Ucrania.
¿Qué otra cosa podemos decir sino repetir que la Argentina sigue con mucha preocupación la situación de creciente tensión en Ucrania, en particular en el este de ese país, y sus potenciales consecuencias para la es‐ tabilidad de la región? ¿Qué otra cosa podemos decir sino reiterar que nos preocupa profundamente que el riesgo de que se produzcan enfrentamientos violentos pueda dejar un pesado saldo y alejar la posibilidad de encontrar un camino de salida de la actual crisis y de lograr estabilizar la situación en el país?
Por ello, la delegación de la Argentina reafirma una vez más que resulta esencial que nos apeguemos a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular al de no intervenir en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados, no intervenir ni militar, ni política ni económicamente. Entendemos que la acción de cualquier Estado u organización internacio‐ nal debe guardar el debido respeto a la conducción por parte de Ucrania de sus asuntos internos y su destino.
Como ha informado al Consejo el Sr. Šimonović, se han registrado violaciones de los derechos humanos en Ucrania desde antes del comienzo de las manifesta‐ ciones en noviembre del año pasado. Serias violaciones de los derechos humanos también fueron cometidas du‐ rante las protestas y posteriormente. Si bien desde que asumieron el poder las nuevas autoridades en Kiev, el informe da cuenta de que se ha registrado una reducción de las denuncias de casos de violaciones de los derechos humanos. No obstante, siguen existiendo serias preocu‐ paciones entre sectores de la población respecto de los derechos de las minorías, inquietudes y temores alenta‐ dos por algunos ataques o amenazas contra diferentes minorías. Sin duda, debemos seguir contando con in‐ formación y seguir muy de cerca estos acontecimientos.
En este contexto, la disponibilidad de la informa‐ ción imparcial sobre la situación de los derechos hu‐ manos contribuye no solo a la rendición de cuentas por las violaciones y abusos de los derechos humanos, sino también a prevenir cualquier tipo de manipulación de la información, pues ello solo profundizaría el clima de impunidad, inseguridad y violencia. Asimismo, cree‐ mos que la exhaustiva investigación de las violaciones y abusos cometidos desde el comienzo de las manifesta‐ ciones en la Plaza Maidan, sin importar quienes hayan sido sus autores, así como su enjuiciamiento contribui‐ rían al tan necesario restablecimiento de la calma y al proceso de normalización institucional que debe darse en Ucrania. Sin duda, se deben tomar medidas que per‐ mitan fomentar la confianza entre las distintas regiones y comunidades étnicas y dar seguridad a todos los ucra‐ nianos de toda Ucrania de que sus principales preocupa‐ ciones y legítimas demandas serán atendidas. Se deben, asimismo, erradicar los discursos que alienten el odio, la discriminación, la hostilidad y la violencia.
Nada nuevo estamos expresando como delegación. Si bien reconocemos la difícil situación que atraviesa Ucrania, no podrá resolverse mediante actos unilatera‐ les de ninguna clase. Insistimos en la necesidad de evi‐ tar acciones que contribuyan a hacer aún más compleja la situación y que alejen la posibilidad de encontrar una solución política y pacífica a esta crisis. Todas las partes deben trabajar en pos de calmar la situación, ejercer la máxima prudencia y contribuir a un diálogo inclusivo.
¿Qué podemos hacer los que deseamos que el próxi‐ mo 17 de abril quienes se encuentren en Ginebra puedan tener un diálogo constructivo y encuentren un camino de solución pacífica y política a esta crisis? Lo que podemos hacer nosotros, como miembros de la comunidad inter‐ nacional, es mucho. Desear que el 17 de abril se inicie esa reunión tan necesaria con otro clima. Para ello también, nosotros, que no estaremos el próximo 17 de abril en esa reunión, debemos evitar multiplicar agravios y descali‐ ficaciones, y recordar que los derechos humanos no son propiedad de algunos, sino responsabilidad de todos, y recordar que la Carta de las Naciones Unidas no son capítulos aislados o principios sueltos, sino una unidad inquebrantable. Con esta actitud constructiva, deseamos que se inicie un diálogo favorable para que Ucrania pue‐ da encontrar la serenidad tan necesaria.
El Príncipe Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein (Jordania) (habla en árabe): Ante todo, quisiera dar las gra‐ cias al Subsecretario General de Derechos Humanos, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa al Consejo sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania, así como por sus esfuerzos y los de la misión de observación de la situación de los derechos humanos en Ucrania. La delegación de Jordania quisiera también subrayar su apoyo a la labor de la misión y la importan‐ cia de que todas las partes cooperen con ella para cum‐ plir las recomendaciones contenidas en el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en cuanto a Ucrania, sobre todo a la luz de la delicada y sensible situación por la que atraviesa el país.
En el informe se pone de relieve la relación directa que existe entre las violaciones generalizadas y graves de los derechos humanos, como el derecho a la libertad de expresión, la corrupción del anterior Gobierno, y las protestas y la situación de inseguridad que ha reinado en Ucrania desde noviembre de 2013. Los ataques contra los manifestantes, sobre todo en la Plaza de Maidan, y el uso excesivo de la fuerza contra ellos han producido rápidos cambios políticos en Ucrania, el establecimiento de un Gobierno de transición y el nombramiento de un Presi‐ dente interino. Todas las partes tienen que hacer frente de manera responsable y sensata a la tensa situación que reina en el este de Ucrania generada por el actual mo‐ vimiento rebelde. Como hemos dicho anteriormente, el Gobierno de Ucrania tiene el derecho y la obligación de poner fin a esa rebelión y preservar la integridad terri‐ torial y la unidad del país. Habida cuenta de la situación actual, se deben realizar todos los esfuerzos posibles para garantizar una solución pacífica a la rebelión.
Hay que respetar las normas internacionales y los derechos humanos a la hora de imponer el estado de derecho en esas regiones. Insistimos en nuestro llama‐ miento a que se ejerza presión sobre los rebeldes para que pongan fin a sus protestas y entablen un diálogo con el Gobierno en Kiev sobre todas las cuestiones re‐ lacionadas con el futuro de Ucrania. Del mismo modo, nos complace la celebración mañana, en Ginebra, de la cuadripartita reunión, que esperamos coadyuve a la propuesta de soluciones adecuadas para poner fin a la crisis y convencer a los interesados de que calmen la situación y colaboren para restablecer la estabilidad y la seguridad en Ucrania.
La situación actual en Ucrania requiere que se adopten medidas urgentes y se den pasos para resta‐ blecer la confianza entre todas las partes. Es necesario limitar las diatribas políticas y nacionales extremistas. Instamos a las Potencias que tengan influencia a que la utilicen para resolver el problema, en el que se sustentan los acontecimientos que ocurren en Ucrania, sobre todo en las regiones del este. Subrayamos también la nece‐ sidad de que continúe el diálogo entre el Gobierno de Ucrania y las distintas comunidades, facciones, grupos lingüísticos y partidos políticos del país para acordar medidas políticas adecuadas que atiendan los intereses de todas las partes y tracen el rumbo del futuro de Ucra‐ nia en cuanto al estado de derecho, sus instituciones y los derechos humanos.
El diálogo debe comenzar de inmediato. Los Es‐ tados y las partes influyentes también deben crear un entorno que lleve a la celebración positiva de elecciones presidenciales en mayo. El futuro de Ucrania depende de una transición política exitosa basada en los derechos humanos, la soberanía y el estado de derecho y que se represente a todas las partes de la sociedad, sin tener en cuenta el idioma, el origen étnico o la religión.
Subrayamos que no debe haber injerencia en los asuntos internos de Ucrania, o amenazas del uso de la fuerza y que se debe permitir al pueblo de Ucrania de‐ terminar su propio futuro. En la presente etapa de su transición política, la comunidad internacional debe ayudar a Ucrania a superar los obstáculos a la seguridad y la estabilidad y a preservar su soberanía e integridad territorial.
Sr. Nduhungirehe (Rwanda) (habla en inglés): Sra. Presidenta: Le doy las gracias por haber convocado esta reunión informativa sobre la situación de los dere‐ chos humanos en Ucrania. Doy las gracias al Subsecre‐ tario General de Derechos Humanos por su exposición informativa y por sus esfuerzos dirigidos a garantizar los derechos humanos en Ucrania e informar sobre ellos.
El informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos publi‐ cado ayer indica pautas preocupantes de violaciones de derechos humanos, derivadas, principalmente, de la ac‐ tual crisis. En el informe también se señala una cultura de impunidad efectiva, que incluye la tortura, la extor‐ sión, los arrestos arbitrarios y la corrupción. Es lamen‐ table que la situación haya escalado hasta convertirse en una crisis letal en la que 120 personas han perdido la vida debido a disparos y a grandes palizas, mientras que 100 siguen desaparecidas.
Una vez más, la situación en Ucrania muestra que en nuestras medidas preventivas existen líneas de fractura. Sin embargo, estimamos que la comunidad internacional sigue teniendo la oportunidad de impedir un mayor dete‐ rioro de la situación en Ucrania. Acogemos de nuevo con agrado el establecimiento de una misión de supervisión de los derechos humanos de las Naciones Unidas en Ucrania, que apoyamos. Estimamos que podemos aprovechar la la‐ bor de esa misión para respaldar a Ucrania en sus esfuer‐ zos por construir el Estado que los ucranianos merecen.
Incumbe al Gobierno ucraniano y, en efecto, es una prioridad fomentar la confianza entre las autori‐ dades y el pueblo y las diferentes comunidades con el fin de asegurar a toda la población en toda Ucrania, especialmente la comunidad de habla rusa, de que sus preocupaciones se van a abordar. Es hora de garantizar la inclusión y la participación equitativa de todos los ucranianos en los asuntos públicos, antes que adoptar la legislación relativa a una política de depuración que llevaría a un mayor aislamiento y radicalismo.
En Ucrania oriental, la situación sobre el terreno se ha deteriorado en los últimos días, lo que ha originado una terrible necesidad de alcanzar una solución política viable. Expresamos nuestra preocupación por la toma y ocupación ilícita de edificios públicos y de infraestruc‐ tura por parte de manifestantes armados, y subrayamos la necesidad de que las fuerzas de seguridad eviten un uso excesivo de la fuerza a la vez que restauran el orden público necesario.
Entretanto, estamos sumamente preocupados por la retórica más intensa y la propaganda negativa que han exacerbado la situación y, en algunos casos, ha llevado decisiones adoptadas para impedir la posibilidad de que las partes interesadas se reconcilien. Una vez más, rei‐ teramos nuestro llamamiento a todas las partes para que alivien la crisis y participen un diálogo genuino, res‐ petando la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. A ese respecto, esperamos con interés las conversaciones entre Ucrania, la Federación de Rusia, la Unión Europea y los Estados Unidos de América, que se celebrarán mañana en Ginebra. Espe‐ ramos que la reunión contribuya a una solución política sostenida en Ucrania y la región.
Permítaseme concluir diciendo que el pueblo de Ucrania nos juzgará por las medidas que adoptemos o no adoptemos. Fallarles no es una opción. Es hora de que apoyemos una solución dirigida verdaderamente por los ucranianos, con el apoyo de la región y la comu‐ nidad internacional en su conjunto.
Sra. Lucas (Luxemburgo) (habla en francés): Doy las gracias al Subsecretario General de Derechos Humanos por su exposición informativa.
Las deliberaciones que han tenido lugar las últi‐ mas semanas en el Consejo han mostrado que no todos los miembros valoran del mismo modo la situación en Ucrania. A menudo, en este Salón hemos sido testigos de un diálogo de sordos, mientras arrecia una guerra de información sobre el terreno. Con ese telón de fondo, Luxemburgo acoge con agrado la publicación ayer el primer informe sobre la situación de los derechos huma‐ nos en Ucrania, incluida Crimea, elaborado por la Ofi‐ cina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El informe, que se basa en de‐ claraciones de testigos, ha proporcionado un cuadro ob‐ jetivo de la situación. Doy las gracias al Sr. Šimonović por la información actualizada que acaba de facilitar al Consejo, además del informe.
El informe y la exposición informativa del Sr. Šimonović describen un cuadro sumamente desola‐ dor de la situación en Crimea. Las consecuencias de la anexión a Rusia para las personas que viven en Crimea son terribles. Eso es especialmente cierto en el caso de las minorías, como los tártaros de Crimea, que han teni‐ do que abandonar la península por miedo a represalias violentas, y para los propios ucranianos, que se ven su‐ jetos a una discriminación flagrante si se niegan a adop‐ tar la ciudadanía rusa.
En el informe se confirma que el referendo de 16 marzo en Crimea, en violación de las Constituciones tan‐ to de Ucrania como de Crimea, se celebró en condiciones que carecían de toda legitimidad. Crimea fue ocupada y aislada del resto de Ucrania, los periodistas y los miem‐ bros de la sociedad civil fueron objeto de intimidacio‐ nes, y la libertad de los medios de comunicación se vio gravemente obstaculizada. Los casos de tortura, desapa‐ rición forzada y asesinato tienen que someterse a una in‐ vestigación judicial independiente. Es necesario adoptar medidas urgentes para restaurar el estado de derecho y proteger los derechos humanos y las libertades funda‐ mentales. Me sumo a mis colegas que han subrayado la importancia de que a los representantes de las Naciones Unidas se les proporcione acceso a todo el territorio de Ucrania, incluida Crimea. Eso se aplica, en particular, a los miembros de la misión de las Naciones Unidas de observación de la situación de los derechos humanos.
Con el informe de la Alta Comisionada, ahora te‐ nemos la confirmación de lo que el Sr. Šimonović dijo al Consejo el 19 de marzo (véase S/PV.7144): que en Ucrania no habían tenido lugar ataques sistemáticos o generalizados “contra la minoría rusa”. Sin embargo, siguen explotándose los rumores infundados sobre las amenazas de tales ataques para fomentar la agitación en Ucrania oriental y sudoriental. Los medios de comuni‐ cación rusos se utilizan sistemáticamente para crear un clima de temor y excitar a las poblaciones locales contra el Gobierno de Ucrania. Por consiguiente, Luxemburgo apoya el llamamiento hecho ayer por la Representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la Libertad de los Medios de Comunicación, Sra. Dunja Mijatović, para que se adop‐ ten medidas destinadas a contrarrestar la propaganda y la información errónea. La actual situación es explosi‐ va. Sería irresponsable seguir atizando el fuego.
Luxemburgo condena los actos llevados a cabo desde el 6 de abril por grupos armados en diversas ciudades en Ucrania oriental y sudoriental, especialmente en la región de Donetsk. Esos actos no son espontáneos. Fueron coordi‐ nados y bien orquestados de modo similar a lo que ocurrió en Crimea. Nos preocupa especialmente el despliegue se‐ lectivo de personas favorables a Rusia, como se señala en el informe de la Alta Comisionada. No estamos poniendo en cuestión el derecho a manifestarse con libertad, sino el despliegue de elementos favorables a Rusia, que ha lle‐ vado a incidentes violentos y a la ocupación forzosa de edificios del Gobierno y de las instituciones encargadas de hacer aplicar la ley. Instamos a Rusia a que se distan‐ cie públicamente de los actos de las milicias separatistas.
Rendimos homenaje a la compostura y la mode‐ ración excepcionales mostradas por las autoridades ucranianas frente a esos actos desestabilizadores. Com‐ prendemos que no pueden abstenerse de actuar en esta situación. Animamos al Gobierno ucraniano a que pro‐ ceda de manera moderada y proporcionada, con el pleno respeto de los derechos humanos.
Luxemburgo sigue considerando que todavía es po‐ sible una salida pacífica de la crisis. Esta solución requiere un diálogo directo entre Rusia y Ucrania. Esperamos que las conversaciones cuadripartitas que reunirán mañana en Ginebra a los jefes de la diplomacia de Ucrania, Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea permitan iniciar un diálogo y salir de la crisis más peligrosa que Europa ha conocido desde el fin de la Guerra Fría.
En espera de una solución política, la presencia en el conjunto del territorio ucraniano de observadores im‐ parciales de las Naciones Unidas y de la OSCE es crucial para determinar los hechos y contener la propaganda be‐ licosa. Animamos a la misión de observación de los de‐ rechos humanos a redoblar sus esfuerzos en ese sentido. Como ha dicho hoy en Bruselas el Secretario General de la OSCE, observar con neutralidad los hechos e informar de ellos es contribuir a instaurar las condiciones para una distensión de esta situación peligrosa.
Sr. Llanos (Chile): Agradecemos la presentación del Subsecretario General Šimonović sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania.
Chile respalda los llamados del Sr. Šimonović a garantizar la rendición de cuentas respecto de todas las violaciones de los derechos humanos cometidas durante las manifestaciones en Kiev en el período comprendido entre diciembre de 2013 y febrero de 2014. Es menester adoptar medidas inmediatas para construir confianza entre el Gobierno interino y la población, tomando en consideración, en particular, a las minorías étnicas. De igual manera, urge garantizar el pleno respeto del esta‐ do de derecho, la democracia y los derechos humanos en Ucrania, incluidos los derechos de todas las minorías.
Nos parece especialmente preocupante el deterioro de la situación de los derechos humanos en las regiones del este de Ucrania, en particular las violaciones del de‐ recho a la libertad de expresión y libertad de reunión ma‐ nifestadas en ataques y hostigamiento contra activistas, periodistas y miembros de la oposición política. Insta‐ mos a las partes a que busquen una solución pacífica a esta crisis mediante el diálogo político directo, actúen con moderación, se abstengan de adoptar medidas uni‐ laterales que puedan aumentar las tensiones y participen en las iniciativas internacionales de mediación, de con‐ formidad con la resolución 68/262 de la Asamblea Gene‐ ral. Hacemos votos para que la reunión que se celebrará mañana en Ginebra —en la que participarán Ucrania, la Federación de Rusia, la Unión Europea y los Estados Unidos— permita encontrar una salida a esta crisis.
Concluimos agradeciendo los buenos oficios que continúa realizando el Secretario General y destacan‐ do el trabajo del grupo de observación de los derechos humanos de las Naciones Unidas para Ucrania y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa con el fin de contribuir al esclarecimiento de los hechos, reducir las tensiones y ayudar a crear un ambiente propicio para la celebración de las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
La Presidenta (Nigeria) (habla en inglés): A continuación formularé algunas observaciones a título nacional.
También yo quisiera dar las gracias al Subsecretario General, Sr. Ivan Šimonović, por su exposición informativa sobre la situación de derechos humanos en Ucrania. Hemos estudiado el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania y constatamos que es exhaustivo.
Nos anima el compromiso indefectible y sistemá‐ tico de las Naciones Unidas en Ucrania. Ello se refle‐ ja en el establecimiento de la misión de observación de los derechos humanos de las Naciones Unidas en Ucrania, la voluntad de la Oficina del Alto Comisio‐ nado de las Naciones Unidas para los Derechos Huma‐ nos (ACNUDH) de proporcionar asistencia testimonial para las reformas legislativas y las recientes visitas de alto nivel del Secretario General, el Secretario General Adjunto Feltman, el Asesor Superior Robert Serry y el Sr. Šimonović.
Creemos en la función central de las Naciones Uni‐ das para distender la situación en Ucrania. Las Nacio‐ nes Unidas aportan una plataforma imparcial y expertos profesionales, que son ambos ingredientes esenciales en los esfuerzos por garantizar que se respeten y se prote‐ jan los derechos humanos en Ucrania. La observación y el análisis independientes de la situación de derechos humanos permitirán determinar las necesidades de asis‐ tencia técnica, jurídica o de otra índole y puede contri‐ buir a abordar las causas profundas de la violencia. Las cuestiones de derechos humanos vinculadas a la actual crisis en Ucrania deben abordarse integralmente en el marco de una solución pacífica y negociada de la cri‐ sis. Las autoridades deben continuar en contacto con todos los grupos del país y asegurarles que se tendrán en cuenta sus inquietudes.
La actual rebelión en la parte oriental de Ucrania claramente pone el dedo en la llaga y exacerba una si‐ tuación política ya de por sí delicada, con implicaciones trascendentales para los derechos humanos, la paz y la seguridad. Todos sabemos que es un hecho cierto que las violaciones de los derechos humanos suelen ocurrir en situaciones de conflicto. Ello pone de manifiesto la nece‐ sidad de una solución política y diplomática rápida de la crisis en Ucrania. Instamos a todas las partes en cuestión a que dejen de tocar los tambores de guerra. Deben tra‐ bajar a conciencia para frenar la escalada de la tensión y apostar por el diálogo y todas sus ramificaciones, en aras de los intereses generales del pueblo ucraniano. Todos los que nos encontramos alrededor de esta mesa hemos expresado la esperanza de que la reunión que se celebra‐ rá mañana, 17 de abril, lleve a una solución de la crisis. Espero que nuestras esperanzas no sean vanas.
Vuelvo a asumir mis funciones como Presidenta del Consejo.
Tiene la palabra el representante de Ucrania.
Sr. Sergeyev (Ucrania) (habla en ruso): Sra. Pre‐ sidenta: Le doy las gracias por haber convocado esta sesión del Consejo de Seguridad para hablar del infor‐ me sobre la situación de los derechos humanos en Ucra‐ nia. Estoy agradecido al Subsecretario General Ivan Šimonović por haber presentado el informe.
La sesión de hoy se celebra teniendo todos presen‐ te el siguiente hecho: es solo debido a la agresión militar rusa, que debería ser inimaginable en el siglo XXI pero que sin embargo se está desencadenando frente a todos, que la situación en Ucrania se ha incluido en el progra‐ ma de trabajo del Consejo. Ucrania acoge con beneplá‐ cito la publicación del informe, que refleja la situación en mi país en materia de derechos humanos con sufi‐ ciente objetividad.
A diferencia de la anterior Administración, el nue‐ vo Gobierno de Ucrania está dispuesto y preparado a asumir las recomendaciones para promover los derechos humanos y el estado de derecho en nuestro país. Por otro lado, esperamos que el otro Gobierno mencionado en el informe también adopte medidas concretas para detener y prevenir las violaciones de los derechos humanos.
En el documento se rechazan categóricamente las acusaciones de violaciones de los derechos de las mi‐ norías rusas en Ucrania, que se adujeron como moti‐ vo de la agresión militar rusa contra nuestro país y de la anexión de Crimea, que fue declarada ilegal por la Asamblea General.
Mi colega ruso ha declarado hoy que el idioma ruso peligra en Ucrania. Quisiera dar al Consejo algu‐ nas cifras comparativas sobre la situación relativa a la protección de los derechos lingüísticos de varios millo‐ nes de ucranianos en la Federación de Rusia y de los rusos en Ucrania. Estas cifras se basan en el informe del Alto Comisionado de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa sobre las Minorías Nacio‐ nales de fecha marzo‐abril de 2009. Comparen ustedes las cifras.
En cuanto a las escuelas secundarias, en la Fede‐ ración de Rusia faltan escuelas secundarias ucranianas para por lo menos 2 millones de alumnos. En Ucrania, hay 101.256 escuelas secundarias rusas.
Por lo que se refiere a las publicaciones, se publi‐ can siete periódicos ucranianos cuyo costo lo absorben las autoridades locales y las organizaciones ucranianas de la Federación de Rusia. No hay apoyo financiero a nivel federal para asegurar las necesidades de informa‐ ción de la comunidad ucraniana en la Federación de Ru‐ sia. En Ucrania existen 1.176 periódicos publicados en idioma ruso.
En cuanto a la radiodifusión, en la Federación de Rusia solo hay un programa de radio ucraniano. Los programas de la televisión y de la radio en idioma ruso en Ucrania constituyen el 74% del tiempo total de trans‐ misión en Ucrania.
El Representante Permanente de la Federación de Rusia ha declarado hoy que existe un creciente antise‐ mitismo y neonazismo en Ucrania y que a la parte rusa le preocupa el hecho de que en el informe de hoy no se mencione nada sobre los derechos humanos. Permítase‐ me citar extractos de una reciente carta colectiva dirigi‐ da al Presidente de la Federación de Rusia, Sr. Vladimir Putin, por una asociación compuesta por 266 organiza‐ ciones judías en Ucrania, “La especulación sobre la “ucranización” en forma violenta y la prohibición de hablar en ruso, que se subraya en los medios de comunicación ru‐ sos, debe mantenerse en la conciencia de estos au‐ tores. Sr. Presidente, la confianza con que él ha ex‐ presado el aumento del antisemitismo no coincide con los hechos reales. Quizás se haya confundido al hablar de Ucrania en lugar de la Federación de Rusia, donde las organizaciones judías han regis‐ trado un aumento del antisemitismo durante el año transcurrido.
Todavía nos amenaza el hecho de que el nú‐ mero de seguidores de Bandera y de fascistas esté aumentando en el poder en Ucrania, y debemos esperar pogromos judíos. Sí, somos conscientes de que la oposición política y los poderes socia‐ les que han logrado cambios positivos en el poder ejecutivo del país están compuestos por grupos diferentes. Los nacionalistas figuran entre estos, pero incluso en los más marginados de ellos no se permite hablar de antisemitismo ni de otras for‐ mas de xenofobia. Además, lo que sabemos es que nuestros nacionalistas están controlados por la so‐ ciedad civil y el nuevo Gobierno de Ucrania, lo que no sucede con los neonazis rusos, que son apoya‐ dos por sus servicios secretos.”
Hoy, nuestro colega ruso ha mencionado también el caso de los Sres. Tsarev y Dobkin como candidatos a las elecciones presidenciales. Estoy autorizado para decir que condenamos todas las formas de violencia, sobre todo cuando se trata de líderes de la oposición candidatos a la Presidencia. En este contexto, la policía debe actuar y llevar a cabo una investigación adecuada y presentarla ante la corte. Hoy el Parlamento ucraniano está estudiando estos casos, los que esperamos que sean evaluados y que la Fiscalía se pronuncie al respecto.
Quisiera recalcar algo interesante de esta situa‐ ción. Además de las agresiones perpetradas contra Ucrania, esta situación no puede dejarse de considerar un acto de provocación de nuestros oponentes. Quiero señalar que el Sr. Tsarev fue atacado por asaltantes des‐ conocidos. Los que lo rescataron eran de la derecha; es‐ tas son precisamente las fuerzas que Rusia ha acusado constantemente de mostrar una intolerancia extrema en su contra. El Sr. Tsarev ha agradecido abiertamente a los representantes por haber sido rescatado. Esta histo‐ ria fue ampliamente difundida en los principales medios de comunicación en Ucrania. La televisión rusa tan solo mostró una parte de dicha entrevista. Tenemos la ver‐ sión íntegra que podemos pasar a los colegas rusos.
Hacemos un llamamiento a los Estados Miembros de las Naciones Unidas para que tomen nota de las vio‐ laciones de los derechos humanos que se detallan en el informe tanto antes como durante el pseudorreferendo de Crimea del 16 de marzo, entre las que se incluyen el acoso, los arrestos arbitrarios, la tortura, la violacio‐ nes a la libertad de expresión, la falta de libertad de los medios, la falta de acceso a la información y la falta de protección a los periodistas. Se presta especial atención a la violación de los derechos de los habitantes de la península bajo la ocupación rusa. Las comunidades más vulnerables en la República Autónoma de Crimea son los tártaros crimeos y los ucranianos, los cuales fueron intimidados y forzados a abandonar sus hogares debido a la falta de seguridad y la violación de sus derechos y sus libertades. Los líderes tártaros consideran esta si‐ tuación como un tercer acto de genocidio en el último siglo contra su grupo étnico.
Teniendo en cuenta las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en la península de Crimea, los ucranianos insisten en que la situación de la República Autónoma de Crimea debe seguir siendo observada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Uni‐ das para los Derechos Humanos, su misión y por otros mecanismos de vigilancia internacionales. En ese senti‐ do, celebramos la intención de la misión de observación de las Naciones Unidas de establecer una suboficina en Simferopol.
Teniendo en cuenta las disposiciones de la resolu‐ ción 68/262 de la Asamblea General, titulada “Integri‐ dad territorial de Ucrania”, es alarmante que —además del análisis de los recientes acontecimientos y factores en las regiones orientales de Ucrania— en el documento se informe sobre injerencias externas en lo que atañe a esta situación, sobre todo de la participación en las pro‐ testas y los enfrentamientos de parte de personas que llegaron procedentes de Rusia. Durante la sesión del Consejo de Seguridad celebrada el domingo 13 de abril (véase S/PV.7154), se ofrecieron varios datos sobre esta injerencia. Se puede hallar más evidencia al consultar nuestra página oficial del Servicio Secreto ucraniano.
A Ucrania le sorprende que la única crítica a la ope‐ ración para el mantenimiento de la paz en Ucrania pro‐ venga de la Federación de Rusia. El Consejo recordará que ese país es uno de los que más frecuentemente utili‐ zan herramientas de antiterrorismo contra sus ciudada‐ nos. Quisiera señalar a la atención del Consejo el hecho de que la Federación de Rusia utiliza la misma estrategia en toda operación antiterrorista: Si el enemigo no se rin‐ de, es destrozado a toda costa. Se podrían dar docenas de ejemplos. Las actividades para el mantenimiento del orden en Ucrania se llevan a cabo para proteger al pue‐ blo y restablecer la ley y el orden en algunas regiones de Ucrania. Se realizan exclusivamente contra grupos ar‐ mados que han cometido actos de naturaleza criminal, incluida la toma de edificios administrativos y de policía, así como de instalaciones militares y aeropuertos. Estos grupos armados son firmemente apoyados por unidades de la fuerza de operaciones especiales rusas, que se han infiltrado de forma ilegal en el territorio de Ucrania.
Mi colega ruso ha mencionado hoy que se ha de‐ rramado la primera gota de sangre en Ucrania orien‐ tal: la sangre de cinco oficiales ucranianos encargados del mantenimiento de la paz que fueron asesinados en un ataque bien planeado por el oficial ruso Ihor Strie‐ lkov. El Consejo puede hallar información más com‐ pleta en la página web del Servicio Secreto ucraniano: www.sbu.gov.ua.
Por lo tanto, esperamos con interés el nuevo infor‐ me de la misión, el cual se enfocará en la región oriental de Ucrania.
Los expertos de las Naciones Unidas han declara‐ do claramente que el número de violaciones de los dere‐ chos humanos en otras partes de Ucrania fue un legado del Gobierno anterior y lo que provocó las principales manifestaciones en masa de los ucranianos realizadas desde noviembre de 2013 hasta febrero hasta 2014. Las causas que han supuesto un reto para los derechos hu‐ manos durante decenios, en Ucrania en general, y en sus regiones del este y del sur en particular, son bien conocidas, a saber, la pobreza, un alto nivel de mortali‐ dad infantil, el desempleo y las peligrosas condiciones de trabajo, especialmente en la industria del carbón. En consecuencia, los derechos humanos y los principios básicos consagrados en la Constitución de Ucrania no siempre se han respetado en mi país.
De la única manera en que Ucrania puede hacer frente a esos problemas es cambiando radicalmente su statu quo heredado con el fin de crear una sociedad civil abierta y democrática. El Parlamento y el Gobierno de Ucrania, recién formados, han declarado reiteradamente su compromiso con las reformas destinadas a eliminar los vestigios del pasado, y agradecemos sobremanera a los autores del informe que hayan señalado las tenden‐ cias positivas que se observan en las actividades de las nuevas autoridades de Ucrania, que indican su disposi‐ ción a garantizar que se rompa con las injusticias del pa‐ sado y elaborar una nueva visión del futuro de Ucrania. El plan de acción del Gobierno presentado por el nuevo Gabinete abarca los problemas de todas y cada una de las regiones de Ucrania. Se centra en las necesidades prácticas de la población, incluidas las minorías étnicas. Lo que necesitamos para lograr esos objetivos es que Rusia nos deje en paz.
Valoramos sobremanera el papel que vienen des‐ empeñando las Naciones Unidas para normalizar la si‐ tuación en Ucrania y estamos dispuestos a intensificar nuestra cooperación con sus órganos de derechos huma‐ nos para que se tengan debidamente en cuenta las cues‐ tiones relativas a los derechos humanos en la aplicación de nuestras reformas de amplio alcance. Esas reformas tienen por objeto garantizar el estado de derecho, desa‐ rrollar una sociedad democrática y pluralista, eliminar la corrupción, cumplir las normas sociales y proteger los derechos de las minorías. El verdadero momento de‐ cisivo de este proceso serán las elecciones presidencia‐ les que se celebrarán en Ucrania el 25 de mayo. Estamos decididos a celebrarlas bajo cualquier circunstancia y hacer que sean las elecciones más transparentes de la historia de la Ucrania independiente.
Doy las gracias al Consejo por su apoyo y su comprensión.
La Presidenta (habla en inglés): El representante de la Federación de Rusia ha solicitado formular una nueva declaración.
Sr. Churkin (Federación de Rusia) (habla en ruso): En primer lugar, me siento obligado a detenerme breve‐ mente en varias de las afirmaciones que mi colega de Ucrania acaba de hacer en su intervención. No puedo analizar su declaración en su totalidad, especialmente porque es imposible discernir qué partes de su discur‐ so son suyas y cuáles se prestó de alguna fuente mis‐ teriosa; se desconoce cuándo y dónde se hicieron esas proclamaciones. En cualquier caso, naturalmente, él es responsable de todo lo que dijo.
No analizaremos la situación en Crimea en el Con‐ sejo de Seguridad, al menos no en el contexto de la situa‐ ción en Ucrania. Sin embargo, hizo una afirmación que constituye, simplemente, una burda provocación, que no puedo pasar por alto, en el sentido de que la población tártara de Crimea considera que habrá un tercer acto en la historia del genocidio en su contra, y así sucesivamen‐ te. Esto es sencillamente una insensatez y una absurda provocación. Por ejemplo, en la nueva Constitución que ya se aprobó en Crimea, en realidad se fortalece el tárta‐ ro como el tercer idioma oficial de Crimea, que nunca lo fue en el pasado, junto con el ruso y el ucraniano. Se han reservado cargos de alto nivel para los representantes de la población tártara en los departamentos ministeriales de Crimea, lo cual no sucedía anteriormente.
Además, los tártaros de Crimea podrán aprovechar el hecho de que las autoridades rusas no solo se ocuparán de sus problemas sociales, económicos y de otra índole, a los que les están prestando la atención que necesitan, sino que esto se hará con la ayuda de Tatarstán, uno de los súbditos más fuertes, más poderosos y exitosos de la Federación de Rusia. Ya se concertó un acuerdo entre las autoridades de Rusia y Tatarstán para trabajar juntos en este tema. Por consiguiente, el Consejo no tiene necesidad de preocuparse por el destino de los tártaros de Crimea. Durante los últimos dos decenios y medio que han trans‐ currido desde que Ucrania se independizó, los tártaros de Crimea se han enfrentado a lo que en Rusia denominamos una existencia miserable. Esa situación ahora llegará a su fin, aunque probablemente se necesite algún tiempo.
Pasaré ahora a otro tema que no es apropiado para el Consejo de Seguridad, pero mi colega ucraniano describió erróneamente lo que dije en cuanto al idioma ruso en Ucrania. Lo que dije fue que se está dejando de utilizar el idioma ruso gradualmente. Eso es verdad. La primera medida que los nuevos dirigentes del Gobierno del Sr. Sergeyev adoptaron fue eliminar las versiones en ruso de los sitios web de todos sus departamentos ministeriales. Presentó numerosas cifras; yo tengo una. Según la información de que dispongo, de las 195 es‐ cuelas rusas que existían en Kiev en el decenio de 1990 quedan cinco. Para poder ingresar en cualquier univer‐ sidad de Ucrania, el candidato tiene que someterse a una entrevista en ucraniano. Si bien el ucraniano se asemeja al ruso, sigue siendo un idioma que tiene que estudiarse por separado, de manera que los rusos tienen que en‐ frentarse al ucraniano para presentarse a la entrevista que determina su acceso a la universidad. Sin embargo, este es un tema muy importante que merece un análisis por separado, que incluiría los derechos de los ucrania‐ nos en Rusia. Naturalmente, no todos los ucranianos en Rusia viven en una zona compacta, a diferencia de los rusos que viven en Ucrania.
Ahora quisiera referirme brevemente a las decla‐ raciones formuladas por algunos de mis colegas en el Consejo de Seguridad. Huelga decir que muchos aspec‐ tos de nuestro debate recuerdan un disco rayado, y, de hecho, ya hemos abordado esta cuestión una decena de veces, pero algunas cosas que dijeron mis colegas hoy realmente me sorprendieron. Por ejemplo, nuestro co‐ lega británico dijo que Rusia debe explicar sus preocu‐ paciones. Hemos formulado numerosas declaraciones a los más altos niveles. Ya hemos explicado nuestras pre‐ ocupaciones a nivel de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores. Nuestra delegación ante las Naciones Uni‐ das ha explicado reiteradamente y con lujo de detalles nuestra visión sobre la manera en que nosotros, junto con los ucranianos y los miembros de la comunidad in‐ ternacional que estén dispuestos a hacerlo, proponemos trabajar para ayudar a Ucrania a salir de esta crisis. Sin embargo, algunas personas aún están sentadas, esperan‐ do que expliquemos nuestras preocupaciones. Tal vez sencillamente no estén escuchando; o tal vez no quieran escuchar. Ese es otro asunto.
En cuanto al segundo aspecto de esta cuestión, por supuesto, es bueno que se escuchen y se entiendan nues‐ tras preocupaciones, pero lo importante es entender las preocupaciones de la población de Ucrania y, en este caso, entender las preocupaciones de la población del sudeste y el sur de Ucrania. ¿Qué han hecho los diri‐ gentes de Ucrania en Kiev para entender sus preocu‐ paciones? El Sr. Yatsenyuk visitó la región de Donbas.
Ni siquiera se reunió con algunos de los manifestantes. Se reunió con sus amigos, con los oligarcas, es decir, con las personas a quienes los dirigentes de Kiev han nombrado para ocupar distintos cargos. Es cierto que en algunos casos dijo lo correcto, lo cual posteriormen‐ te contradijo esencialmente su colega el Sr. Turchynov, quien al día siguiente dijo que debía utilizarse la fuerza militar contra la región sudoriental.
Ahora me referiré a la declaración formulada por mi respetada colega de los Estados Unidos. Dijo algo muy cierto, que es que no es bueno que la oposición empuñe las armas y asuma el control de los edificios administrativos. Sin embargo, lo que molesta es que ese razonamiento de la representante de los Estados Uni‐ dos ha llegado demasiado tarde. Por ejemplo, ¿por qué no lo dijo en enero, cuando Kiev atravesaba un período convulso, mucho más de lo que estamos observando en las ciudades del este de Ucrania? ¿Por qué la represen‐ tante de los Estados Unidos no dijo lo mismo aquí, en las Naciones Unidas, en Washington, D.C., o en sus nu‐ merosas conversaciones con las autoridades de Kiev? Tal vez entonces no se habría producido esta crisis. Por supuesto, no es bueno que los ciudadanos empuñen las armas, pero en Kiev, cuando se habló del tema de las unidades ilegales, surgió un dato estadístico: se dijo que en Ucrania había 3 millones de armas de fuego ilegales. Cuando las personas están preocupadas por su bienes‐ tar y tratan de defenderse de alguna manera, ¿cómo no van a recurrir a las armas? Sin duda, ello es compren‐ sible, aunque desde el punto de vista de la legalidad, en el sentido normal de la palabra, naturalmente, suscita interrogantes.
Mi colega francés utilizó una excelente frase, la “realidad virtual”. De hecho, es una expresión en la que precisamente pensaba cuando escuchaba las declaracio‐ nes de algunos de nuestros colegas. El pueblo asumió el poder en Kiev por medios militares. Muchos de ellos tienen una reputación que haría pensarlo dos veces an‐ tes de darles la mano. En 2012, el Parlamento Europeo decidió que no había manera alguna de lograr una coali‐ ción con ellos. Al parecer, hacen promesas, pero no las cumplen. Por ejemplo, se comprometieron a desarmar a la gente en Kiev. No lo hicieron. ¿Se hicieron acaso in‐ vestigaciones objetivas sobre los actos de violencia que tuvieron lugar en Kiev en febrero, o en la crisis que te‐ nía lugar antes de eso? Apareció un Fiscal General, que también era representante de un partido político, y dijo que las antiguas autoridades tenían la culpa de todo. Y que algunas de ellas están haciendo promesas al mundo exterior, y les creen. ¿Son tan ingenuos?
Es interesante que esta no sea la primera vez que observamos algo así en los últimos años. Por alguna razón, algunos de nuestros colegas occidentales creen que si se produce un golpe armado —preferiblemente un golpe armado— los demócratas siempre accederán al poder, que Thomas Jefferson siempre se hará cargo de todo. Sin embargo, ¿acaso vemos entre los que ejer‐ cen el poder en Kiev a alguien que tenga una reputación seria en materia de política democrática? No existe ese tipo de persona allí. ¿Acaso esos pseudodemócratas han hecho algo para asegurarse de que surgirá algo semejan‐ te a la democracia incluso en Kiev? En el Parlamento de Ucrania (Verkhovna Rada) no hay nada más que peleas a puñetazos. Cualquiera que protesta es expulsado por la fuerza. Exactamente como era antes, hay campamentos militares en el Maidan; no se ha desarmado a los de la extrema derecha. Y esos demócratas, que no han podido establecer ningún tipo de democracia en su baluarte en Kiev, están ahora tratando de establecer la democracia —o el orden público, como algunos de nuestros colegas han dicho— enviando fuerzas armadas al sudeste de Ucrania. Esa es su realidad virtual.
Varios de mis colegas han mencionado y encomia‐ do las elecciones previstas para el 25 de mayo. Ellos no están preparados para eso, y no sabemos cómo se rea‐ lizará todo, pero ¿a quién le preocupa eso aquí? Tengo que coincidir con mi colega de Ucrania —no recuerdo exactamente lo que dijo— en el sentido de que tiene que haber un cambio radical respecto del pasado, un cambio radical; pero ahora se le pide a la población ucrania‐ na que compre a ciegas. Se les dice que vayan y elijan a un presidente el 25 de mayo, pero no existe claridad respecto del tipo de poder que el presidente ejercerá. ¿Qué tipo de gobierno presidirá? ¿Tendrá más autoridad o voluntad que el Primer Ministro? Ese era evidente‐ mente el camino lógico hacia el acuerdo previsto el 21 de febrero, a saber, iniciar reformas constitucionales y posteriormente celebrar elecciones presidenciales. Sin embargo, todo eso se ha modificado, y se está impul‐ sando la celebración de elecciones para diputados. ¿Es eso realmente democracia? ¿Es esa verdaderamente la manera de romper con el pasado y construir una nueva Ucrania democrática?
Por último, en lo que respecta a las negociaciones en Ginebra, nos estamos preparando diligentemente para ellas, siempre que no se vean socavadas por las activida‐ des temerarias de las fuerzas que se encuentran en el su‐ deste de Ucrania. No obstante, ¿cómo se preparará Ucra‐ nia para las negociaciones? ¿Cómo se preparan nuestros aliados occidentales para dichas negociaciones? Ese es un importante interrogante para nosotros. Tal vez no sea un gran secreto, pero, como saben algunos de nuestros colegas, hemos probado varias modalidades a fin de en‐ contrar la manera de que participen representantes de la región. En vista de que las propias autoridades no son ca‐ paces de iniciar un diálogo, consideramos que se podría lograr algo con esa modalidad. Sin embargo, la respuesta a nuestra propuesta fue negativa. Veamos qué resultará de la reunión en Ginebra. Por supuesto, esperamos que conduzca a Ucrania por el camino que la lleve hacia un desarrollo normal, en el que toda religión, todo grupo étnico y religioso sepa qué le espera mañana. Y después, en ese momento, podremos encarar los problemas econó‐ micos de Ucrania. Hemos invitado a nuestros asociados a participar en un diálogo sobre ese tema, incluso mediante la carta que, como sabemos, el Presidente Putin envió a varios Jefes de Estado europeos.
La Presidenta (habla en inglés): Tiene la pala‐ bra el representante de Ucrania para formular otra declaración.
Sr. Sergeyev (Ucrania) (habla en ruso): Se me ocurre que a veces no tiene sentido hacer observaciones sobre algunos aspectos porque nuestros colegas de Ru‐ sia mantendrán su opinión y su posición y entenderán la situación como quieran entenderla.
Esa es la razón de la realidad virtual que nuestros colegas rusos han construido, donde ellos viven en su propio mundo mientras todos los demás dicen otra cosa. Quiera o no, el Sr. Churkin tendrá que participar en una deliberación sobre la cuestión de Crimea porque es te‐ rritorio ucraniano. Puede estar temporariamente ocupa‐ do, pero hasta que nos lo devuelvan seguiremos deli‐ berando sobre la cuestión. Hemos visto que el mundo entero ha prestado su apoyo a Ucrania en esta materia.
Es una pena que el Embajador ruso utilice pala‐ bras como “mentiras” y otras cuando comenta sobre las palabras de sus colegas. Es lamentable que ni él ni sus colaboradores hayan concurrido a la sesión que el Con‐ sejo de Seguridad celebró con la delegación de Crimea, la cual estuvo encabezada por un defensor muy conoci‐ do de los derechos humanos, el Sr. Mustafa Dzhemilev, quien pasó 15 años en cárceles soviéticas por defender los derechos de su pueblo. Él dijo lo que yo dije cuando reiteré sus palabras, y el Embajador ruso las denominó mentiras y provocaciones. Por consiguiente, los tárta‐ ros de Crimea ahora escucharán que los rusos conside‐ ran que la posición que ostentan son meras mentiras y provocaciones.
No tengo más observaciones que hacer, porque todo lo dicho hasta ahora es, una vez más, una mani‐ pulación y una distorsión, en un estilo con el que to‐ dos están familiarizados. Agradezco a los miembros del Consejo su atención, su apoyo y su paciencia.
La Presidenta (habla en inglés): No hay más ora‐ dores inscritos en mi lista. El Consejo de Seguridad ha concluido así la etapa actual del examen del tema que figura en el orden del día.
Se levanta la sesión a las 18.15 horas.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter