Si bien saludamos sin reservas la liberación del rehén francés Serge Lazarevic, secuestrado en el Sahel desde hace 3 años, las circunstancias de ese hecho no son precisamente las mejores. Lazarevic no fue liberado mediante el pago de una suma de dinero por parte del gobierno francés sino a cambio de la liberación de 4 criminales, pisoteando así la justicia de Mali y los derechos de las víctimas.
Al ser interrogado sobre la liberación por las autoridades de Mali de 4 detenidos miembros de al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) a cambio de la liberación de Serge Lazarevic, [el ministro francés] Stephane Le Foll respondió:
«He oído eso. No sé. Y no voy a arriesgarme a hacer comentarios sobre cosas que no sé.»
Aquí van, por consiguiente, varias precisiones.
Cuatro miembros de AQMI, que se hallaban detenidos por orden de los jueces de Mali, fueron liberados por orden de la potencia colonial.
El más importante es Mohamed Aly Ag Wadoussene, implicado en dos casos que se hallan uno en plena fase de juicio y el otro en proceso de instrucción. Se trata de un desertor de la Guardia Nacional de Mali, arrestado por la Seguridad del Estado el 10 de diciembre de 2011 en Gao y puesto a disposición de la justicia en marzo de 2012. Está acusado de terrorismo, asociación para delinquir, toma de rehenes y secuestro. Este individuo fue el principal organizador del secuestro, el 24 de noviembre de 2011 en Hombori, del propio Serge Lazarevic y de Philippe Verdon, asesinado este último en marzo de 2013. Se trata, por tanto, del organizador del secuestro y asesino de Philippe Verdon. Pero ya nunca será juzgado y además podrá reincorporarse a sus actividades.
Los guardias del penitenciario se sienten además extremadamente molestos ya que Mohamed Aly Ag Wadoussene mató un guardia y una muchacha durante un intento de evasión en la prisión central de Bamako. El contralor de los servicios penitenciarios [de Mali], Abdoulaye Fofana, declaró al respecto:
«Nosotros, los guardianes de las cárceles de Mali, estamos consternados. Quizás se podía dejar a Ali ag Wadoussene en la cárcel para que la justicia determinara qué hacer con él. No podemos olvidar que fue él quien disparó a quemarropa contra nuestro colega, el difunto suboficial Kola Sofara.»
Después está Haiba Ag Acherif, el ayudante de Mohamed Aly Ag Wadoussene. Ambos son miembros del subgrupo denominado Katiba Al Ansar, al que se le atribuye el secuestro y posterior ejecución de los periodistas franceses Claude Verlon y Ghislaine Dupont, perpetrados en Kidal el 2 de noviembre de 2013.
Y los 2 últimos [presos liberados] son sicarios del terrorismo, Oussama Ben Gouzzi y Habib Ould Mahouloud.
Las dos principales asociaciones de derechos humanos de Mali, la AMDH y el Wildaf, denunciaron esa muestra de impunidad:
«La paz y la reconciliación no pueden convertirse en promoción de la impunidad… Si hay que cambiar un terrorista maliense por un francés eso significa que hemos perdido nuestra razón de ser. Lo que constituye un éxito para la diplomacia francesa es para nosotros una grave violación de los derechos de la víctimas malienses.»
Fueron los guardianes de cárceles de Mali, indignados por el desprecio de la potencia colonial, quienes permitieron que se filtrara la información y, ante la evidencia, el ministro de Justicia de Mali, Mohamed Ali Bathily, confirmó beatíficamente:
«Mali no puede decir que no fueron liberados. Es un hecho. Lo sabe todo el mundo. De nada sirve negar la realidad.»
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