A más de 8 meses de la tragedia de Ayotzinapa, Guerreo, hay manifestaciones aquí y en el extranjero pidiendo lo fundamental: la aparición de los 43 estudiantes normalistas. Para Hilda Hernández Rivera, en Buenos Aires, Argentina, lo central son los jóvenes y no las tan impugnadas elecciones que vienen. Eso mismo dijo Carmen, la madre de Jorge Cruz, en un mitin ante el Hemiciclo a Juárez –pues los cuatro contingentes que iban al Zócalo capitalino el 26 de mayo pasado no pudieron llegar debido a que un cerco policiaco, supuestamente por la visita de Dilma Rousseff, la presidenta brasileña metida en problemas de corrupción.
Y lejos de ir resolviendo problemas, la administración de Enrique Peña Nieto los complica.
El 6 de enero, por ejemplo, asesinaron a 16 personas en Apatzingán, Michoacán. Según la investigación de Laura Castellanos, fue una masacre de los policías federales contra los pobladores. La citada maestra agregó, hace poco, que en el bárbaro acto participaron también miembros del Ejército. Lo que hace caer aún más el prestigio del que antes gozaban las Fuerzas Armadas y muestra a un régimen que utiliza a los soldados para todo.
Antes, supimos, en Tlatlaya, Estado de México (30 de junio de 2014), fueron acribillados 15 muchachos. Lo que en principio se afirmó fue un enfrentamiento con narcotraficantes, según Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, resultó una carnicería sin sentido. Tanto así que se realizaron investigaciones, se indemnizó a los familiares de las víctimas, pero no se tocó a la cúpula.
El viernes 22 de mayo, en Ecuandureo (Rancho de El Sol), Michoacán, hubo otro asunto no muy claro. En el lugar aparecieron 42 personas muertas y un policía que cayó en combate (versión oficial). Pero según fotografías y videos, se trata de una nueva matanza. Ello porque un helicóptero fue quien principalmente disparó ráfagas continuas, los cuerpos de varios caídos aparecieron sin ropa, mutilados, desdentados y en posiciones que les sería casi imposible disparar contra el enemigo.
Un reporte de Univisión, donde se incluye el testimonio de la mencionada Laura Castellanos, dice que puede tratarse de una ejecución tumultuaria.
Eso lo niegan, obviamente, el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, y el jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo. Pero ya sabemos que la autoridad jamás acepta alguna recriminación, por mínima que sea.
Tan hay dudas al respecto, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) abrió una investigación, la cual desea, aceptando los protocolos, que se realice lo más rápido posible. Al decir del alcalde de Tanhuato, Michoacán, Ignacio Cuevas Pérez, se trató más de “una matanza que [de un] operativo”.
En cada ocasión hay muestras de que el asunto va para largo, como ocurre en el caso de Ayotzinapa.
Las conclusiones de este problema, luego del octavo mes, están detenidas, ya que los expertos internacionales, aceptados y pagados por México, se encuentran a medias: han podido entrevistarse con los militares y con algunos que supuestamente están metidos en el problema, verbigracia, Angélica Pineda.
Ante un panorama que suma acciones contra los derechos humanos por parte de las llamadas Fuerzas del orden, hay más conflictos que se presentan.
El 25 de mayo pasado hubo un ataque en Aquila, Michoacán, que derivó en seis homicidios. Uno de los integrantes de las autodefensas, al que iban a tratar de liquidar, Semeí Verdía Zepeda, dijo que el clima en el estado es de gran virulencia.
El reportero Víctor Hugo Michel (Milenio, 26 de mayo) señala que el investigador Chris Kyle, de la Universidad de Birmingham, tiene datos precisos que en Chilapa, Guerrero, han sido asesinados 105 personas. Fuera de serie en una población con 122 mil habitantes. Dice Kyle: ello muestra que “el sistema judicial no funciona”. Algo evidente y que han reclamado los organismos internacionales atentos a que la ley se aplique.
Los empresarios, asimismo, insisten en que debe haber tranquilidad para sus inversiones. Pero en los últimos meses 1 mil 200 establecimientos han cerrado sus puertas en Guerrero debido a la violencia (Enrique Galván Ochoa, La Jornada, 25 de mayo de 2015).
En tanto, el clima de intranquilidad e inseguridad persiste, además de las malas noticias económicas que proporcionaron el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Enrique Peña Nieto no sólo recibe a mandatarios extranjeros, sino que se apresta a llevar a cabo otra gira internacional. Estará en Bruselas, Bélgica, el 10 y el 11 de junio, en la segunda cumbre entre los países de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac). Erogará del presupuesto cerca de 1 millón de pesos en el pago de 37 habitaciones del exclusivo hotel Sofitel Brusseles Europe (Marcos Appel, Proceso, edición 2012). La información confirmada es parte del trabajo de la alianza Mexicoleaks, que llevan a cabo organizaciones mexicanas como Las Periodistas de a Pie, lo que da un ejemplo de que sólo mediante la colaboración internacional se podrá verificar las 1 mil y una aventuras de los poderosos.
México parece un buque explosivo y sin rumbo.
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