Tomo prestado el título del artículo de que es autor el doctor Guillermo Olivera Díaz quien, aludiendo, LITERALMENTE, a la Convención sobre los Privilegios e Inmunidades de los Organismos Especializados, aprobada por la Conferencia General del 6 de diciembre de 1946 y por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 14 de diciembre del mismo año, refiere en su:
“Sección 21
Además de los privilegios e inmunidades especificados en las Secciones 19 y 20, el director general de cada organismo especializado, así como todo funcionario que actúe en nombre de él durante su ausencia, gozarán, como también sus cónyuges y sus hijos menores, de los privilegios, inmunidades, exenciones y facilidades que se otorgan conforme al derecho internacional a los enviados diplomáticos”.
Por lo tanto, Ollanta Humala pronto podría acogerse a los alcances de la inmunidad internacional que el ordenamiento jurídico internacional otorga a Nadine Heredia Alarcón, su esposa, como funcionaria de un organismo internacional, como es la FAO.
Se trata, pues, de una jugada a tres bandas, de lujo encubridor de impunidad, que dará mucho que hablar por un gran tiempo, si es que la FAO no hace expresa renuncia a la inmunidad en trato.
Aunque usted no lo crea, por el inmenso prejuicio que lo inunda y enceguece. La inmunidad de Nadine, cubre a su esposo, Ollanta Humala, y a sus hijos, incluidos sus bienes.” (Hasta aquí reproducción del texto del doctor Olivera Díaz).
El canciller Ricardo Luna afirmó que tal inmunidad sólo regiría en el país destino del o la funcionaria pero que no tendría vigencia en Perú. También ha dicho que su padre no gozó de ese privilegio habiendo servido en Naciones Unidas durante cuatro décadas. Hasta donde mis conocimientos alcanzan, eso es cierto, pero hay que precisar que lo hizo como empleado administrativo, no diplomático. Ergo, no podía gozar de inmunidad.
¿El viceministro Néstor Popolizio toma conocimiento del asunto por la mañana y Cancillería recién yugula su extraña mudez por la noche cuando la protagonista, Nadine Heredia, tenía los pies en la escalera del avión? El reloj intelectual es nulo; el cronómetro en Roma-FAO, una entelequia escandalosa. ¿O alguien cree que esos contratos no se murmuran a sotto voce por todas partes? Que se hagan los mudos, además de idiotas, es otra cosa. Pero ¡para eso NO les paga el pueblo peruano!
Perú es respetuoso del derecho internacional y del multilateralismo, escenario en que se mueven los organismos como FAO y otros. De dudosa eficacia o de ociosa intención es que Cancillería solicite “reconsideración” por lo acontecido. El señor Luna debiera tener en cuenta estos principios antes de permitir que su portafolio se arriesgue a un mayúsculo desprestigio de imagen.
Las patinadas están a la orden del día y todos hacen el ridículo y cada quien pone lo suyo.
Me pregunto con redoblada inquietud: ¿van a defender la posición peruana de respeto a los tratados internacionales, como el de 1929 y el de La Haya del 2012, en Chile? Como está previsto Ricardo Luna acompañará el 28 y 29 al presidente Kuczynski en la visita al país del sur, lugar en que tiene Perú un embajador todoterreno Jorge Valdez Carrillo, el dador del pasaporte diplomático al delincuente Vladimiro Montesinos. ¿Se acordarán de Tarapacá? Sólo a irrespetuosos se les ocurre agendar sesiones en fechas de recordación heroica.
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