I. Debemos al historiador y ensayista José Antonio Aguilar Rivera, la compilación de 33 creaciones literarias y periodísticas sobre las modalidades del liberalismo: democrático, conservador y otras interpretaciones de esa corriente política, económica y social nacida centralmente en la cuna de las Revoluciones europeas –violentas y pacíficas– que abrieron el camino al constitucionalismo de la división del poder en tres instancias: ejecutivo, legislativo y judicial, y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que limitan el ejercicio del poder político, económico, del clero y las iglesias y los que se han ido erigiendo para desafiar a las democracias: representativa y directa. Es una recopilación de excelentes, vigentes textos para comprender y explicarnos –históricamente– su nexo con el presente. Contiene ensayos de José María Luis Mora, Lorenzo Zavala, Gómez Farías, Andrés Quintana Roo, José Fernando Ramírez, Lucas Alamán, Mariano Otero, Ignacio Ramírez, Francisco Zarco, Altamirano, Guillermo Prieto, Ignacio L Vallarta, José María Lafragua, Benito Juárez, Lerdo de Tejada (Miguel, no Sebastián), Montes Ledesma, León Guzmán, Justo Sierra, Vigil, Ricardo Flores Magón, Madero, Rabasa, Luis Cabrera, Caso, Gómez Morín, Gustavo R Velasco, Reyes Heroles, Cosío Villegas, Paz, Zaid y Krauze.
II. Aguilar Rivera no nos receta en la “Presentación”, lo que caracteriza a los autores de prólogos: que son “profusos, difusos y confusos” y sólo distraen al lector. Y nos dice que centra su selección cuando en el siglo XVIII y XIX, el liberalismo político mexicano “se libraba en el campo intelectual, pero también en los campos de batalla reales. Las armas han sido la espada y la pluma”. Son textos que recrean el liberalismo político filtrado entre los estadunidenses y el que vino de Europa, para asentarse en México desde 1820; transformado y deformado de un liberalismo político a un liberalismo económico desde 1930 con el neoliberalismo económico (David Harvey: Breve historia del neoliberalismo). No insiste en que se trata del liberalismo político, sobre todo, pero con dosis de liberalismo económico y social; componentes de ese frondoso árbol (André Jardín: Historia del liberalismo político; Guido de Ruggiero: Historia del Liberalismo Europeo; John Rawls: Liberalismo Político). Sin olvidar que el liberalismo económico se desprende de la obra de Adam Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las Naciones.
III. El liberalismo político mexicano es una ilustración con la que se formó una conciencia política que los actuales embates del neoliberalismo económico pretenden borrar. Y este libro de consulta presenta a mexicanos que defendieron a la patria con su pluma. Y que en su momento histórico, no titubearon para hacerlo con la espada de 1820 a 1876. No incluyó su compilador a escritores como Vicente Riva Palacio, Juan A Mateos, Manuel Payno, etcétera. Sin embargo, “De ahí la importancia de este libro, que consiste en ofrecer al lector del siglo XXI un recurso que hoy no existe: una antología representativa de textos sobre la libertad y el liberalismo escritos en los siglos XIX y XX”. Hay una breve semblanza de cada uno de ellos en la presentación; pero lo más valioso son sus textos de combate por el liberalismo político. El concepto “liberalismo”, aparece en las discusiones de las Cortes de Cádiz, de España en 1812; y para completar la información ha de recurrirse al Diccionario de Política de Norberto Bobbio y Nicola Matteucci. Y al ensayo de David G Smith: Liberalismo, en la Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales (tomo 6).
Ficha bibliográfica:
Compilador: José Antonio Aguilar Rivera
Título: La espada y la pluma
Editorial: Fondo de Cultura Económica
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