Le escribo en nombre de los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido antes de su próximo informe sobre la aplicación de la resolución 2401 (2018) del Consejo de Seguridad (véase el anexo). Los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido expresan su preocupación por las repetidas denuncias de incidentes protagonizados por el régimen sirio y sus aliados en contravención de esa resolución.
En la resolución 2401 (2018), el Consejo de Seguridad exigió que “todas las partes pusieran fin a las hostilidades sin demora y colaborasen de inmediato para asegurar que todas las partes cumplieran plena y ampliamente esta exigencia, por una pausa humanitaria duradera de al menos 30 días consecutivos en toda Siria, para facilitar, de forma segura y sostenida y sin trabas, la prestación de ayuda y servicios humanitarios y la realización de evacuaciones médicas de las personas gravemente enfermas y heridas, de conformidad con el derecho internacional aplicable”.
Desde la aprobación de la resolución 2401 (2018) del Consejo de Seguridad hasta el 27 de febrero, se denunciaron 72 incidentes de violencia que contaron con la participación del régimen sirio y sus aliados. Los presuntos ataques consistieron en bombardeos de artillería, el lanzamiento de misiles superficie-superficie, el uso de napalm, disparos de ametralladoras pesadas y la explosión de granadas propulsadas por cohetes y de bombas de barril en más de 14 lugares de todo el enclave de la parte oriental de Al-Guta. Se siguen recibiendo denuncias del empleo de armas químicas. Como consecuencia de esos ataques brutales continúan muriendo cientos de civiles, se producen enormes daños en hospitales, viviendas y otros bienes de civiles, y se agrava cruelmente el sufrimiento de la población civil.
Según fuentes estadounidenses, entre el 24 y el 28 de febrero, aviones militares rusos llevaron a cabo al menos 20 misiones diarias de bombardeo en Damasco y en la parte oriental de Al-Guta.
Los ataques aéreos no han cesado incluso durante las horas de las denominadas pausas humanitarias anunciadas por Rusia: entre el 27 de febrero y el 2 de marzo, observadores sobre el terreno documentaron al menos 25 ataques de este tipo perpetrados por el régimen o por Rusia durante las pausas de cinco horas. Según se ha denunciado, desde el 18 de febrero, un mínimo de 25 instalaciones médicas han sido atacadas.
Según datos del Syrian Observatory for Human Rights del 8 de marzo, desde que el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad la resolución 2401 (2018), se ha informado del asesinato de 399 personas, entre ellas 54 niños y 45 mujeres.
Esta situación deplorable se ve agravada por la constante incapacidad de las Naciones Unidas y sus asociados para prestar una asistencia humanitaria suficiente a la población asediada que se encuentra en la parte oriental de Al-Guta. Desde la aprobación de la resolución 2401 (2018), solo un convoy humanitario ha accedido a la parte oriental de Al-Guta. El 5 de marzo, un convoy interinstitucional y de las Naciones Unidas entró en Duma con artículos sanitarios y nutricionales, así como con alimentos para 27.500 personas necesitadas; sin embargo, casi el 70% de los suministros médicos que se habían cargado en el convoy fueron retirados por las autoridades de seguridad sirias. Se sustrajeron productos vitales necesarios, como el equipo de materiales de traumatología, los suministros quirúrgicos, los artículos necesarios para realizar sesiones de diálisis y la insulina en su totalidad. Además, según las Naciones Unidas, 14 de los 46 camiones no pudieron descargar todos los suministros humanitarios esenciales debido a la violencia que afectaba a la zona. Aunque esos cargamentos se hubieran entregado, no habrían satisfecho más que las necesidades de una parte de los cientos de miles de personas necesitadas que se encuentran en ese lugar. Por lo tanto, casi la mitad de los alimentos transportados en el convoy no pudo distribuirse. A pesar del llamamiento específico para evacuar en condiciones de seguridad a las personas gravemente enfermas y heridas, no ha habido evacuaciones desde el 24 de febrero.
Por otro lado, el 26 de febrero, representantes de Jaysh al-Islam, Faylaq al-Rahman, Ahrar al-Sham y grupos de activistas que operan en la parte oriental de Al-Guta escribieron al Secretario General para expresar su pleno apoyo a la resolución 2401 (2018). La carta contenía información más detallada del compromiso de esos grupos de apoyar todos los aspectos de la aplicación de esa resolución. A pesar de ello, no ha habido ninguna señal significativa de que el régimen vaya a actuar en ese mismo sentido.
Los Gobiernos de los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido siguen instando a todas las partes, en particular a las autoridades sirias, a que apliquen las disposiciones de la resolución 2401 (2018).
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