La prensa libanesa publicó un informe de lo sucedido en el encuentro celebrado el mes pasado en Washington entre una delegación libanesa y el asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente, David Satterfield (foto).
La delegación libanesa se componía de
– Ibrahim Kanaan, presidente de la Comisión de Finanzas;
– Yassine Jaber, diputado miembro del grupo parlamentario del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri;
– Ali Hamdan, consejero del presidente del Parlamento libanés;
– Gaby Issa, embajador del Líbano en Washington.
Los participantes en el encuentro debían abordar las consecuencias de las sanciones estadounidenses sobre la economía libanesa y los libaneses esperaban obtener ciertas concesiones.
- La delegación libanesa subrayó que es imposible adoptar sanciones contra el Hezbollah ya que esa organización es mayoritaria en el país. El funcionario estadounidense respondió de manera extremadamente agresiva haciéndoles saber que las sanciones estadounidenses no se discuten.
- La delegación libanesa cuestionó la posibilidad de compartir con Israel la zona marítima señalada por el embajador estadounidense Frederic Hoff ya que está en juego la explotación de la reserva de gas natural hallada en esa zona. El funcionario estadounidense David Satterfield rechazó toda discusión al respecto y aseguró que si el Líbano rechaza ese arreglo perderá mucho más de lo que perdería aceptándolo.
- Por iniciativa propia, Satterfield abordó entonces la cuestión de los refugiados sirios en Líbano declarando que Estados Unidos se opone totalmente a que regresen a Siria porque eso favorecería al presidente sirio Bachar al-Assad y que el Líbano tiene que mantener a esos refugiados en territorio libanés hasta que aparezca una solución política –en realidad, hasta que Estados Unidos alcance los objetivos que se había planteado al iniciar la guerra contra Siria.
Sobre cada uno de los temas abordados, el funcionario del Departamento de Estado reconoció la validez de los argumentos libaneses pero se negó rotundamente a aceptarlos.
Un encendido debate se ha desatado en la prensa libanesa sobre la procedencia de la filtración del documento publicado, cuya autenticidad nadie cuestiona.
Los dirigentes libaneses, que después del paso del secretario de Estado Mike Pompeo por Beirut habían creído entender que Estados Unidos estaba dispuesto a hacer ciertas concesiones, parecen muy decepcionados por la actitud inflexible de Washington.
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