La periodista Vania Sandóval forma parte de una nueva generación de intelectuales cruceños que, estando del lado de las aspiraciones de desarrollo de su región, no comparte el discurso ni la práxis de los grupos elitarios cruceños que pretenden forzar una salida autonomista al margen de la Asamblea Constituyente. En 2003, ella participó en un equipo de investigación que publicó un importante libro titulado Santa Cruz, economía y poder (PIEB), actualmente trabaja en la Delegación para la Lucha contra la corrupción. El Juguete Rabioso dialogó con ella, tratando de encontrar explicaciones a la crisis política del oriente.
-¿Quién lidera el movimiento autonomista en Santa Cruz, quién ha construido su discurso?
-El discurso del movimiento autonomista en Santa Cruz se ha construido desde principios del siglo pasado, y se ha intensificado a partir de los años 50, luego del aislamiento al que fue sometida la región por los empresarios mineros de occidente, más conocidos como los barones del Estaño. En Santa Cruz no existían servicios básicos, se gestó una economía interna de subsistencia, fue un periodo muy duro para la región. Con los empresarios mineros de La Plata, la región había participado en el circuito económico Sur Oriental, pero eso cambió radicalmente desde la consolidación del modelo económico de los empresarios del Estaño, con una economía “hacia afuera” -claro ejemplo es la construcción de vías expeditas para sacar el Estaño a países vecinos-. El aislamiento de la región y la necesidad de consolidar un mercado nacional de manera urgente integrando al oriente, que se asfixiaba en su pobreza, fue expuesto magistralmente en el famoso Memorándum de 1904, donde se pedía al gobierno incluya al oriente y posibilite que occidente vuelva a ser mercado natural de sus productos agrícolas, y se pedìa la construcción del Ferrocarril.
La conciencia autonomista nació en esa durísima época de aislamiento, se creó el Comité Cívico en 1950. No es algo que nació al calor exclusivo de los grupos de poder. En esa época absolutamente todas las organizaciones sociales y fuerzas vivas apoyaban los pedidos del naciente Comité Cívico. El proceso de concienciación regional llegó a su momento culminante con las luchas cívicas del 11%. en los años 50. Desconocer ese proceso histórico es muy peligroso.
-¿En estos momentos cuál es el grupo económico más importante en santa Cruz?
-El sector agroindustrial exportador en Santa Cruz mueve la economía, sobre todo pondremos como ejemplo a los exportadores de soya. Santa Cruz participa con el 60% de las exportaciones no tradicionales de Bolivia (según el IBCE), es decir sólo los soyeros exportan al año más de 360 millones de dólares al año, y eso incide directamente en el PIB nacional, aportando a éste con más del 30%.
-¿Qué relación hay entre las llamadas logias y el discurso autonomista? ¿Será cierto lo que se dice desde La Paz, que se trata de un grupo empresarial ligado a las petroleras nada más?
-Las logias -vinculadas a grupos de poder regional- tuvieron su ciclo y su momento culminante en los años 80 y 90, incrustadas en las Cooperativas de Servicios Públicos. Si bien las logias no han desaparecido, y tienen un importante peso, aun cuando tienen divisiones internas, los grupos de poder han encontrado formas diversas de actuar, que ameritan estudiarse a profundidad.
Al lado del gigante poder de las petroleras, por ejemplo, el poder de las logias locales y grupos de poder queda reducido.Un importante tema de estudio sería la configuración actual de las élites y su relación con otros sectores nacionales e internacionales.
-¿Por qué la posición autonomista ha llegado un punto crítico ahora?
-Octubre 2003 marcó un punto de quiebre importante para lo que concebíamos todos como Estado, marcó el fracaso del modelo de 1985. El proyecto político de la Asamblea Constituyente (AC) impulsado desde el gobierno actual luego de octubre 2003 contempla la refundación del Estado como lo conocemos hasta ahora. Lo paradójico es que la refundación del Estado es lo que estaban pidiendo incluso grupos radicales como Nación Camba, para que sea posible la autonomía. Aparentemente entonces la AC sería el camino para obtener autonomías; pero no ha sido visto así desde el Comité Cívico, Nación Camba, y ciertos grupos de poder. Habría que estudiar esto con más detenimiento, pero una hipótesis inicial podría ser que una AC desde la presente y actual coyuntura política, con temas como una nueva ley de hidrocarburos con más impuestos para las petroleras y donde sectores tradicionalmente aislados del poder podrían logar plasmar sus reivindicaciones en la nueva Constitución, amenaza con romper las certezas y “garantías” que daba el Estado neoliberal para el trabajo de las transnacionales y de ciertos sectores que han hecho ya su circuito de trabajo vinculando partidos tradicionales y grupos de poder...
Hay que abrir inmediatamente debate sobre lo que Santa Cruz espera de la Constituyente. Y con decir Santa Cruz hablo no sólo de los llamados empresarios o productores, sino también de grupos y organizaciones sociales que tienen cifradas sus esperanzas en la AC, que presentaron públicamente su propuesta (que dicho sea de paso, es la única propuesta que conozco hasta ahora), como son las organizaciones indígenas y campesinas del Bloque Oriente.
-¿Usted cree que estos grupos tienen dominio sobre el sistema mediático? ¿Controlan medios?
-En cuanto al tema mediático, me parece que somos todos víctimas de la simplificación que proponen varios medios de comunicación. En Santa Cruz y La Paz el centro del debate mediático han sido los insultos y las frasecitas de uno y otro sector. Nadie trató de explicar a fondo el problema, ningún medio (salvo alguna prensa escrita muy meritoria y periodistas muy sacrificados) dijo por ejemplo que el Presidente no puede convocar al Referéndum sino el Congreso. Nadie mostró los proyectos de autonomía de los que piden a gritos la autonomía; nadie analizó realmente qué traería la Constituyente versus un referéndum inmediato sobre un tema puntual; nadie analizó por qué ciertos movimientos sociales como indígenas del oriente y campesinos se opusieron al paro.
Esto lo digo más allá de que desde el gobierno nacional muchos no entienden la demanda cruceña y desprecian la conciencia autonomista, formada históricamente, y también más allá de quienes creen que insultando acortarán el camino hacia sus demandas.
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