Este análisis es parte del libro “Inmunidad. La Ruta de la dominación” que entrará en circulación la próxima semana.
El día viernes 20 de abril del 2005 Lucio Gutiérrez Borbúa fue depuesto como Presidente de la República del Ecuador, por un gran movimiento popular que se inició en el mes de febrero, como se señaló páginas atrás, y cuyo nivel máximo alcanzó cuando el pueblo ecuatoriano, principalmente el de Quito, inauguró una nueva faceta: movilizarse sobre la base de una auto convocatoria, sin que intermedie partido o movimiento político alguno, los cuales fueron objeto de repudio por la corrupción exhibida por sus principales cuadros; con la casi total ausencia del movimiento indígena, cuya presencia había sido decisoria en los ejercicios de democracia real que desembocaron en el derrocamiento de los presidentes Bucarám y Mahuad, principalmente en el caso del segundo; con una gran participación de sectores medios e incluso altos; y, bajo la consigna “que se vayan todos” que denotaba el difundido rechazo a toda la corrupta institucionalidad política.
El derrocamiento de Lucio Gutiérrez posibilitó la sucesión prevista en la Constitución, por lo que el doctor Alfredo Palacio, hasta esa fecha vicepresidente de la República, asumió la presidencia, en medio de una gran cantidad de manifestantes y con la notoria ausencia de miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional que obligatoriamente debían cuidar por su seguridad.
Una vez posesionado y designados los Ministros de Gobierno, de Relaciones Exteriores, de Industrias y Comercio, y de Economía, las primeras declaraciones del nuevo Presidente y equipo de gobierno, aseveraban, en forma explícita, que en su gestión gubernamental se atenderían las demandas planteadas durante la movilización popular.
Efectivamente, Alfredo Palacio Gonzáles, Mauricio Gándara Gallegos (Ministro de Gobierno), Antonio Parra Gil (Ministro de Relaciones Exteriores, Oswaldo Molestina Zavala (Ministro de Industrias y Comercio) y Rafael Correa Delgado (Ministro de Economía), proclamaban como su posición irrenunciable, su guía de acción, como las medidas que adoptarían, las que se detallan inmediatamente.
Mauricio Gándara “descartó otorgar inmunidad penal a los militares estadounidenses y enfatizó la intención del Gobierno de revisar el convenio sobre la Base de Manta” [1].
Igualmente según Gándara, “Ecuador ratifica su adhesión a los principios de la Corte Penal Internacional (CPI) e insistió en que no concederá inmunidad a los soldados de EEUU, como había solicitado Washington”.
Con relación a la Base de Manta, Gándara cautamente dijo que: “Palacio aún no ha decidido en qué situación quedará el convenio. Sin embargo, apuntó la posibilidad de iniciar un proceso internacional para tratar de suspender los efectos del convenio sobre la Base de Manta suscrito en 1999 y ratificado en el 2000, con una vigencia de diez años”, declaración que acotó en el sentido de que: “el presidente Palacio aún no decide en qué situación quedará el convenio”, lo que permitía advertir la existencia de discrepancias, al interior del nuevo equipo, respecto a este tema.
El Ministro de Gobierno Mauricio Gándara: “también enfatizó que Ecuador se alejará del Plan Colombia, auspiciado por EE.UU para la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla del vecino del norte”, agregando que Ecuador mantendrá el principio de no intervención “para no comprometerse en un conflicto ajeno” y para no comprometerse con “los problemas internos y la guerra en Colombia”, a diferencia de los últimos gobiernos que, según dijo, “se habían alineado con las posturas de EEUU respecto al conflicto colombiano”.
Mauricio Gándara igualmente dejó claro que Ecuador pudiera firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, solo si se cumple el principio de “igualdad de condiciones” durante la negociación, posición compartida por el Ministro de Comercio Exterior Oswaldo Molestina cuando aseveró que: “Hay que seguir negociando, pero de igual a igual. Por muy poderoso que sea EEUU no hay que aceptar sus imposiciones. Hay que tener soberanía y autonomía”. Palabras a las que agregó que: “EEUU mantiene una posición demasiado rígida y poco conciliadora y esto no es admisible para un país en desarrollo. Ecuador busca fórmulas de negociación con un socio que lo que hace es endurecer la posición para obtener más ventaja” [2]. Las declaraciones de Molestina respondían a los cuestionamientos que tanto el presidente Alfredo Palacio como él habían expuesto respecto al TLC, en forma constante y pública, antes de asumir el poder
El nuevo Ministro de Economía, Rafael Correa, por su parte aseveraba que, entre sus primeras acciones, estaría la eliminación del Fondo de Estabilización, Inversión y Reducción del Endeudamiento Público (FEIREP), en el objetivo de liberar los recursos del Fondo, actualmente destinados en un 70 por ciento al pago de la deuda externa, para orientarlos hacia los sectores sociales. Ante las reacciones en contra que había despertado esta pronunciamiento, Correa aseveraba que: “hay que derrumbar los mitos. Hemos estado acostumbrados al entreguismo y viene alguien que no es entreguista, y no hace lo que cualquier Ministro haría en otro país y uno es loco. Los locos eran otros, porque la política económica la dictaban extranjeros. Eso va a acabar” [3].
A la luz de las declaraciones antes citadas, el escenario planteaba la posibilidad de asumir una posición soberana en las relaciones con los Estados Unidos y de independencia para con dictados de los organismos multilaterales, principalmente, respecto a los condicionamientos del FMI.
La adopción de una posición soberana, de acuerdo a las declaraciones iniciales, debería reflejarse en la revisión del Acuerdo de la Base de Manta, la no concesión de inmunidad a las tropas norteamericanas, el alejamiento del Plan Colombia y la eliminación del FEIREP.
En lo relacionado con el Tratado de Libre Comercio, se supone un diferimiento de la negociación, así como la búsqueda de una reducción de la rigidez exhibida por los Estados Unidos, lo que habría de reflejarse en resultados más adecuados para el Ecuador.
La independencia respecto a los dictados de los organismos internacionales, principalmente respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial (BM) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se reflejaría en la eliminación del FEIREP, y la consecuente renegociación de la deuda externa en condiciones similares a las de Argentina.
No obstante lo contundente y explícito de sus declaraciones anteriores, luego de la entrevista que mantuvo el Presidente Alfredo Palacio con la embajadora Kristie Kenney, la prensa ecuatoriana mencionó que: “Aunque no se calificó como el “mejor aliado de los EEUU”, como a su tiempo lo hizo el ex presidente Lucio Gutiérrez, el ahora mandatario Alfredo Palacio aseguró que el Ecuador procurará mantener fuertes y buenas relaciones de fraternidad con ese país, empezando por el cumplimiento de “absolutamente todos los acuerdos y compromisos” [4] suscritos hasta la fecha.
Respecto a los compromisos afirmó que: “Ecuador será un país que respete irrestrictamente todos sus compromisos, no habrá ninguna falla”. Agregando que: “Eso incluye la base (militar) de Manta (...) si la base de Manta ha sido concebida como una (forma de) lucha contra el narcotráfico, Ecuador se mantendrá en esa lucha” [5].
En esa línea, respecto a la Base de Manta Palacio fue enfático en afirmar que: “no pedirá la nulidad del convenio que permite que la Base Aérea de Manta sea utilizada como punto estratégico de la política antinarcóticos de los EEUU”, a lo que agregó que: “Este es un convenio cuya vigencia está prevista hasta el 2009 y será el gobierno de esa época el que defina si lo ratifica o no” [6].
En relación al Plan Colombia afirmó que: “es un plan de una nación hermana”, que: “Mantendremos nuestra posición de paz, de respeto y daremos nuestro respaldo a Colombia para que pueda solucionar este conflicto con las organizaciones dedicadas al narcotráfico a la brevedad posible”. El mandatario igualmente aseguró que “Ecuador no intervendrá en el plan de una nación vecina” y recalcó que “no lo hará porque no le corresponde” [7].
El cambio de rumbo respecto a los lineamientos inicialmente promocionados, también abarcó al TLC. Efectivamente el día domingo 25 de abril del 2005, el ministro de Comercio Exterior, Oswaldo Molestina, dijo que el Ecuador ratificó la intención de ser la sede de la X Ronda de negociaciones. Posición que respondía a la nueva posición ministerial que aseguraba que Ecuador cumplirá con el cronograma de actividades establecido por los países participantes de las negociaciones. Al respecto, expresamente aseveró el Ministro: “Nosotros creemos que no hay necesidad de alterar el tema de la sede. Si no se organiza se debilitaría la postura nacional en las mesas. Al momento hay que evaluar la ciudad donde se realizaría; las negociaciones deben continuar” [8].
Finalmente en relación a la eliminación del FEIREP, propuesta en las primeras declaraciones por el nuevo Ministro de Economía, también fue desestimada por el presidente Alfredo Palacio, mediante el anuncio de que: “enviará al Congreso un proyecto para invertir la distribución de los porcentajes del Feirep, el 70% del cual se destina a reducción de la deuda pública, el 20% a la estabilización de los ingresos y el 10% a salud y educación” [9]. Esta posición fue aplaudida por los grandes medios de comunicación social, cuyos accionistas tienen intereses directos incontrovertibles en el pago de la deuda externa. El Diario Hoy afirmaba en su columna Opinión de Diario Hoy de 27 de abril: “Los excedentes por el precio del crudo componen un fondo aleatorio, no son un ingreso corriente, y dependen de las inestables condiciones del mercado internacional; es decir, ampliar con esos recursos las expectativas del gasto corriente, aunque sea en un área de tan vital importancia como la social, solo creará, en el futuro, mayores presiones para desequilibrar el presupuesto”. Posición endeble e insostenible por las siguientes consideraciones:
- No considera en absoluto la posición de precios actuales del petróleo y, principalmente, las previsiones de precios a futuro, las cuales señalan, incluso según los analistas estadounidenses, que mantendrán niveles altos e incluso con tendencia a incrementarse; y,
- Que las anunciada mayores presiones sobre el presupuesto no se producen, cuando se considera que la propuesta del Ministro Correa, por una parte, abarca al monto total del pago de la deuda, y, por otro, implica una reducción del porcentaje a pagarse, supeditado al desarrollo nacional.
El proyecto de reforma anunciado por el presidente Palacio reitera la supeditación de la política económica a los dictados del FMI, la reafirma desestimando no sólo las demandas del pueblo “forajido”, sino también opiniones calificadas y habitualmente bien informadas como la de León Roldós Aguilera cuando asevera: “Expresión de dignidad y soberanía es la reforma que anuncia el Ministro de Economía al fondo que financia la recompra de deuda con el 70 por ciento de lo que produce el crudo pesado. Nunca debió dictarse la Ley que lo establece y deben publicitarse las condiciones en que se la aprobó, para que haya la sanción moral de quienes actuaron contra los intereses nacionales” [10].
Alfredo Palacio “marcha en el mismo terreno” que Lucio Gutiérrez
El poder es invisible. Lo evidente de aquel no va más allá de los resultados de su ejercicio sobre quienes gobiernan, aparentemente a nombre de todos cuando, la verdad, lo hacen sólo bajo los dictados de ese poder invisible, oculto.
¿Qué demandó el poder armado al presidente Palacio, luego del chantaje abierto que implicó el no prestarle la seguridad que se merecía como mandatario electo por el Congreso, para que Alfredo Palacio inicie el abandono de los compromisos durante la rueda de prensa ofrecida en el Ministerio de Defensa, rodeado del alto mando saliente?
¿Qué exigió el poder imperial a través de su embajadora Kristie Kenney, en la corta visita al Presidente Palacio, para que éste, inmediatamente luego de ello haya desautorizado los compromisos de defender la soberanía nacional expresados, en forma explícita, por sus ministros?
¿Qué reivindicó el poder de los organismos multilaterales y que exigió el poder de los poseedores nacionales de los papeles de la deuda externa, banqueros o dueños de los más grandes medios de comunicación, para torcer la voluntad de eliminar el FEIREP?
¿Qué exigió el poder económico de los ecuatorianos de siempre respecto al Tratado de Libre Comercio TLC?. ¿Exigió e impuso el nombramiento del cuñado y accionista de todas las empresas de Alvaro Noboa Pontón?
Sólo por los frutos (la política económica y social) conoceréis el poder oculto. Siete días han sido suficientes. El poder plutocrático oculto, que siempre ha considerado que el destino del Ecuador es el suyo, ha trazado la cancha para el accionar del gobierno del novísimo presidente Alfredo Palacio.
El poder oculto ha dispuesto que “marche sobre el mismo terreno” en el que lo hacía Gutiérrez.
Ha inducido a que el nuevo gobierno acuda a instrumentos de dilación: la estructuración de mesas de concertación en las que supuestamente se definirían las preguntas para una Consulta Popular. Evidentemente esas mesas que sólo servirán para prolongar la permanencia del gobierno y su acción al servicio del poder oculto.
Ha determinado que el nuevo gobierno acuda nuevamente a argumentos falaces como el exhibido para negar la alternativa cierta pronunciada por el Ministro Mauricio Gándara: la denuncia del acuerdo sobre la Base de Manta. No es cierta la aseveración de que este convenio tiene una vigencia inamovible hasta el año 2009. Todo tratado puede denunciarse cuando una de las partes lo cree conveniente.
No es cierto, como inducen a pensar las declaraciones del Presidente Palacio, que la Base de Manta sirve únicamente para la lucha contra el narcotráfico. En este estudio hemos demostrado que los Estados Unidos en forma explícita afirmó que la “Iniciativa Andina Contradrogas” es “parte complementaria del Plan Colombia”. En consecuencia la Base de Manta sirve para un objetivo militar, por lo que los Estados Unidos incluso ha violentado el Acuerdo sobre la Base de Manta.
Igualmente confirma que la Base de Manta es utilizada en el marco de los objetivos militares que los Estados Unidos se plantean para la región andina, el que los fondos que se destinaban, antes de la declaración sobre la complementariedad citada, en forma separada para la lucha antidrogas y para el Plan Colombia, hoy sean manejados en una cuenta única, como lo demostramos en el presente análisis.
Ante la inaugurada “marcha sobre el mismo terreno” de Palacios, sólo debemos recordarle que la movilización popular se halla vigilante. Que en el transcurso de las movilizaciones los ecuatorianos recobramos la dignidad, la voz. Reconocimos una vez más que nuestra unidad nos otorga tal poder que ni la fuerza armada puede oponerse a nuestro designios. Que la esperanza y nuestro futuro lo construimos solos, en la lucha reivindicativa. El nuevo gobierno aún está a tiempo de alinearse con el destino de la nación, con su soberanía. Caso contrario, sus días estarán contados. No le bastará el poder oculto, nacional e internacional, como tampoco fue suficiente para mantener al obsecuente Lucio Gutiérrez.
[1] El Comercio: “¿Ecuador se distancia de EEUU en la era Palacio?, Quito, Ecuador, 24 de abril del 2005
[2] El Comercio: “El TLC seguirá, pero el proceso será revisado: Oswaldo Molestina”, Quito, Ecuador, 25 de abril del 2005
[3] El Comercio: “Correa: la crítica marcó su pasado”, Quito, Ecuador, 27 de abril del 2005
[4] Diario Hoy: “Palacio cumplirá acuerdos vigentes con los EEUU”, Quito, Ecuador, 26 de abril del 2005
[5] El Comercio: “Gobierno ecuatoriano dice que honrará todos sus compromisos”, Quito, Ecuador, 26 de abril del 2005
[6] El Universo” Alfredo Palacio y Kristie Kenney acortan distancia”, Guayaquil, Ecuador, 26 de abril del 2005
[7] El Comercio: “Gobierno ecuatoriano dice que honrará todos sus compromisos”, Quito, Ecuador, 26 de abril del 2005
[8] Diario Expreso: “Molestina: Ecuador aceptó ser la sede de la X Ronda del TLC”, Guayaquil, Ecuador, 26 de abril del 2005
[9] Diario Hoy: “Fondos de ahorro y gasto. Opinión de Diario Hoy”, Quito, Ecuador, 27 de abril del 2005
[10] El Comercio, León Roldós Aguilera: “Vamos adelante”, Quito, Ecuador, 27 de abril del 2005
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