Como hábiles manipuladores de los medios de difusión, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy, el diputado Pierre Lellouche y el juez antiterrorista Jean-Louis Bruguière han hecho de la «guerra contra el terrorismo» el tema central de la precampaña presidencial francesa. El canal estatal de televisión France 3 y el grupo de prensa del fabricante francés de aviones Dassault se prestan para montar el espectáculo.
Los círculos más atlantistas de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), principal partido de la derecha francesa, actualmente en el poder, están desarrollando el tema de la «guerra contra el terrorismo» como argumento electoral en los medios franceses de difusión, especialmente complacientes con los círculos antes mencionados.
La hipótesis de la próxima realización de un posible atentado islamista de envergadura en París irrumpió así en el panorama mediático francés resultando del mayor provecho para dos hombres: Pierre Lellouche, diputado de la UMP por París y presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, y Nicolas Sarkozy, ministro francés del Interior y presidente de la UMP.
El 6 de septiembre de 2005, el canal público de la televisión francesa France 3 retransmitió un documental, que ya había transmitido en septiembre de 2002, bajo el título Terrorisme, la menace nucléaire (Terrorismo, la amenaza nuclear), realizado para France 3 y la agencia Capa por Hesi Carmel, Jean-Marc Gonin y Richard Puech. Jean-Marc Gonin es periodista en el diario Le Figaro y Richard Puech es documentalista y trabaja para la agencia Capa.
Por su parte, Hesi Carmel es un periodista independiente israelí, pero se trata sobre todo de un ex adjunto del director delMossad, el servicio secreto israelí. El documental se basa en testimonios de personalidades estadounidenses, esencialmente demócratas, y especialmente del ex senador Sam Nunn, copresidente de la Nuclear Threat Initiative, organización muy activa en la presentación de una supuesta amenaza terrorista de carácter nuclear. La Nuclear Threat Initiative ha organizado varios ejercicios con simulacros de atentados nucleares alrededor de la sede de la
OTAN [1].
El documental no contenía nada nuevo y ya había dado lugar a numerosas reacciones en la prensa francesa la primera vez que se transmitió. Recordemos que aquella primera transmisión tuvo lugar precisamente en momentos en que Washington trataba de convencer a la opinión pública mundial de la existencia de una amenaza representada por las supuestas armas iraquíes de destrucción masiva y de su posible adquisición por grupos terroristas.
Sin embargo, al día siguiente de la retransmisión, el diario Le Monde, periódico de referencia de la élite francesa, le dedicaba de nuevo una amplia cobertura. El cronista televisivo del diario, Dominique Dhombres, elogiaba el trabajo investigativo de los tres realizadores, aún encontrándolo demasiado alarmista, y afirmaba que «uno llega a preguntarse, después de haber visto el documental de Hesi Carmel, Jean-Marc Gonin y Richard Puech, de la noche del martes en France 3, cómo es que no se a producido aún [un attentado nuclear]» [2], observación que se vuelve especialmente adecuada cuando se tiene en cuenta que no se ha producido nada de eso desde que se hizo el documental. En la misma edición, el diario Le Monde revelaba que el ministerio francés del Interior estaba trabajando en la redacción de una nueva ley antiterrorista. Se promociona la amenaza para justificar la solución.
Rápidamente se supo que las líneas generales de dicha ley iban a ser presentadas en un emisión especial de televisión sobre «la amenaza terrorista» en Francia que se transmitiría, una vez más, a través del canal France 3 en el marco del programa Pièce à conviction. Con motivo de tal ocasión, esa revista, que ocupa habitualmente la segunda parte de la programación nocturna, fue programada como prime time, o sea, en el horario de mayor audiencia, el 26 de septiembre de 2005.
Se trataba nada más y nada menos que de la cuarta ocasión que se transmite en el horario de máxima audiencia esa revista mensual creada en octubre de 2001, teniendo como invitados a Nicolas Sarkozy y al juez antiterrorista Jean-Louis Bruguière. El programa se grabó el 21 de septiembre de 2005 y el ministro del Interior lo utilizó para presentar su texto, que endurece considerablemente los textos en vigor. Insistió especialmente en que en Francia «existe la amenaza terrorista, alcanza un nivel muy elevado» y habló de que una célula terrorista acababa de ser desmantelada.
Sin embargo, antes de la grabación del programa no se había registrado arresto alguno. Las detenciones no tuvieron lugar hasta la mañana del día en que se transmitió el programa, hecho que puso al terrorismo islamista –muy oportunamente–en el centro de la actualidad. A las 06:00 horas, las unidades de élite de la policía francesa, el RAID (bajo las órdenes del ministerio del Interior), arrestaron a nueve personas acusadas de preparar atentados terroristas en París, a petición del juez Bruguière.
Los arrestos tuvieron lugar ante las cámaras de los tres canales más importantes de la televisión francesa, TF1, France 2 y France 3, que estaban en el lugar de los hechos antes de la llegada de la policía. France 3 incluyó el suceso en la primera plana de su sitio en Internet, inmediatamente debajo de la tira publicitaria que anunciaba la transmisión programada para aquella noche.
Para la prensa francesa no cabía duda de que los nueve arrestados eran miembros de una red islamista peligrosa para la seguridad del país. Como sucede a menudo, los medios de difusión retomaron los comunicados de prensa y las informaciones que se «filtraban» de círculos vinculados a la investigación y olvidaron completamente la presunción de inocencia.
Sin embargo, el 30 de septiembre de 2005, sólo cuatro de los nueve arrestados fueron presentados a la fiscalía con vistas a la posible presentación de cargos. Recordemos que el juez Bruguière nos tiene acostumbrados a los arrestos sorpresivos y mediáticos en los que se antepone la razón de Estado al respeto del derecho [3].
Este verano, Bruguière se destacó de nuevo al llevar a cabo, con grupos de la Dirección de Vigilancia Territorial (DST), el arresto de un padre y su hijo en Wervicq-Sud, en el departamento del Norte, cerca de Lille. El arresto tuvo lugar el 26 de julio de 2005 a las 6:00 horas ante las cámaras del canal France 2 y los fotógrafos de la Agencia France Presse, que se enteraron mediante oportunas «filtraciones» de la información y que gozaron incluso de la ayuda de los helicópteros de la policía para tomar imágenes aéreas del arresto [4]. Una vez más, los medios de difusión se volcaron contra los «terroristas».
Pero ambos hombres fueron liberados tres días después de su arresto sin que se presentaran cargos contra ellos. En el aspecto mediático, la liberación fue mucho más discreta que los arrestos. Hay que señalar que todo este show «antiterrorista» tenía lugar en un momento que estaba lejos de ser neutro en el plano mediático. En efecto, Francia y España habían firmado poco antes una declaración común en la que se precisaba la necesidad de luchar contra el terrorismo. Sin embargo, el arresto de los dos hombres se basaba en supuestos vínculos con los atentados cometidos en Madrid el 11 de marzo de 2004.
Por otro lado, la víspera de la operación, Nicolas Sarkozy había realizado una visita, programada desde mucho antes, a la sede de la DST, el cuerpo que realizó el arresto. Allí confirmó la fusión de los servicios antiterroristas de la DST, los del cuerpo de Renseignements généraux [Información General] (RG) y la división antiterrorista de la Policía Judicial.
En Wervicq, al igual que en Trappes, los arrestos se produjeron en el momento más oportuno.
Durante el programa que transmitió France 3 el pasado 26 de septiembre se habló ampliamente de los riesgos de ataque terrorista contra la capital francesa. El tema no apareció en los medios a raíz de la transmisión del programa; éstos venían hablando de él desde semanas antes.
El 10 de septiembre de 2005, Pierre Lellouche publicaba en Le Figaro una tribuna en la que denunciaba la falta de preparación de las autoridades municipales socialistas de París en caso de ataque terrorista [5]. El autor exponía, como prueba de sus profundos conocimientos, sus propios contactos con las autoridades estadounidenses especializadas en la lucha antiterrorista.
El diputado Lellouche mantiene, efectivamente, estrechos vínculos con los círculos republicanos estadounidenses, tanto que ni siquiera dudó en condenar ante la muy conservadora Fundación Heritage [6] la decisión francesa de no participar en la guerra contra Irak. Es probable que la decisión de Le Figaro de publicar su artículo no sea casual ya que el principal accionista de ese diario conservador es el grupo Dassault. El diputado Lellouche creó junto a Olivier Dassault el Círculo Internacional, una asociación empresarios y políticos atlantistas, y el propio diputado parisino es cronista en el semanario Valeurs actuelles, que también pertenece al grupo industrial Dassault, desde 1998.
Esa tribuna aprovechó el entusiasmo por el tema del terrorismo en los medios en ocasión del cuarto aniversario de los atentados ocurridos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001 [7]. Como aspirante a la candidatura de la UMP a la alcaldía de París, Pierre Lellouche situaba ese tema como centro de su campaña interna contra sus competidores desarrollando a la vez una problemática vital dentro de la estrategia mediática del presidente de su propio partido, Nicolas Sarkozy.
En ese intento de imponer una problemática de seguridad durante la campaña, Lellouche tuvo la ayuda, voluntaria o no, de medios y políticos de izquierda. Es así que, el 21 de septiembre de 2005, el diario francés de izquierda Libération dedicó la primera plana y un bloque especial de artículos a las acusaciones de la UMP contra el alcalde socialista de París, Bertrand Delanoe, y reveló las medidas de seguridad previstas por la prefectura de policía de París.
Las informaciones de Libération daban crédito a la tesis sobre la existencia de un alto riesgo de atentado contra la capital francesa. Ese mismo día, en la radio pública francesa France Inter, Bertrand Delanoe contradecía las acusaciones de laxismo en su contra (pero no el peligro terrorista) durante una entrevista de 15 minutos, al término de la cual dedicó una hora a responder preguntas de los oyentes. El diario matutino de esa radio es el de mayor audiencia en toda Francia. France Inter le dedicó también un debate al tema del peligro terrorista en Francia en su noticiero estelar de la una de la tarde.
Esa difusión mediática de las acusaciones de Pierre Lellouche, el 21 de septiembre, llevó al diputado al primer plano de la campaña por la candidatura a la alcaldía de París y constituyó la introducción perfecta para el «show» antiterrorista de Nicolas Sarkozy el mismo día en que este último grababa su programa en el canal France 3.
Actualmente, el ministro del Interior ocupa el centro de los debates, al igual que los axiomas de la política internacional de Washington.
Nicolas Sarkozy aprovechó la cuestión del velo islámico para introducir el tema del «choque civilizaciones» en el debate político nacional francés [8], y ahora está retomando el tema de la «guerra contra el terrorismo». Lo hace además en momentos en que se está sopesando en Washington el financiamiento de su campaña para la elección presidencial de 2007 [9] y en que el propio presidente de la UMP organiza un envío masivo de spam a través de las redes francesas de correo electrónico para reclutar partidarios con vistas a la «preparación del proyecto 2007»[Un correo electrónico titulado «[Participez à la préparation du projet 2007[Participe en la preparación del proyecto 2007]» ha sido enviado a 300 000 internautas franceses que se conectaron con los sitios Voyages-sncf.com, Aquarelle.com, Mistergooddeal.com o Ticketnet.fr, empresas que tienen contratos publicitarios con la firma Maximiles.]].
[1] «Aurore noire sur Bruxelles», Voltaire, 6 de mayo de 2004.
[2] «La «valise nucléaire» de Ben Laden», por Dominique Dhombres, Le Monde, 8 de septiembre de 2005.
[3] «Jean-Louis Bruguière, un juge d’exception», por Paul Labarique, Voltaire, 29 de abril de 2004.
[4] «La présomption d’innocence fait les frais de la médiatisation», por Ludovic Finez, Club de la presse, Nord-Pas-de-Calais, agosto de 2005
[5] «Terrorisme: la menace urbaine», por Pierre Lellouche, Le Figaro, 10 de septiembre de 2005. Aquel artículo fue abordado en nuestra rúbrica Tribunas y Análisis el 14 de septiembre de 2005. El lector notará seguramente la similitud entre el título de esa tribuna y el del documental «Terrorisme, la menace nucléaire», retransmitido cuatro días antes por France 3
[6] «Madelin et Lellouche contre Chirac», Voltaire, 15 de abril de 2003
[7] Para ese aniversario, el canal France 3, decididamente conocedor del tema del terrorismo, transmitió el 12 de septiembre de 2005, en el horario de máxima audiencia, un «documental de ficción» intitulado «11 septembre, les révoltés du vol 93», que supuestamente mostraba los últimos momentos del vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en Pensilvania el 11 de septiembre de 2001
[8] «Nicolas Sarkozy agite le voile islamique», Voltaire, 19 de enero de 2004.
[9] «La nouvelle stratégie européenne des néo-conservateurs», por Thierry Meyssan, Voltaire, 27 de septiembre de 2005
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