El «triángulo» de la Triple Frontera, donde se unen las líneas fronterizas de Paraguay, Brasil y Argentina, se ha convertido en el observatorio estratégico del Mossad y el Pentágono. A partir de este observatorio James T. Hill, comandante en jefe del Comando Sur ha señalado a los adversarios de la democracia.
La prueba de los intereses en juego de George W. Bush y el Likud en América Latina la ofreció el ministro israelí de Turismo, Ben Elon, al presentarse en su visita a Estados Unidos al inicio de 2004 ante líderes del cristianismo renovado, con quienes llegó a un acuerdo para intentar convertir al cristianismo a musulmanes que defienden «métodos asesinos en su lucha contra Israel y contra Occidente».
«Id de mezquita en mezquita y llevad la luz a los musulmanes», dijo Elon y agregó: «Id a todos los asesinos musulmanes que han olvidado que está prohibido matar. Convertid a los musulmanes en cristianos creyentes y en buenas personas».
Pero, ¿Quién decide cuál musulmán es el que merece ser convertido en cristiano creyente y en buena persona?
La respuesta es sencilla: el Mossad, el espionaje exterior israelí, cuyos agentes acaban de prevenir al mundo sobre el peligro de que Hamás y Jezbolá, dos movimientos palestinos, se consoliden en América Latina. Esta opinión coincide con la que la CIA ha difundido desde que una fuerza expedicionaria norteamericana se apoderó de la Triple Frontera en Paraguay.
Norteamericanos e israelíes coinciden en que los grupos islámicos concentran sus esfuerzos en el triángulo fronterizo que une a Brasil, Argentina y Paraguay. El informe correspodiente fue emitido por el general Peter Pace y ha sido ratificado por los servicios secretos de Israel (diario Haaretz). El informe se refiere a que el triángulo «es un centro para el tráfico de armas, blanqueo de dinero y actividades que respaldan a grupos terroristas en América Latina».
De esta manera se prepara el terreno para la evangelización en el campo de los malos que no tiene más límite que el que deseen los israelíes y norteamericanos. Si no aceptaran la conversión queda el aislamiento extramuros. Así se prepara la conquista de América Latina por parte de la aplanadora fundamentalista judía y protestante.
Por su parte, el jefe del Comando Sur, James T. Hill, se ocupó ya de señalar a los blancos potenciales del Pentágono. Cuando ofreció el señalamiento en una conferencia de prensa en marzo último de la identidad de los enemigos de la democracia en la América Latina, reveló que el narcoterrorismo es la amenaza más peligrosa porque «está bien financiada y es extremadamente violenta». Agregó que los países que corren más peligro son Colombia, Perú y Venezuela.
En el caso colombiano se refirió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FARC y al Ejército de Liberación Nacional. En el peruano a Sendero Luminoso y en Venezuela a los grupos islámicos que se refugian en la Isla Margarita. Hill citó al presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez quien dijo que «el terrorismo no respeta fronteras. Les va a llegar, no es un problema colombiano, el problema es de todos y se convierte en una amenaza». los observadores han interpretado este absurdo análisis como una amenaza contra el estado venezolano encabezado por Hugo Chávez.
Además, el comandante del Sur señaló respecto de Venezuela que es preocupante ver como Hugo Chávez se acerca al totalitarismo (pensábamos que el motivo de preocupación esencial era el narcoterrorismo NR).
El 16 de abril Hugo Chávez respondió a las amenazas vertidas en su contra por el militar norteamericano y por el ejecutivo federal colombiano. Respondió a la periodista argentina Stella Calloni: «Hemos acusado al gobierno de Estados Unidos ante la OEA de intervencionismo, tanto por los golpes como por su presencia militar alrededor de Venezuela, y al conocer ahora las evidencias de como financian a los grupos de oposición en sus actividades golpistas y desetabilizadoras». Un estudio de la abogada norteamericana Eva Golinger y del periodista James Beguard, «basado en documentos solicitados por ellos al amparo de la Ley de Libertad de Información revelan ese financiamiento», y desde luego revelan el ánimo de los Estados Unidos de derrocar al gobierno de Chávez.
Hill comentó que está alarmado por la gran cantidad de islámicos que se amparan en la Isla Margarita, en Venezuela. Según el militar norteamericano hay seis millones de personas originarias del Medio Oriente en América Latina, de las cuales la mitad son islámicas (no reveló la identidad étnica de la otra mitad. NR). Hizo una advertencia sobre la Isla Margarita donde, según él, los grupos islámicos han incrementado su número en los últimos meses.
PS: Hill no se refirió a los 84 grupos guerrilleros que velan sus armas en diferentes partes de México, según fuentes militares.
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