Gerhard Schröder, que hace un mes era todavía canciller de Alemania, aceptó presidir la compañía encargada de la construcción de un gasoducto que una a Rusia con su país y Europa Occidental a través del Mar Báltico. Existe un conflicto de intereses y ese problema moral se ve magnificado por el hecho de que en estos mismos momentos, Rusia, por intermedio de la empresa estatal Gazprom, amenaza con interrumpir el suministro de gas a Ucrania. Hoy en día, amenazar con cortar el gas a Ucrania representa cortarle el suministro a Europa Occidental. Con el nuevo gasoducto que bordearía a Ucrania, Polonia y los países bálticos, los descendientes de la ex KGB allegados a Putin no tendrán ya que preocuparse por la reacción de Occidente y podrán presionar a sus vecinos postcomunistas.
¿Puede Europa dar a Rusia semejante arma imperialista? ¿Puede Europa aceptar ponerse de ese modo bajo la bota de Rusia? El hecho de que un ex canciller participe en ese proyecto muestra la arrogancia europea ante las ambiciones neoimperialistas de Putin. Cuando Europa dependa de la energía rusa, el Kremlin no tendrá ya que preocuparse por las críticas acerca de los Derechos Humanos y la democracia, y ya disfruta de ello. Europa esperaba que Rusia se fuese volviendo cada vez más «europea», pero Putin, en cambio, lo que hizo fue construir un bastión energético que protege a la nueva élite proveniente de la KGB. Después de haber impuesto su voluntad a los rusos, Putin hará lo mismo con los ciudadanos de las naciones independientes. Como ex presidente de la Lituania independiente, he enfrentado a menudo las amenazas rusas.
El Kremlin es muy fuerte y simula el idealismo democrático, pero observen cómo trata a los chechenos, a Mijaíl Jordorkovsky, cómo hostiga a las ONG extranjeras y acusa a Yuliya Tymoshenko. No puede considerarse que Rusia forme parte de un espacio común de Derechos Humanos y de democracia con la Unión Europea. Rusia no constituye ya un aliado confiable contra el terrorismo. ¿Puede acaso concebirse que la patria del «Terror Rojo», de los innumerables crímenes cometidos impunemente en la era soviética y de las manos aún manchadas con la sangre de habitantes desde Lituania hasta el Cáucaso pueda en verdad ayudar a combatir la amenaza mundial que encarnan Irán y Corea del Norte?
Durante décadas, la región de Europa de donde provengo se vio abandonada en las manos del Mal. Es por ello que no puedo guardar silencio cuando Europa tropieza ciegamente con una nueva política de contemporización.

Fuente
Daily Times (Pakistán)
Free Republic (Estados Unidos)
El Tiempo (Colombia)

«Russia’s pipeline to Empire», por Vytautas Landsbergis, Free Republic, 16 de diciembre de 2005.
«Russia’s pipeline to empire», Daily Times, 17 de diciembre de 2005.
« El gasoducto ruso, hacia el imperio », El Tiempo, 20 de diciembre de 2005