No pensábamos que el desacuerdo entre el movimiento Hamas y Al Fatal se estableciera tan pronto. Por el contrario, todo parecía indicar que las cosas se desarrollarían por el buen camino entre ambos movimientos.
Las decisiones tomadas por el presidente de la Autoridad Palestina y el Ministro del Interior en lo referente a la formación de una fuerza de seguridad integrada por activistas provenientes de grupos armados reflejan una especie de prueba entre el gobierno y el presidente de la Autoridad Palestina. Dándose cuenta de que pierde cada vez más poder, el gobierno de Hamas decidió formar esta fuerza para ganar terreno.
La oposición de Mahmud Abbas en este asunto confirma el surgimiento de dos fuerzas decisionales en Palestina, lo que hace más complicada la coordinación entre los diferentes actores palestinos.
Partiendo de estos mismos datos, es lamentable ver que «la guerra» ya se ha desencadenado entre los dos principales movimientos en Palestina. Sobre todo después de que Hamas lanzara acusaciones en lo referente a lo que llamó un «gobierno fantasma».
Es abusivo hablar de guerra civil, pues el pueblo palestino está consciente de que esta haría más delicada aún la situación. Por lo tanto, para encontrar salidas a la crisis actual es necesario reformar el gobierno palestino de forma más armoniosa y no dejar que el equipo de Hanieya se enfrente solo a su suerte.
«إحتكاكات فتح ـ حماس : وزارة ظل أم خطاب فتنة؟», por Ali Badouan, Asharq Alawsat, 23 de abril de 2006.
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