Se fundó en “La Cueva del Once”, junto a Nebia, “Tanguito”, Javier Martínez, Sandro, Pipo Lernaud, y tantos otros fundantes de una historia que los sigue.
Junto a ellos, muchos anónimos, desconocidos del tiempo (que siempre han existido). Personas que están allí en el lugar donde "algo está pasando", pero que luego la memoria los devora. No fue el caso de Mauricio Birabent, Moris, quien ya hace más de 40 años decía: "Niego a todos los maestros del mundo. Un gato está más cerca de la realidad que el Himno Nacional. Ford no puede fabricar una mandarina. Proartel (actualmente Canal 13) habla de Dios y lo deja al final para darle un toque bueno a su negocio. Soy un Dios con una venda en los ojos".
Moris: Voz de noches de boliches de la "calle que nunca duerme", putisclub, postura corporal de canchero, de aguante, de copas, creación y bardos.
Porte de tanguero, de vaquero gastado y camisa a cuadros. Integrante de un fin de década que se las traía: Mayo francés, Piazzola o Troilo, los milicos en el poder, el cordobazo, la Revolución Cubana, los tacheros a cuerda, jóvenes de clase media que veían que todo no iba mejor con Coca-Cola.
Y el "ronco" tiraba:
Ayer nomás, / en el colegio me enseñaron, / que este país / es grande y tiene libertad. / Hoy desperté / y vi mi cama y vi mi cuarto / en este mes no tuve mucho que comer.
Moris, recorría (seguramente sin saberlo) un estrecho camino que le daría mote de porteño y rockero, al mismo tiempo. No son muchos los que llevan esos dos corazones musicales.
Y escribía (escribe) marcando una cancha en la que la sangre hecha de corcheas se nutren de la esencia del tango, con la indomable fuerza del Rock.
¿Alquimia posible? Imaginemos un fuelle, dos guitarras, y su voz, su voz bronqueal cantando:
Todo empezó con el chiste que decía / lo tuyo es mío y lo mío es mío / no comprendimos que eso sería / lo que algún día nos mataría / fueron los días, los días de oro / y el sol brillaba sin preguntar
después crecimos y nos fuimos del barrio / pato trabaja en una carnicería / tiempos aquellos de rosedales / novias de Flores, primeros cigarrillos / nunca al colegio, siempre la vida / y las mañanas del sol aquel.
Moris, tango. Moris, Rock. Moris cronista de un tiempo, el de muchos.
(*) Nota publicada por Buenos Aires Sos (http://www.buenosairessos.com/articulo-209.html)
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter