Declaración de principios

Cabe recordar que en 2003 la Normal tuvo que movilizarse para exigir la destitución de los directivos. Fracasó. Se perdió el movimiento y el internado. El movimiento duró varios meses, pero no se logró nada. Algunos estudiantes desertaron y se pasaron a la subsede que impulsó el gobierno estatal. Al final del movimiento se dio una salida política: se firmó un documento en el que se especificaba que la reapertura del internado se tocaría en el siguiente año. En el mismo documento, el gobernador se comprometía a regresar el internado.

En 2004, al ver que el gobernador no respondía al llamado de los estudiantes, los compañeros de El Mexe decidieron levantarse en movimiento. Se realizó una campaña nacional de difusión. Se buscaba poner en evidencia el incumplimiento del gobierno e iniciar un movimiento con fuerza. Los cuerpos de granaderos comenzaron las represiones y las autoridades estatales cerraron todas las entradas de Hidalgo a los normalistas rurales de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México. Con todo, se establecieron varias mesas de negociaciones. La posición del gobierno estatal era que en lugar de internado se daban 2 mil pesos a cada estudiante para pagar una vivienda y que así era mejor.

El movimiento concluyó con cinco presos políticos, uno de ellos de la Escuela Normal Rural de San Marcos, Zacatecas. Y tampoco se logró nada. Varios meses después se consiguió la liberación de los presos políticos.

Es necesario apuntar que el gobierno de Hidalgo debe una explicación, y no sólo del por qué del cierre de una de las instituciones de educación superior más importantes en la historia de la entidad, sino también del uso de los recursos públicos –tanto federales como estatales– destinados a El Mexe. Han sido casi dos lustros desde el cierre de la Normal y no se han rendido cuentas. En 1985 el presupuesto daba para sostener a 872 alumnos becados. Estas becas eran necesarias para la comida (el servicio de comedor), vestido, recreación estudiantil y demás necesidades de los estudiantes.

Las hectáreas de terrenos fértiles generaban cierta producción, pero no la suficiente y los establos se fueron perdiendo porque los animales vacunos y porcinos no tenían alimentos necesarios.

Ahora solicitamos el fin del receso de la Escuela Normal Rural de El Mexe. Es necesario destacar que esta institución representó y representará una alternativa para que los alumnos de bajos recursos económicos continúen sus estudios superiores.

El receso al que se ha sometido a la escuela atenta contra los derechos de grupos vulnerables. Además, ha provocado un déficit de maestros en las escuelas de educación básica de la entidad. Y muchos de los maestros que son enviados a las comunidades campesinas no cuentan con el perfil adecuado.

Estos años de receso ya son suficientes. Es necesario que se atienda la petición de reapertura de la Escuela Normal Rural Luis Villarreal, de El Mexe, Hidalgo. Tenemos claro que su cierre no fue definitivo. El documento no dice “cierre”, sino “receso”. En efecto, la treta de las autoridades fue no establecer cuánto duraría ese receso. En los hechos se trata de una suspensión de una licenciatura en educación primaria que permitía a muchos jóvenes de bajos recursos estudiar y preparase para una mejor vida en el mundo profesional.

Reiteramos nuestro llamado respetuoso pero enérgico: la Escuela Normal Rural Luis Villarreal debe reabrir sus puertas a los hijos de campesinos y obreros de nueva cuenta. Si las autoridades no escuchan el clamor del pueblo, éste se dará las vías para construir y reabrir las escuelas para sus hijos.

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Fuente
Contralínea (México)