Por iniciativa de Mohammed Sammak, secretario general del Comité Libanés del Diálogo Islamo-Cristiano, personalidades musulmanas –tanto sunnitas, como chiitas y drusas– lanzan un llamado a subrayar la diferencia entre el Emirato Islámico y el islam.
Los cristianos están siendo víctimas, en algunos países árabes, sobre todo en Siria y en Irak, de una campaña de persecución sin precedente en la historia de los sociedades árabes.
Fruto de esa represión, la expulsión de los cristianos de sus ciudades y poblados así como la confiscación de sus casas y bienes, privados y públicos, y la violación de la santidad de sus iglesias y monasterios constituyen crímenes contra la humanidad, contra la religión y contra la nación.
Esos crímenes bárbaros y trágicos cometidos en nombre del islam son un atentado contra el islam. Es por ello que nosotros, musulmanes firmantes, hemos estimado que nuestro deber humano, nacional y religioso nos impone subrayar lo siguiente:
Condenamos públicamente y en los términos más enérgicos esos crímenes, a sus autores y a quienes los incitan y los explotan.
Llamamos al conjunto de las autoridades religiosas islámicas en el mundo árabe a tomar la iniciativa de liberar el islam de las fuerzas oscuras que lo han expoliado y que nada tienen que ver con las enseñanzas y el espíritu de esta religión.
Llamamos a los gobiernos árabes a asumir sus responsabilidades morales y constitucionales hacia los ciudadanos inocentes agredidos, cuyos santuarios han sido violados y cuyos bienes han sido robados por fuerzas perversas y por vándalos que nada tienen que ver con la humanidad ni la religión.
Llamamos a las asociaciones de la sociedad civil a tomar la iniciativa de ofrecer ayuda humanitaria a nuestros hermanos cristianos agredidos en espera de que sus ciudades y poblados sean liberados del puñado de salvajes del Daesh (Emirato Islámico, ex EIIL) y de la devolución de sus bienes.
Llamamos a los gobiernos de los países amigos a no estimular la emigración de nuestros hermanos cristianos oprimidos. Aunque estimamos la ayuda moral y humanitaria que se les ofrece, estimamos que lo adecuado es golpear con un puño de hierro a los agresores en vez de ayudarlos a realizar sus objetivos desgarrando el tejido de las sociedades árabes plurales.
Llamamos a la Organización de la Cooperación Islámica y la Liga Árabe a coordinar con la ONU y con el Consejo de Seguridad una iniciativa internacional común que enfrente el peligroso fenómeno terrorista, que constituye una amenaza para la seguridad y la paz internacionales.
Como musulmanes firmantes consideramos que la pretensiones de Daesh, supuestamente en defensa del islam, son el peor de las agresiones contra el propio islam. Se trata del peor peligro que ha enfrentado [el islam] desde el inicio del siglo XXI.
También consideramos que las agresiones contra nuestros parientes y nuestros hermanos cristianos constituyen una agresión contra nosotros mismos. Las violaciones de la santidad de sus iglesias son una violación de nuestras mezquitas.
Cristianos y musulmanes del Oriente han creado una cultura única. Son capaces de construir su porvenir junto y acompañando la civilización humana, con todos sus valores y su moral.
Firmantes:
El presidente del Parlamento libanés Nabih Berry;
el ex presidente del Parlamento libanés Hussein Husseini;
el ministro libanés del Interior Nouhad Machnouk;
la presidenta de la Fundación Moussa Sadr Rabab Sadr;
el director general de Dar el-Aytam Khaled Kabbani;
el secretario general de los Makassed Amine Daouk;
el vicepresidente del Conseil Superior Islámico jeque Omar Miskawi;
los diputados libaneses Marwan Hamadé, Bahia Hariri, Assem Araji, Jamal Jarrah, Amine Wehbé, Ziad Kadri, Khaled Daher, Mouin Merhebi, Samir Jisr, Mohammad Kabbara, Ahmad Fatfat, Kazem Kheir, Kassem Abdel Aziz, Ammar Houri, Mohammad Kabbani, Ghazi Youssef, Mohammad Hajjar, Abbas Hachem, Hani Kobeyssi, Ali Fayad, Ali Khreiss, Kassem Hachem, Walid Succariyé, Ali Mokdad, Nawar Sahili, Abdel Magid Saleh, Ali Bazzi, Yassine Jaber, Bilal Farhat, Ali Ammar;
el director general del Parlamento Ali Hamad,
así como los señores Fouad Makhzoumi, Mohammad Baalbacki, Radwan el-Sayed, Tarek Ziadé, Abbas Halabi, Adnane Halabi, Hamadé Hamadé, Mazen Chérif Fayad, Nazih Hassan Zayour, Rami Rayess, Bachir Abou Akar, Camille Sarieddine, Nizar el-Baradihi, Nach’at Hilal, Mohammad Hussein Chamseddine, Fouad Chbaklo, Adnane Mroué, Salwa Baassiri, Hussein Yatim, Mona Fayad, Hicham Nachabé, Bassam Barghout, Bassam Baassiri, Mounir Doueidi, Maha Majzoub, Bouchra Haffar, Randa Daouk, Youssef Bazzi, Rima Jaradi, Alia Mansour, Hatem Chahine, Nada Majzoub Agha, Mohammad Doueidi, Jihad Saleh Haidar, Hicham Debsi, Tammam Naccache, Mohammad Mekdachi, Youssef Salam y Hassan Charif.
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