Comenzó la carrera electoral distrital y como toda competencia hubo mucha trampa y varios le sacaron jugo a la delincuencia pisoteando la democracia, pero eso sí, todos fingieron ser damas y caballeros a carta cabal.
Al compás del juego de colores de parchís iniciamos la partida que data de las elecciones municipales del 5 de octubre en un pequeño distrito de Lima, Perú, en América del Sur.
Eran cinco héroes de gran valor tales candidatos cuya misión era de proteger, y que en vez de ser inseparables e invencibles en el camino como cuervos se sacaron los ojos.
La ficha roja tuvo muy poco tiempo y comenzó en desventaja pero no vaciló al estilo del compás del tránsfuga camaleónico, más bien fue consecuente aunque lo anecdótico fue que los ideales del fundador de aquel partido con ideologías de antaño y utópicas habían logrado preparar entre su gente a un ex presidente hasta por dos veces.
Una de las crías de dicho líder que se ganó entre ellos, los del partido de la ficha roja, el título de "presidente", vivía muy cerca del local de aquel partido y esta chica de humo, en vez de apoyar solo lanzaba sus fuegos como dragón encolerizado, con el fin de quemar al partido de su señor padre, bueno eso es lo que decían los militantes, aquella chica de humo es muy guapa y además inteligente pero sin estar nunca presente comentaron que incendió con sus frases lapidarias e incomprendidas apoyando siempre a un corpulento, serio y varonil hombre de barba con mucha personalidad quien era la ficha azul.
Una niña bonita que pertenecía al partido de la ficha roja, y que representa al partido con un cargo público en el Congreso, sorprendió a propios y extraños cuando apoyó abiertamente a un joven candidato que fue la ficha blanca.
El candidato de la ficha roja fue bautizado con honores el 3 de julio del 2014 con un robo estelar con acompañamientos de efectos especiales incluidos de destrucción de vehículo, todo por atreverse a involucrarse en la "mera" política como dirían los mexicanos.
La ficha azul, era un hombre conocido por la comunidad de su distrito, llevaba mucho tiempo en campaña y que cuatro años antes en las elecciones pasadas había participado pero no logró el objetivo anhelado, habían quienes decían que dicho varón era el candidato de los ricos, tristemente estas elecciones tampoco pudo llegar a la partida.
La ficha blanca tenía un aire un poco relajado, era agradable, amable, y aunque aparentaba ser medio pituco, muchas veces transmitía sencillez, lo conocí mucho antes de empezar la partida por sus pomposos paneles que decoraban toda su comunidad, hacía prolongadas caminatas y fue uno de los primeros en ser atacado por medio de la destrucción de sus paneles, la ficha blanca no se salvó de la guerra sucia, pero este entusiasta tampoco llego a la meta.
La ficha verde era la distinguida autoridad, una dama simpática, guapa y emprendedora, quien iba por la reelección, en sus sofisticados paneles puso siempre frases familiares, como: "soy parte de ti y sigo contigo", al parecer los de abajo no la estimaban mucho puesto que según decían exigían siempre se les informara de dónde provenía tal despliegue dinerario en su campaña, respuesta que por supuesto el pueblo nunca logró escuchar.
La ficha amarilla era un ex alcalde anterior al gobierno municipal de la dama con sonrisa tierna, llevaba como cuatro años de campaña, hay quienes decían que representaba al partido "de la plata como cancha", se le notaba que había sido un hombre del pueblo y la gente de los estratos socio económicos más desventurados lo apoyaban y mucho.
Aquí aparece también el dado que forma parte del juego de colores, el dado llevaba como símbolo de su partido una linda y acogedora casita que te invitaba casi a entrar en ella, éste llamo la atención el día del esperado debate de los diez candidatos, donde salió a relucir su lucidez, su buen discurso y articulada y bien pensada oratoria, además tenía simpatía y optimismo, junto a la ficha roja, fueron los que más destacaron en tal debate, fue una lástima que no haya sido televisado, el dado, hubiera sacado mayor puntuación si alguien más lo hubiera escuchado.
Por alguna razón desconocida la ficha amarilla, verde y blanca nunca asistieron a tal debate.
Al final de la carrera, el derroche de dinero que daban las fichas, amarilla, verde, blanca y sin confirmar la azul, fue impresionante, regalos, artefactos, músicos gruperos de moda y según los mal hablados regalaban mucho alcohol para tener entrelazados y manejados a sus futuros electores.
La guerra intercontinental se dio entre todos los candidatos, al final de la carrera los más sindicados como autores de tales desbandes de maldad fueron la ficha amarilla y la ficha verde, según dicen, todo por la codicia del poder aunque según los más ligeros de opinión culparon más que a nadie a la ficha amarilla, ¿cuál será la verdad?, eso sólo Dios lo sabe, aunque hubo actos delictivos muy bien organizados que si los sigo contando más van a parecer cuentos de ultratumba y no de este juego de colores de parchís.
El ganador por segunda vez, fue la ficha amarilla, y todas las denuncias y procesos judiciales que tiene encima no hicieron mella en ninguno de los votos de sus fans del electorado, la ficha azul quedó en segundo lugar a una larga distancia, los resultados no fueron para nada los esperados y pese a quien le pese aquel señor es quién ha ganado y este juego se ha acabado.
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