Siguiendo instrucciones de mi Gobierno, quisiera transmitirle información relativa a los bárbaros atentados terroristas perpetrados con coches bomba que tuvieron lugar en la mañana del 11 de junio de 2016 en la ciudad de Sayyidah Zaynab, en la provincia de Damasco Rural, y a los actos terroristas cometidos en otras partes de la República Árabe Siria.
Grupos terroristas armados ejecutaron dos atentados con bombas en la ciudad de Sayyidah Zaynab, en la provincia de Damasco Rural. En el primer ataque, un coche bomba hizo explosión en un mercado de verduras en la calle Tin cuando había una multitud de compradores, mientras que en el segundo ataque, un terrorista suicida detonó su chaleco explosivo en medio de los civiles congregados cerca de la entrada de Dhiyabiyah. Los ataques provocaron la muerte de ocho personas y heridas por lo general graves a otra decena de personas, la mayoría de las cuales eran mujeres, ancianos y niños.
Los grupos terroristas armados también continuaron sus ataques en Alepo lanzando en forma indiscriminada cohetes, proyectiles de mortero, misiles “cañón del infierno” y disparos de francotiradores contra barrios pacíficos de la ciudad. Esos ataques constituyen una nueva violación del acuerdo de cesación de las hostilidades por esos grupos delictivos, que cuentan con el apoyo de los regímenes de gobierno de Ankara, Riad y Doha. El 10 de junio, murieron 6 civiles y más de 30 resultaron heridos, entre ellos mujeres, niños y ancianos, a raíz de los bombardeos indiscriminados llevados a cabo por el Frente Al-Nusra, Ahrar al-Sham y otros grupos terroristas armados. El 9 de junio, los terroristas atacaron también a los barrios Shaykh Maqsud, Maydan, Muhafazah y Zahra de Alepo, al Aeropuerto Nayrab y a varias aldeas de la provincia de Alepo, donde murieron 54 personas, entre ellas mujeres y niños y otras 93 personas sufrieron heridas de diversa gravedad.
Terroristas pertenecientes al Estado Islámico del Iraq y el Levante (EIIL) también masacraron salvajemente a civiles inocentes en la aldea de Ghandurah, situada al este de Manbij, en la zona rural de la provincia de Alepo, y mataron a más de 40 civiles, entre ellos niños, mujeres y ancianos.
Los atentados terroristas perpetrados en Sayyidah Zaynab y los ataques indiscriminados que han continuado durante casi un mes en barrios civiles de Alepo y la zona circundante, junto con las matanzas cometidas por el EIIL, el Frente Al-Nusra y otros grupos terroristas aliados o afiliados a ellos forman parte de las políticas fascistas, delictivas e intimidatorias ideadas por el régimen de Erdoğan en Ankara y ejecutadas por sus representantes terroristas en Siria, con el apoyo financiero y militar de ese régimen y los regímenes de Doha y Riad. Ese apoyo responde a las políticas declaradas de esos regímenes de utilizar a sus representantes terroristas para agravar la situación en todas las zonas de Siria, con el fin de socavar la seguridad y la estabilidad en todo el país, sembrar el pánico y el miedo entre los civiles inocentes durante el mes del Ramadán, y socavar el acuerdo de cesación de las hostilidades. Todo ello es un intento de levantar la moral de los terroristas del EIIL, el Frente Al-Nusra, el Ejército de la Conquista, el Ejército del Islam y otras bandas delictivas que están claudicando rápidamente ante las victorias cotidianas del Ejército Árabe Sirio, con el apoyo de los verdaderos amigos y aliados de Siria.
El Gobierno de la República Árabe Siria afirma que todas esas masacres y crímenes terroristas no lo van a disuadir de seguir cumpliendo su obligación de combatir el terrorismo y proporcionar la paz y la seguridad a su pueblo, y esforzarse por lograr una solución política a la crisis de Siria mediante un diálogo entre los sirios y dirigido por ellos, que conduzca a la eliminación del terrorismo y la expulsión de los grupos terroristas de Siria, la reconstrucción de las instalaciones que destruyeron los terroristas y sus aliados, financistas y partidarios y la construcción de un país en que reine la paz, el amor y la tolerancia.
El Gobierno de la República Árabe Siria exhorta al Consejo de Seguridad y al Secretario General a que condenen estos crímenes terroristas, de la misma forma que han condenado crímenes terroristas cometidos en varios países de todo el mundo. El Gobierno también exhorta al Consejo de Seguridad a que deje de aplicar un doble rasero en la lucha contra el terrorismo, pues el terrorismo es terrorismo. No hay terrorismo “moderado” ni “no moderado”. En Siria, tomar las armas contra el Estado o con el fin de matar a personas inocentes, sembrando el pánico entre la población o destruyendo la infraestructura económica y cívica, es considerado un acto de terrorismo.
El Gobierno de la República Árabe Siria exhorta al Consejo de Seguridad a que cumpla su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales mediante la adopción inmediata de medidas preventivas y punitivas respecto de esos regímenes y Estados que apoyan y financian el terrorismo, en particular los regímenes de gobierno de Turquía, la Arabia Saudita y Qatar. El Consejo de Seguridad debe impedir que esos Estados sigan financiando el terrorismo y socavando la seguridad y la paz internacionales y obligarlos a aplicar plenamente sus resoluciones pertinentes, entre ellas las resoluciones 2170 (2014), 2178 (2014), 2199 (2015) y 2253 (2015).
Le agradecería que tuviera a bien hacer publicar la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
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