Excelentísimo señor Juan Manuel Santos Calderón, presidente de la República de Colombia;
Comandante Timoleón Jiménez, jefe del Estado Mayor Central de las FARC-EP;
Excelentísimo señor Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas;
Estimado Borge Brende, ministro de Relaciones Exteriores del Reino de Noruega, País Garante de la Mesa;
Estimada Michelle Bachelet, presidenta de la República de Chile, País Acompañante de la Mesa;
Estimado Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, País Acompañante de la Mesa;
Estimado Danilo Medina, presidente de la República Dominicana y presidente Pro Témpore de la CELAC;
Estimado Salvador Sánchez, presidente de la República de El Salvador;
Estimado Enrique Peña Nieto, presidente de los Estados Unidos Mexicanos;
Distinguidos participantes e invitados a este acto:
El 19 de noviembre de 2012, comenzó sus trabajos en La Habana la Mesa de Conversaciones entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
No fueron pocos los que en aquellos días vaticinaban el fracaso, como ya había ocurrido en Colombia con anteriores procesos de paz. Sin embargo, los trascendentales acuerdos que hoy se han anunciado por la Mesa nos acercan, como nunca antes, al fin del conflicto armado que por más de cinco décadas ha sufrido el hermano pueblo colombiano.
La decisión de las partes de firmar hoy compromisos sobre cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, dejación de las armas y garantías de seguridad, representa un paso de avance decisivo. El proceso de paz no tiene vuelta atrás (Aplausos).
La paz será la victoria de toda Colombia; pero también la de toda Nuestra América. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) tiene, en su joven historia, el gran hito de la proclamación de esta región como Zona de Paz. El fin del conflicto armado en Colombia será una nueva demostración del firme compromiso de nuestros pueblos contra el uso y la amenaza del uso de la fuerza y a favor de la solución pacífica de controversias. Ante las diferencias, diálogo. Ante los retos, concertación.
El logro de la paz en Colombia será también esperanza para millones de personas en el planeta, cuya principal preocupación sigue siendo la supervivencia en un mundo convulsionado por la violencia y las guerras.
La paz no es una utopía. Es un derecho legítimo de cada ser humano y de todos los pueblos. Es una condición fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos, en particular, el derecho supremo a la vida.
Estimados participantes e invitados:
El compromiso del pueblo y gobierno cubanos con la paz de Colombia ha sido y será permanente, fieles al legado martiano de que “Patria es Humanidad”.
Cuba, en su condición de garante y sede de estas conversaciones, seguirá brindando las facilidades necesarias y contribuyendo en todo lo posible al fin del conflicto, con modestia, discreción y profundo respeto a las posiciones de las dos partes.
Quisiera concluir felicitando al gobierno de Colombia y a las FARC-EP. Ambas partes han trabajado sin descanso, con seriedad y compromiso, para lograr los cruciales avances anunciados hoy.
Quedan aún importantes y difíciles cuestiones pendientes en la Mesa de Conversaciones, pero somos optimistas. Estamos más convencidos que nunca de que el futuro de Colombia será la paz.
Muchas gracias .
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