por Miguel del Castillo
Hace un año escribí una columna sobre los efectos de las elecciones en España, respecto al PSOE, su efecto sería evidente, una crisis política debido a la reducción de su volumen de votos, pero que mostraba el nuevo escenario electoral, donde el bipartidismo y el sistema representativo darían paso al diálogo con nuevas fuerzas y un sistema de representación con participación.
Ya Peter Mair lo había advertido en su libro Gobernando el vacío, donde muestra el declive de la participación de los ciudadanos de Occidente en los procesos electorales, al no representar los partidos políticos sus intereses.
De repente un casi desconocido Macron irrumpe y gana las elecciones en Francia, un casi independiente Trump gana en Estados Unidos, así como los noveles movimientos políticos de América Latina que emergen en período electoral, como sucede en Perú y tal vez pueda pasar en Chile.
Se habla de crisis de la socialdemocracia, pero la crisis es del sistema, donde la revolución tecnológica hace que existan nuevas formas de participar, el ciudadano que tenía a los partidos políticos como intermediario en la defensa de sus derechos ha sido desplazado por el blog, YouTube, Facebook o tan solo una foto en Instagram.
Las formas de comunicar se basan a veces en solo 140 caracteres, por ello la socialdemocracia no está muerta, está muerta la vieja forma de hacer política, donde me entregas el poder por 4 ó 5 años y no conversamos hasta la próxima elección.
Han muerto las decisiones dictatoriales de algunos iluminados, por la decisión de los ciudadanos, indignados, emprendedores, estudiantes y muchos colectivos y asociaciones inclusive virtuales o grupos de una sola persona dispuestas a contar su verdad o sus necesidades.
La política ha cambiado y ahí radica la inteligencia de los militantes de un partido para entender ese proceso de cambio, por ello el ejemplo de Pedro Sánchez en España, quien llevó a una militancia de la ilusión a la de la participación activa y decisoria.
Su responsabilidad es grande, la socialdemocracia espera seguir sus pasos, así como se han seguido los pasos de la coalición de gobierno en Portugal, y no solo lo siguen en Europa, como Pedro Sánchez siempre menciona, sino también Latinoamérica.
Por tanto, es el momento de replantear modelos, de asociarse con la gente, de bajar al llano y devolver el poder al pueblo, que no solo sea un dicho que el poder emana del pueblo sino otorgárselo, donde el gobernante siempre pase por una evaluación y no cada 4 ó 5 años en período electoral, todo ello dará una mayor legitimidad y mejorará la gobernabilidad de un país.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter