La Nuclear Posture Review 2018, o sea el informe del Pentágono sobre la estrategia nuclear de Estados Unidos, se halla actualmente en fase de revisión en la Casa Blanca. En espera de que el presidente Trump publique su versión definitiva, se ha filtrado a la prensa –más exactamente el Pentágono “filtró”– el borrador de ese documento de 64 páginas [Para descargarlo haga clic aquí.].

El documento describe un mundo donde Estados Unidos tiene ante sí «una gama de amenazas sin precedente» provenientes tanto de países y como de actores no estatales. Mientras Estados Unidos seguía reduciendo sus fuerzas nucleares –al menos eso dice el Pentágono–, Rusia y China basan sus estrategias en fuerzas nucleares dotadas de nuevas capacidades y adoptan «una actitud cada vez más agresiva, incluso en el espacio externo y en el ciberespacio». Corea del Norte sigue tratando ilegalmente de dotarse de armas nucleares. Irán, a pesar de haber aceptado el plan que le prohíbe desarrollar un programa nuclear militar, mantiene «la capacidad tecnológica de construir un arma nuclear en el espacio de un año.»

Falsificando una serie de datos, el Pentágono trata de demostrar que las fuerzas nucleares de Estados Unidos son en gran parte obsoletas y que necesitan una reestructuración radical. Pero no dice que Estados Unidos ya inició, en 2014 y bajo la administración Obama, el mayor programa de rearme nuclear desde el fin de la guerra fría, a un costo de 1 000 millardos de dólares [1].

Sobre esto último, Hans Kristensen, de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), documenta que «el programa de modernización de las fuerzas nucleares de Estados Unidos ya ha permitido concretar nuevas tecnologías revolucionarias que triplican la capacidad de destrucción de los misiles balísticos estadounidenses».

El verdadero objetivo de la reestructuración que proyecta Estados Unidos es adquirir «capacidades nucleares flexibles» mediante el desarrollo de «armas nucleares de bajo poder» utilizables incluso en conflictos regionales o como respuesta a un ataque (verdadero o presunto) de hackers contra sistemas informáticos.

La principal arma con esas características es la bomba nuclear B61-12 que, según confirma este informe, «estará disponible en 2020». Las bombas nucleares estadounidenses del tipo B61-12, que reemplazarán las bombas B61, actualmente desplegadas por Estados Unidos en Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía, constituyen –afirma el Pentágono– «una clara señal de disuasión para toda potencia adversa de que Estados Unidos dispone de la capacidad de responder a la escalada desde bases avanzadas».

Como documenta la FAS, la bomba atómica que el Pentágono desplegará en sus «bases avanzadas», o sea en Italia y en los demás países de Europa anteriormente mencionados, es más que una versión modernizada de la B61. La bomba nuclear estadounidense B61-12 es un arma nuclear de nuevo tipo dotada de una ojiva nuclear con 4 posibilidades seleccionables de poder destructivo, de un sistema de guía que permite lanzarla a gran distancia del objetivo y de capacidades penetrantes que le permiten destruir los bunkers de los centros de mando.

A partir de 2021 –especifica el Pentágono– las bombas nucleares B61-12 estarán disponibles, incluso para los aviones de guerra de los aliados de Estados Unidos, como los Tornado italianos del 6º Stormo, estacionados en Ghedi.

Pero, para guiar esas bombas nucleares estadounidenses hasta sus objetivos y explotar sus capacidades contra bunkers, son necesarios los F-35A… de fabricación estadounidense. Según resalta el informe del Pentágono: «El avión de combate de nueva generación F-35A mantendrá la capacidad de disuasión de la OTAN y nuestra capacidad para desplegar armas nucleares en posiciones avanzadas, si la seguridad lo necesita.»

Así que el Pentágono anuncia su plan de despliegue, a las puertas de Rusia, de los F-35A, armados con bombas nucleares B61-12. Claro, ¡lo hace para garantizar la «seguridad» de Europa!

En el borrador del informe del Pentágono, que el senador demócrata Edward Markey definió como una «hoja de ruta para la guerra nuclear», Italia aparece en primera línea. ¿Le interesará eso a alguno de los políticos que se presentan como candidatos a las próximas elecciones italianas?

Fuente
Il Manifesto (Italia)

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio

[1Un millardo = mil millones. Nota del Traductor.