Los grupos terroristas armados, entre ellos el denominado “Ejército del Islam”, que cuentan con el apoyo y la financiación de sus patrones, a saber, el régimen wahabí saudita, la administración estadounidense y los colonialistas franceses y británicos vuelven a urdir falsos argumentos, en este caso sobre el uso por el ejército árabe sirio de armas químicas en la ciudad de Duma, en la zona oriental de Al-Guta, en un desvergonzado y frustrado intento de entorpecer los avances que ha logrado en su guerra contra el terrorismo durante las últimas semanas. Esos avances han provocado cierta enajenación a los grupos terroristas armados y sus patrones, que se han aferrado a un pretexto absurdo para tratar de empañar la imagen del Estado sirio, su ejército y las fuerzas que los apoyan. El pueblo sirio reclama que se expulse a los grupos terroristas armados de todas las regiones de Siria, misión que el ejército árabe sirio cumple con plena determinación, valentía y lealtad.
La República Árabe Siria había advertido ya de que los grupos terroristas armados usarían armas químicas para acusar de esos ataques al Estado sirio. Cabe recordar que, durante semanas e incluso meses, se ha facilitado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), al Consejo de Seguridad y a la Secretaría de las Naciones Unidas información detallada y documentada sobre los intentos de esos grupos terroristas de introducir en la República Árabe Siria armas de ese tipo, que están prohibidas internacionalmente. Se señalaron los emplazamientos en los que esos grupos almacenaban las armas químicas, en particular el cloro tóxico, entre ellos varias localidades y poblaciones de Alepo, Idlib, la zona oriental de Al-Guta y Duma, además de otros lugares en los que aún se encuentran esos grupos terroristas. En nuestra información se señala también a los medios de comunicación internacionales que, siguiendo órdenes de sus patrones, se apresuraron a acudir lo antes posible a determinados lugares para dar falso testimonio del supuesto uso de armas químicas y así poder acusar al Gobierno sirio.
La administración estadounidense, el régimen wahabí saudita y otras partes que apoyan a los terroristas divulgan informes repletos de falsedades y denuncias espurias y engañosas que no reflejan sino su deseo de salvar a sus agentes, representados por la organización terrorista Ejército del Islam y otros grupos terroristas ya derrotados, y alentarlos a que sigan derramando sangre siria. También quieren nuevas agresiones ilegales de los Estados Unidos contra Siria, como la que ordenó la administración Trump contra la base aérea de Al-Shairat.
La República Árabe Siria subraya una vez más que no posee armas químicas de ningún tipo, incluido el gas cloro tóxico, y reitera su condena por el uso de armas químicas en cualquier lugar, en todo momento y en cualquier circunstancia. Siria reitera también que coopera sin restricciones con la OPAQ en la aplicación de los compromisos que ha adquirido con arreglo a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción.
Tocan ya a su fin las teatrales representaciones que planifican y protagonizan los servicios de inteligencia occidentales y sus agentes en la región, es decir, los regímenes que se han vendido, junto con sus riquezas y la capacidad de sus pueblos, para servir a los enemigos de Siria. El ejército árabe sirio prosigue con su guerra contra el terrorismo y contra sus organizaciones, que utilizan gases tóxicos y matan a la población civil, incluidos los niños, en Al-Guta, en Alepo, en Jan Shaijun y en Idlib para lograr sus viles objetivos. No lograrán confundir ni a nuestro pueblo, ni a los demás pueblos del mundo: la despreciable táctica de los terroristas de masacrar niños inocentes con gases tóxicos para justificar con ello las agresiones extranjeras contra Siria ha quedado al descubierto, y la comunidad internacional debe prevenirla, condenarla y hacerle frente. El Gobierno sirio velará por los intereses de su pueblo, lo liberará de las garras de los terroristas y les facilitará el alojamiento, los alimentos, las bebidas y los medicamentos que les han negado los grupos terroristas y sus aliados. Hasta el momento ya han regresado a sus barrios y poblaciones más de 50.000 ciudadanos que se habían visto obligados a desplazarse de la zona oriental de Al-Guta. El Gobierno sirio ha garantizado el retorno a las escuelas de más de 10.000 alumnos, a quienes los grupos terroristas habían privado de su derecho a la educación. El ejército árabe sirio garantiza que se cubran las necesidades de las familias en sus propios hogares, en las poblaciones de Irbin, Sibqa, Ayn Tarma, Kafr Batna y la zona oriental de Al-Guta. Por lo tanto, toda acusación de usar armas químicas que no se dirija única y exclusivamente a las organizaciones terroristas y a sus patrones constituye un apoyo directo a los terroristas y a sus crímenes y los alienta a seguir utilizando gases tóxicos contra la población siria inocente. Siria exhorta a las Naciones Unidas, a todos sus Estados Miembros, al Consejo de Seguridad y a la Asamblea General a que se enfrenten a esos criminales y no permitan que sigan asesinando impunemente.
Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
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