El especialista en temas militares Valentin Vasilescu pasa revista a los errores tácticos de la fuerza aérea india en el incidente de Balakot. Los analistas de Great Game India ya mostraron que los aviones indios no alcanzaron los blancos en su misión contra el grupo terrorista Yeish-e-Mohamed. Todo esto deja una impresión de falta de profesionalidad y recuerda la visita secreta de Benyamin Netanyahu en Pakistán, realizada el 25 de octubre de 2018.
Después del episodio del derribo de un avión indio MiG-21 por Pakistán, el 27 de febrero de 2019, los seudo expertos afirman que los aviones de la India son demasiado viejos y que tendría que sustituirlos con aviones F-16. Mi opinión es que si la India hubiese utilizado aviones F-35 o Rafale el resultado habría sido el mismo porque el error no es imputable a las capacidades de los aviones, del armamento ni a la formación de los pilotos sino a los generales del estado mayor de la fuerza aérea.
Pakistán llevó a cabo una misión destinada a poner a prueba el nivel de preparación del estado mayor de la fuerza aérea india y su grado de familiarización con las tácticas modernas. Para ello envió una primera ola de aviones con capacidades menos importantes, como los Mirage III y los JF-17, que debían servir de «carnada» para atraer los aviones interceptores de la India. Tras esa primera ola, a unos 50 kilómetros, llegó una segunda ola que se componía de F-16 Block 52, los mejores que posee Pakistán, equipados con misiles AIM-120 C5.
Los aviones pakistaníes de la primera ola atrajeron 2 interceptores MiG-21 Bison a un combate aéreo a corta distancia (dogfight). El primero de esos MiG-21 había despegado de un aeródromo situado cerca de la frontera entre la India y Pakistán. Después, la primera ola regresó a Pakistán. Las maniobras de los aviones de la primera ola estaban destinadas a lograr que los F-16 pakistaníes se hallaran en la posición más óptima para utilizar sus misiles aire-aire de largo alcance y derribar los interceptores indios. ¿Qué sucedió?
Los generales del estado mayor de la fuerza aérea de la India están más que fascinados con las «maravillas» que les proponen los estadounidenses, a golpe de publicidad sobre los F-16 que quieren venderles. Pero si realmente quisieran aprender algo sobre su uso, deberían haber seguido el escenario de la operación aérea que realizó Rusia durante los ejercicios aeroterrestres Vostok-2017. El escenario planteado era exactamente el mismo que utilizó la aviación pakistaní.
Es probable que la India incluso haya tenido suerte de que el resultado del golpe aéreo del 27 de febrero haya sido el que conocemos. Como todo se hizo en condiciones en que la India no estaba preparada en lo absoluto, también todo se desarrolló de manera oscura para la aviación india y Pakistán no tenía intenciones de poner fin a una acción en la que pudo haber destruido decenas de aviones indios. El uso de «carnada» para atraer los interceptores indios fue cosa nueva únicamente para los comandantes de la aviación india dado el hecho que la aviación israelí utilizó el mismo truco, en 1982, durante la operación Mole Cricket 19, logrando derribar entonces 80 MiG-21 y otros 23 aviones sirios.
No logro entender el modo caótico del estado mayor indio al planificar los combates. El día anterior –el 26 de febrero– ese mismo estado mayor había ejecutado a la perfección una misión ofensiva. Comenzó neutralizando la red estadounidense de radar AN/TPS-77 en Pakistán. Y después, aviones de combate Mirage 2000 equipados con misiles SPICE 2000 al parecer golpearon objetivos del grupo terrorista Yeish-e-Mohammed en la regió de Balakot, bajo control de Pakistán [1].
¿Qué fue lo que no funcionó en la aviación india el 27 de febrero? Una misión compleja de defensa del territorio no se reduce al uso simultáneo de entre 1 y 4 grupos de 4 a 6 aviones interceptores. También es necesario utilizar otros aviones con otro destino táctico para garantizar la seguridad de los interceptores. Lo sorprendente es que la India tiene la superioridad sobre Pakistán porque dispone de los medios más eficaces para garantizar la victoria en el combate.
Desde el principio existía un panorama completo de la situación aérea gracias a los datos proporcionados por 5 aviones radares volantes [de alerta temprana] Beriev A-50 y Netra/EMB-145 [2]. Todos los datos se transmiten a los pilotos de los aviones interceptores a través de un canal secreto. Los aviones de alerta temprana hacen además el papel de puestos de mando voladores. Son de gran tamaño y disponen de equipos radioelectrónicos más poderosos y eficaces que los que llevan los aviones interceptores. La colaboración entre un buen navegante de AWACS y los pilotos de los interceptores permite a estos últimos utilizar rápidamente sus sistemas de contramedidas ante los misiles aire-aire de gran alcance: se trata de contramedidas electrónicas e infrarrojas que se combinan con la realización en vuelo de maniobras bruscas de máxima sobrecarga.
Otra manera de proteger los aviones interceptores es interfiriendo el radar de los F-16 y el radar terrestre pakistaní mediante el uso de 3 aviones indios SRA/Gulfstream III. Si la India hubiese utilizado algún avión de ese tipo el 27 de febrero, habría logrado crear interferencias en los radares de los F-16 de Pakistán y estos no habrían podido disparar sus misiles AIM-120, o los habrían lanzado inútilmente. Además, los F-16 de Pakistán habrían quedado «cegados» y los cazas indios habrían podido interceptarlos. Estos últimos habrían sido dirigidos por los aviones de alerta temprana para que se situaran a los lados de los F-16 y a distancias tales que habrían quedado fuera del alcance visual de los pilotos pakistaníes y en condiciones óptimas para utilizar sus propios misiles aire-aire.
[1] «Análisis de las imágenes satelitales de los golpes aéreos contra Balakot», por Great Game India, Red Voltaire, 9 de marzo de 2019.
[2] Se trata de aviones similares a los AWACS estadounidenses. Nota de la Red Voltaire.
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