La agresión que Kazajastán tuvo que enfrentar el 2 de enero implicó la participación de dos grupos principales independientes vinculados a un puesto de mando extranjero. También implicó la participación de 20 000 elementos armados, entre extranjeros y kazajos. Esos elementos se habían fogueado en la yihad, algunos en Siria y otros en Afganistán. A pesar de la sorpresa inicial, los ejércitos de Kazajastán y Rusia lograron recuperar el control de la situación en una semana.
El primer paso para resolver la situación fue comprender a qué tipo de fuerzas estaban enfrentándose las autoridades de Kazajastán.
Dauren Abaev, vicejefe de la administración presidencial de Kazajastán, declaró que las manifestaciones habían comenzado pacíficamente pero que todo cayó repentinamente bajo el control de los provocadores. El uso de comunicaciones secretas fue esencial en la coordinación de acciones violentas simultaneas contra objetivos predeterminados, lo cual implicó la utilización de estaciones de recepción mediante servidores de alta tecnología emplazados fuera de Kazajastán. Ello impidió que los servicios secretos y el ejército kazajo pudiesen interceptar dichas comunicaciones. Un centro de mando coordinó la preparación y la orientación de toda la operación terrorista. Así lo reconoció el presidente kazajo Kassim-Jomart Tokayev, el 7 de enero, en un discurso a la nación [1]. El presidente Tokayev declaró que «las fuerzas del orden y el ejército no cumplieron las expectativas» y agregó: «Se ha hecho evidente la falta de fuerzas especiales, de equipamiento especializado y de medios especiales».
Entre los provocadores había especialistas en operaciones de guerra psicológica (PsyOps) capaces de manipular a la gente. Estos especialistas priorizaron la transmisión por televisión en vivo de desinformación preparada con antelación. Felizmente para las autoridades, los terroristas que lograron ocupar el edificio del canal de televisión Mir no fueron capaces de controlar la torre de televisión Koktobe, en Alma Ata, donde se encuentra la antena de transmisión. En conclusión, el hecho de que no lograran apoderarse de los medios de difusión en Alma Ata tuvo enorme importancia en el fracaso del golpe de Estado.
La planificación de las acciones fue típica de las operaciones comando realizadas bajo un mando único
Un grupo importante (Alfa), que se componía de varios subgrupos, actuó simultáneamente en Alma Ata [la ciudad más poblada del país] y en ciudades del sur y del oeste de Kazajastán, con el objetivo de aterrorizar a la población, dispersarla e impedir la intervención de las fuerzas del orden. La misión del grupo Alfa se tradujo en la ocupación e incendio de edificios administrativos, el saqueo de tiendas y bancos, el levantamiento de barricadas en todos los barrios y un intento de ocupación del aeropuerto de Alma Ata. Dauren Abaev subrayó que había tiradores de precisión entre los terroristas con alto nivel de preparación para el combate y más brutales, los cuales abatieron varios miembros de las fuerzas de seguridad.
El objetivo táctico del grupo Alfa era perpetrar actos sangrientos que desviaran la atención de las acciones del segundo grupo (Bravo), el cual ejecutaba ataques selectivos contra decenas de armerías y depósitos de armamento y municiones de la policía y del ejército.
El ex consejero del presidente Nazarbayev, Yermujamet Yertysbayev, estima que los terroristas tenían cómplices dentro del país y señala que «la traición de cierto número de funcionarios y agentes de las fuerzas del orden impidió frustrar los planes de los terroristas». Según Yertysbayev, 40 minutos antes del ataque contra el aeropuerto de Alma Ata hubo una orden de retirar el dispositivo de seguridad de la instalación. Yertysbayev tiene probablemente razón ya que los servicios de inteligencia kazajos no han podido encontrado pruebas de preparativos clandestinos de los ataques terroristas a pesar de que, sólo en Alma Ata, operaron 20 000 atacantes especializados.
Consecuencias
Fueron necesarios 3 o 4 días para restablecer en cierta medida el orden constitucional en todas las regiones, liberar los edificios administrativos y las infraestructuras estratégicas y ponerlas bajo protección militar. Se procedió a cerrar las fronteras y se instalaron 70 barreras de seguridad en todo el país. Numerosos responsables de administraciones regionales y de organismos encargados de hacer respetar la ley han sido separados de sus funciones.
Sin embargo, el presidente kazajo Kasim-Jomart Tokayev ha declarado que los provocadores «no han depuesto las armas y siguen cometiendo crímenes o preparándose para hacerlo. Es indispensable poner fin a sus acciones. Los servicios especiales de Kazajastán continúan la operación de combate destinada a eliminar los terroristas en Alma Ata ».
El ministerio del Interior de Kazajastán anunció las detenciones de 3 811 participantes en hechos de violencia, la muerte de 26 personas que atacaron a las fuerzas del orden con armas de fuego y que otras 26 personas han sido heridas. Según fuentes de la oficina del fiscal de Kazajastán citadas por RIA Novosti «entre los terroristas detenidos en Kazajastán hay muchos ciudadanos extranjeros pagados para perpetrar actos criminales».
A pedido del presidente kazajo Kasim-Jomart Tokayev, Rusia envió a Kazajastán 3 000 soldados, Bielorrusia envió 500, Tayikistán 200 y Armenia envió 70. Más de 70 aviones Il-76 y 5 An-124 trasladaron el contingente de fuerzas de paz de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) a Kazajastán. Son fundamentalmente subunidades de la 45ª Brigada, de la 98ª División y de la 31ª Brigada Especial, pertenecientes todas a las fuerzas aerotransportadas rusas.
El papel del contingente de la OTSC
El mandato otorgado por OTSC no prevé la participación de ese contingente en operaciones de combate en Kazajastán. Su misión consiste esencialmente en garantizar la protección de las instalaciones vitales. Subunidades de la 98ª División Aerotransportada rusa controlan el aeropuerto en Nursultán [la capital kazaja], la sede del Estado Mayor General de las fuerzas armadas y el edificio del centro de televisión Kazmedia.
Una subunidad independiente perteneciente a las fuerzas rusas de operaciones especiales asumió la protección del palacio presidencial en Nursultán, del banco central y del Consejo de Seguridad Nacional de Kazajastán. Subunidades de la 45ª Brigada de destino especial han sido desplegadas en el sudeste de Kazajastán para proteger el aeropuerto especial de Alma Ata y el centro operativo de la defensa aérea conjunta de la Federación Rusa y de Kazajastán, también en Alma Ata.
Otras subunidades de la 45ª Brigada Aerotransportada fueron desplegadas en el este de Kazajastán, en la ciudad de Ust-Kamenogorsk, el centro administrativo de la zona de la industria de la minería del este del país. En el norte, subunidades de la 31ª Brigada garantizan la seguridad de las instalaciones de Kazatomprom, la compañía nuclear nacional de Kazajastán.
Paralelamente, pequeñas unidades rusas –como equipos de neutralización de operaciones psicológicas, equipos de operaciones de guerra psicológica y de reconocimiento– podrían prestar apoyo a las unidades antiterroristas locales.
Por ejemplo, un grupo ruso de reconocimiento aerotransportado utiliza el sistema RB-341V Lieer-3. Los drones (aviones y helicópteros de búsqueda sin piloto y silenciosos) capturan y transmiten durante las 24 horas imágenes de video o recogen datos SIGINT (información de inteligencia de señales electromagnéticas) en una amplia gama de frecuencias, que incluye las redes GSM (sistema global de comunicaciones móviles). Cuando se descubre una red sospechosa, se procede a interferir sólo algunos transmisores de la red, lo cual impide la transmisión de órdenes a los terroristas que tratan de comunicarse con su cadena de mando. La zona donde se interfieren las comunicaciones se concentra en objetivos seleccionados en un radio de 6 kilómetros. Las plataformas aerotransportadas rusas también sirven como repetidoras de radio para los militares kazajos que operan en las zonas urbanas, donde los edificios pueden hacer más difícil la recepción.
Las tropas aerotransportadas rusas sirven también disponen de otro sistema terrestre montado en un vehículo 8×8. Se trata del RP-377LA Lorandit, sistema que combina potentes estaciones de búsqueda de fuentes de frecuencias con estaciones de interferencia selectiva, todas en la gama 3 MHz-3 GHz.
Otro grupo ruso está especializado en el reconocimiento especial, efectuado por personal militar altamente calificado. En este caso, el personal militar ruso está entrenado en la infiltración secreta entre los terroristas para recoger informaciones del tipo HUMINT (datos de inteligencia de origen humano), con vistas a permitir anticipar acciones futuras, detectar redes y medios de transmisión de disposiciones jerárquicas, localizar y seguir a los jefes de los terroristas y emplazar dispositivos de localización permanente.
Al igual que el contingente ruso en Siria, el contingente desplegado en Kazajastán está conectado a las redes del sistema centralizado MK VTR-016 del ministerio de Defensa de la Federación Rusa, que utiliza el sistema Auriga-1.2V. Cientos de mini-estaciones móviles de video portátiles distribuidas en las zonas de responsabilidad atribuidas a los militares rusos en Kazajastán envían información secreta en tiempo real a Moscú a través de los satélites rusos de comunicaciones militares. Gracias al servidor de Huawei, el más poderoso del mundo, esas transmisiones son muy difíciles de interceptar y de interferir. En ausencia de factores capaces de perturbar la comunicación, Auriga-1.2V permite a oficiales muy experimentados optimizar las acciones de sus subordinados en el terreno desde la sala de operaciones del estado mayor aerotransportado ruso.
Después de ocupar Irak, las tropas ocupantes estadounidenses tuvieron mucho trabajo teniendo que lidiar con los grupos armados sunnitas que secuestraban ciudadanos occidentales. Para infiltrar esos grupos, las fuerzas especiales estadounidenses organizaron una operación selectiva, creando su propio grupo de “secuestradores” mientras que los “secuestrados” eran agentes de inteligencia infiltrados en los medios aliados de Estados Unidos. Ustedes recuerdan posiblemente a las periodistas Marie-Jeanne Ion (de Prima TV, Rumania) y Florence Aubenas (del diario francés Libération). Cuando el grupo [de falsos secuestradores] adquirió cierta notoriedad gracias a la difusión de videos –retransmitidos por medios iraquíes y por los medios internacionales–, atrajo la atención de verdaderos grupos armados que comenzaron a proponerle hacerse cargo de los “secuestrados”. Así eran descubiertos y neutralizados los miembros de los verdaderos grupos clandestinos.
Las fuerzas armadas rusas demuestran que han sacado sus propias enseñanzas de las innovaciones estadounidenses en la lucha contra los grupos clandestinos en Irak. Los especialistas rusos en operaciones psicológicas han llegado a la conclusión de que es más fácil recurrir a la tentación ante las células terroristas que tratar de buscarlas para neutralizarlas. Siguiendo el modelo estadounidense, los rusos han creado un falso “Frente de Liberación de Kazajastán” que divulga videos a través de los medios sociales e incita las células terroristas que participaron en el levantamiento a unírsele.
[1] “Kassym-Jomart Tokayev speech on terrorist attack”, por Kassym-Jomart Tokayev, Voltaire Network, 7 de enero de 2022.
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