Actualmente no estamos viendo guerras entre Estados sino principalmente conflictos donde grupos armados que no son Estados, y que son por tanto mucho más “fluidos”, luchan contra Estados. Esta lógica asimétrica está llevando las grandes potencias a plantearse otras formas de lucha para los grupos armados a los que apoyan. Esa tendencia puede llegar a poner en manos de grupos armados ciertos misiles guiados que hoy sólo existen en los arsenales de los ejércitos clásicos.
Es posible que, en el marco de las próximas guerras, la tendencia sea a integrar nuevos métodos asimétricos. Por ejemplo, la marina de guerra de Estados Unidos ha estudiado desde hace mucho la posibilidad de transformar barcos comerciales en plataformas para el lanzamiento de misiles. ¿Por qué? Porque un destructor lanzamisiles estadounidense cuesta el equivalente de 15 o 20 barcos mercantes.
Además, un destructor armado con 90 misiles se halla bajo constante vigilancia y puede ser hundido con uno o dos misiles lanzados desde otro buque. Sería mucho más difícil detectar un buque comercial equipado con lanzadores de misiles y un barco mercante podría llevar a bordo 450 misiles y lanzar simultáneamente 30 de esos artefactos contra blancos diferentes. Los resultados de los estudios estadounidenses se mantienen en secreto pero es de suponer que Estados Unidos ya está en vías de aplicarlos.
Rusia, por su parte, trata de crear métodos de guerra asimétrica a través de un sistema modular de lanzamiento montado en contenedores comerciales que lanzaría misiles de crucero Kalibr, cuyo alcance se sitúa entre 1 500 y 2 000 kilómetros. Además del contenedor donde iría el sistema de lanzamiento también existe un contenedor para llevar el equipamiento dedicado a la detección de objetivos.
Las dimensiones del misil de crucero Kalibr se acercan a las del Zircon [1], así que es posible utilizar el mismo tipo de contenedor para los dos. Esos contenedores pueden situarse en puertos, como las baterías costeras, o ser embarcados en barcos comerciales o incluso a bordo de rompehielos que se desplacen por el Ártico.
Dado su aspecto completamente común, esos contenedores no llaman la atención y decenas de misiles Kalibr y Zircon pueden ser transportados clandestinamente al territorio de cualquier país, incluyendo Estados Unidos. El lanzamiento de todos los misiles puede controlarse de manera remota desde el contenedor donde se halla el equipamiento destinado a ese fin. Si Rusia es capaz de crear ese tipo de armamento, no dudo que Estados Unidos y China también tengan esa capacidad.
[1] «Zircon y Avangard: el último mensaje de Putin a los servicios de inteligencia de Estados Unidos», por Valentin Vasilescu, Red Voltaire, 25 de febrero de 2019.
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