Estados Unidos y la OTAN van a desplegar misiles nucleares de alcance intermedio alrededor de China. Ese es el objetivo final de la salida de Estados Unidos del Tratado INF, firmado en su momento por la URSS y Estados Unidos para prohibir el despliegue de ese tipo de armamento en Europa, tratado que no implicaba a la República Popular China.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark T. Esper, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, visitaron Australia del 3 al 6 de agosto. Allí se unió a ellos el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien estuvo en el país del 6 al 8 de agosto.
Estos personajes discutieron en Camberra sobre una posible incorporación de Australia a la OTAN [1].
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la OTAN considera que su papel va más allá de la protección del espacio transatlántico de una supuesta “amenaza rusa” y pretende más bien mantener la Pax Americana en el mundo entero.
La incorporación de Australia a la OTAN como miembro pleno modificaría profundamente la composición y el sentido mismo de la alianza atlántica, hasta ahora limitado a las dos orillas del Atlántico Norte, y abriría además el camino a la incorporación de Japón así como a una división del mundo en dos bloques: un bloque dominado por Washington y otro que tendría Moscú y Pekín como eje.
Australia es lo que se conoce como un «dominio británico», o sea una entidad perteneciente al «Imperio británico» y que tiene por jefe de Estado a la reina Isabel II… como Canadá, por cierto.
Australia, que ya tiene el estatus de «socio» de la OTAN, dispone actualmente de una oficina en la sede de la alianza atlántica, en Bruselas, y sus tropas ya participan en las operaciones de la OTAN en Afganistán e Irak.
En febrero de este mismo año, Francia firmó con Australia un contrato para construirle 12 submarinos de nueva generación, a un costo de 50 000 millones de dólares. En abril, Ursula von der Leyen se convirtió en el primer ministro de Defensa de Alemania en viajar a Camberra. También en abril de este año, Australia organizó las maniobras Indo-Pacific Endeavour, con la India, Indonesia, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam. En junio, Australia también realizó maniobras militares con Japón.
[1] “China rückt näher”, Till Fahnders, Michael Stabenow, Frankfürter Allgemeine Zeitung, 12 de agosto de 2019.
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