Bolivia escribió una nueva página en su historia. Una página de dignidad, soberanía, lucha y unidad que debe servir para que otros pueblos que están oprimidos por la política neoliberal e imperialista, rompan esas cadenas...
Cochabamba-Bolivia. ALAI AmLatina.- En un mes de conflictos sociales en todo el territorio nacional se registraron 77 asesinatos y más de 200 heridos de bala; además, hubo varios detenidos, algunos torturados, otros sometidos a la huelga de hambre y los más, forzados a realizar bloqueos e impresionantes movilizaciones.
"¡ Que se vaya Goni !" fue la consigna popular, "Bolivia de pie, nunca de rodillas...", se escuchaba en las manifestaciones populares, mientras el gobierno no sólo respondía con menosprecio sino hasta desprecio a la movilización acusándola de "narcoterrorista" y "subversiva".
Las poblaciones de Warisata, Sorata, El Alto, Ventilla, San Julián y otras, escondidas en el territorio boliviano, fueron regadas con sangre de varios bolivianos y bolivianas en la denominada "guerra del gas".
El 17 de octubre, al promediar las 22h30, Sánchez de Losada, junto a su familia y personeros de confianza partieron rumbo a Miami (Estados Unidos). Antes, en una carta, dejó su mandato en manos del Parlamento. En ella acusó a grupos corporativos, políticos y sindicales por forzarle a su renuncia y por atentar a la democracia.
Agregó que se trataba de un funesto precedente para la democracia del país y para el resto del continente. La carta considerada en la plenaria del Parlamento dio como resultado 85 votos por la aceptación de la renuncia y 26 por la negación.
El nuevo presidente Carlos Mesa, luego de ser posesionado difundió al país un mensaje de cuatro puntos centrales: referéndum inclusivo en el tema del gas, asamblea constituyente, conformación de un gobierno independiente sin participación de partidos políticos y gobierno transitorio sujeto a decisión parlamentaria. En el subrayó la lucha contra la corrupción y el clamor por la unidad nacional y denotó esperanza para los diferentes sectores confrontados. Concluido el mensaje presidencial, en Cochabamba como en el resto del país se escucharon petardos y muestras de júbilo por el objetivo logrado.
Como ratas
Los dirigentes sindicales y parlamentarios de la oposición criticaron la acción de Sánchez de Losada que mientras se procedía a la posesión del nuevo Presidente junto a su familia y tres de sus ministros de confianza, abandonó el país rumbo a Miami (EEUU).
"El ex Presidente Gonzalo Sánchez de Losada que está escapando como una rata del país debe ser juzgado por delitos de lesa humanidad con las leyes bolivianas; caso contrario, acudiremos a la Corte Penal Internacional", afirmó el diputado y líder cocalero, Evo Morales Ayma. Ante la renuncia de Sánchez de Losada, representantes del Estado Mayor del Pueblo señalaron que "Goni no renuncia sino que el pueblo boliviano ha derrotado a la mafia política".
Morales Ayma dijo que para que retorne la paz al país el nuevo gobernante debe convocar a una reunión con todos los sectores sociales para anunciar la convocatoria a una Asamblea Popular Constituyente, la recuperación de todos los recursos naturales sobretodo los hidrocarburos y para acabar con la corrupción y la impunidad. El dirigente fabril Oscar Olivera dijo que se ganó una batalla pero no la guerra. "El sentimiento y el triunfo popular deben ser un ejemplo a nivel nacional para continuar en nuestra labor de unidad, organización, movilización y propuesta desde abajo, desde las bases", aseveró.
El diputado cocalero consultado sobre la posibilidad de ser parte del futuro gobierno, respondió: "El MAS no quiere pegas, no co-gobernará con Carlos Mesa ni con nadie porque tenemos grandes diferencias culturales e ideológicas". Sugirió que el nuevo gobierno no ingrese al error del cuoteo político como la megacoalición (de Goni) sino que priorice que todos los cargos sean institucionalizados con gente honesta, profesional y capaz.
Sobre las medidas de presión, como los bloqueos y movilizaciones, los portavoces del Estado Mayor del Pueblo señalaron que ellos no deciden sino que se convocará a una reunión a nivel nacional en La Paz.
Estado de sitio
La "guerra del gas" empezó a escribirse el 19 se septiembre con una impresionante movilización en todo el territorio nacional. Ese día, se estima que más de medio millón de habitantes estuvieron movilizados; el gobierno en un acto de desprecio y menosprecio habló de apenas el uno por ciento de la población.
Ante la movilización de carácter pacífico, el gobierno respondió con violencia. En plena democracia impuso un estado de sitio de facto en base al terror, asesinato, persecución, muerte y luto. La violencia gubernamental fue respondida con impresionantes movilizaciones. Primero, en el altiplano paceño, luego en El Alto, le siguió La Paz (sede del gobierno), Cochabamba. La mecha se irradió por todo el territorio nacional.
La "clase política" bajo la imposición del gobierno de Estados Unidos no tuvo compasión del pueblo, su respuesta fue la violencia. Casi la totalidad del territorio boliviano estuvo paralizado. El virtual estado de sitio no intimidó a la población sino que la llenó de coraje y salió a las calles, a los puentes, a los caminos y a las carreteras para repudiar la política gubernamental.
Escribiendo historia
La "guerra del gas" no surgió de la noche a la mañana ni de arriba hacia abajo, sino de un pujante proceso organizativo y fundamentalmente de la participación de ciudadanos y ciudadanas de diferentes estratos sociales, del campo y la ciudad.
Desde la "guerra del agua" en el 2000 se transitó un difícil camino a la "guerra de la coca" en el 2002, donde también hubo muertos y heridos. Luego surgió la rebelión electoral con la irrupción de parlamentarios indígenas, campesinos, intelectuales y de sectores populares que cambiaron el escenario de la denominada "clase política".
La "guerra del gas" fue una respuesta a la política gubernamental de la coalición MNR-MIR-UCS-NFR que intentó exportar el Gas Natural Licuado (LNG) a los mercados de Estados Unidos y México. Según representantes de las inversionistas petroleras como la British Gas Sudamérica e incluso personeros del propio gobierno, la vía de exportación que ya estaba definida era Chile. Las organizaciones populares plantearon hasta el cansancio de que antes de exportar el gas, debe ser industrializado para beneficiar al país con productos como fertilizantes, plásticos, fierro, acero e incluso la instalación de plantas termoeléctricas.
En Bolivia existen trillones de pies cúbicos de gas natural (TCF), hoy es exportado al Brasil y en los próximos 20 años podrían ascender a 12 trillones. Existen suficientes reservas para el futuro que convierten a este país en la tercera potencia gasífera a nivel latinoamericano.
A la demanda del gas se sumaron otras como la convocatoria a una Asamblea Popular Constituyente, la derogatoria de la Ley de Hidrocarburos, el rechazo a la adhesión del Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), la revisión del Código de Seguridad Ciudadana y otras.
Nueva organización
La "guerra del gas" fue convocada por la "Coordinadora Nacional de Recuperación y Defensa del Gas" pero sustentada por los sectores más pobres, aquellos que no son tomados en cuenta por las políticas gubernamentales. La organización de carácter social fue creada el 5 de septiembre en Oruro.
La palabra "coordinadora" no sólo que preocupa a los gobernantes y a sus aliados, sino que en forma inmediata moviliza a los efectivos de la represión, asusta a las transnacionales y a los empresarios, incomoda a algunos periodistas de medios de comunicación comerciales, pero también organiza a los sectores populares.
La coordinadora no tiene jefes sino portavoces que, según aclaran, son los que representan a miles de hombres, mujeres, niños y ancianos que lograron recuperar su palabra y capacidad de protestar y de decidir. En el 2000, a través de la Coordinadora del Agua y la Vida se logró perforar el modelo neoliberal vigente, derrotar a la política gubernamental, expulsar a una transnacional como Bechtel-Aguas del Tunari y rechazar la privatización del recurso natural.
En el 2002, a través del Comité de Coordinación de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba se logró rechazar la política antidrogas impuesta por Estados Unidos, derogar un decreto supremo que cerraba los mercados legales de comercialización de coca, derrotar la represión y continuar con las plantaciones de coca. En ambas "guerras" la represión gubernamental fue derrotada por la movilización popular.
Lección de dignidad
En un mes de conflictos sociales, no hubo tregua. La mecha de la rebelión se extendió por la mayor parte del territorio boliviano. Los muertos y heridos, los detenidos y torturados, las viudas y los huérfanos no intimidaron a los bolivianos y bolivianas que unieron fortalezas y debilidades.
Los campesinos e indígenas se unieron a los mineros y obreros, los estudiantes y universitarios a los jubilados y rentistas, los profesionales e intelectuales a los desocupados y migrantes, los niños y jóvenes a las amas de casa y a los gremios. Todos se unieron bajo un mismo sentimiento: fuera Goni. Bolivia escribió una nueva página en su historia. Una página de dignidad, soberanía, lucha y unidad que debe servir para que otros pueblos que están oprimidos por la política neoliberal e imperialista, rompan esas cadenas...
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