La elección de Evo Morales en Bolivia no debe subestimarse debido a su importancia simbólica y a sus implicaciones para toda América Latina. En una región donde la concentración de los poderes y de las riquezas siempre ha sido excesiva, la elección de un presidente indígena no es una cuestión sin importancia.
Bolivia siempre ha sido un país paradigmático. Allí tuvo lugar una de las cuatro revoluciones auténticamente populares de América Latina en 1952 (con México, Cuba y Nicaragua); allí, Castro, Guevara y Debray creyeron poder lanzar un movimiento guerrillero que se extendería a toda América Latina; allí, en los años 80. se aplicó la política económica de Ronald Reagan por primera vez en América Latina. En los Estados Unidos, se considera ejemplar la política de sustitución del cultivo de la coca realizada en el país, pero que dejó un enorme número de campesinos empobrecidos, cuyo presidente electo hoy es Evo Morales.
Hay una orientación hacia la izquierda en América Latina, pero la izquierda no es homogénea. Existe una tradición castrista que, aparte de Castro, se ha convertido en economía de mercado, en democracia, en Derechos Humanos y en una posición geoestratégica responsable. Ese es el caso de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en Chile, de Lula en Brasil y de Tabaré Vasquez en Uruguay. También están los herederos de la tradición populista, como Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina y Morales en Bolivia, quienes están menos convencidos de los imperativos de la globalización y del valor de la democracia y los Derechos Humanos, y les encanta emprenderla con la Casa Blanca. Cuando la «nueva izquierda» combate la pobreza, la izquierda populista se limita a tener una política antiestadounidense y pro cubana. Eso es lo que hará Morales. Sin embargo, no se convertirá en el Castro de los Andes. Bolivia es pobre y dependiente de las ayudas externas. Si Brasil modera el país y Estados Unidos permanece tranquilo, Evo Morales saldrá en los «titulares» de los periódicos, pero se mantendrá sereno.
International Herald Tribune (Francia)
El International Herald Tribune es una versión del New York Times adaptada para el público europeo. Trabaja directamente en asociación con Haaretz (Israel), Kathimerini (Grecia), Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania), JoongAng Daily (Corea del Sur), Asahi Shimbun (Japón), The Daily Star (Líbano) y El País (España). Además, a través de su casa matriz, lo hace de manera indirecta con Le Monde (Francia).
«Bolivia’s new president is no Che Guevara», por Jorge Castañeda, International Herald Tribune, 19 de enero de 2006.
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