Si bien su existencia es pública, exige a sus miembros no revelar detalles de las ceremonias que allí se practican, y adoptar como prioritario su compromiso con ese grupo por encima de otras responsabilidades.

Ha sido también una gran agencia de seguros para sus agremiados, pero ante todo, en México constituye un grupo de choque al servicio de jerarcas católicos conservadores y de su partido, que es el Partido Acción Nacional (PAN).

En julio de 2007, los Caballeros designaron a Norberto Rivera como su capellán honorario, y ese mismo año se sumaban a las huestes manipuladas por la jerarquía con el objetivo de encarcelar a las mujeres que abortaran.

“Caballeros” golpeadores

Ese año, los Caballeros aparecieron como golpeadores al servicio de Rivera, al grado de que, en octubre de 2007, integrantes de esa Orden desalojaron violentamente a una anciana que se atrevió a interrumpir la misa en Catedral.

Revelaron al periódico La Jornada que su presencia en el templo tenía como fin defender “al cardenal, a la iglesia y a quien se ponga a ofender tanto a la iglesia como a obispos y sacerdotes”.

Uno de los guardianes afirmó que las muestras de inconformidad o manifestaciones contra los jerarcas católicos “ya no las vamos a tolerar”, como tampoco a quien, agregó, “se oponga a la iglesia”, pues “estamos para ejercer cosas de la iglesia y defender la iglesia” (“Caballeros de Colón echan de Catedral a anciana que interrumpió a Rivera”, La Jornada, 29 de octubre de 2007).

Si ahora, bajo un gobierno católico y espurio, los Caballeros buscan amagar y castigar a los disidentes del clero, hace décadas apoyaron la sangrienta escalada clerical conocida como la Guerra Cristera (1926-1929).

En las décadas posteriores, siguiendo directivas del Episcopado, apoyaron a grupos como la Unión Nacional de Padres de Familia; interesados en implantar la censura moralista, tuvieron presencia, a través de algunos personajes, en organizaciones como la Alianza Nacional para la Moral y, más recientemente, en A Favor de lo Mejor, grupo impulsado por el empresario Lorenzo Servitje, de Bimbo.

La presencia pública de la orden en acciones político religiosas ha sido más visible en los últimos años, debido a la llegada de la derecha al poder, especialmente en el periodo de Calderón, quien el 16 de agosto de 2007, al igual que George Bush, envió un mensaje de felicitación a los Caballeros en su 125 convención anual en Nashville, Estados Unidos.

Por su parte, el 19 de enero de 2009, durante el Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en la ciudad de México, los Caballeros, junto con los Legionarios de Cristo y otros grupos conservadores, acudieron a vitorear al Papa y a escuchar un discurso de Calderón abundante en referencias religiosas.

Desde luego, la afinidad entre la derecha política y los Caballeros de Colón es tradicional y en poblados donde ha tenido arraigo el activismo católico, como Tepatitlán, en Los Altos de Jalisco, y ciudades como Guanajuato, todavía es visible la presencia de los Caballeros de Colón, que a su vez simpatizan con los gobiernos panistas, con los que han ido de la mano en proyectos ideológicos.

Por ejemplo, en 1995, en el panteón municipal de San Jorge, en Monterrey, dirigentes de los Caballeros de Colón, junto con funcionarios panistas, inauguraban un monumento al feto, como parte de un activismo antiabortista donde el PAN y dicha orden siempre han ido de la mano.

Desde la década de 1990, con la llegada del PAN al poder en estados y municipios, también llegaron al poder miembros de los Caballeros y de otros grupos conservadores, como Felipe González, exgobernador de Aguascalientes.

El concubinato ideológico del PAN con los Caballeros y otros grupos conservadores puede apreciarse en casos como el de Gerardo Mendoza Verástegui, representante de los Caballeros en Veracruz: enemigo del aborto, defensor de los curas pederastas, partidario de los jerarcas católicos y del partido blanquiazul.

Grupos como los Caballeros de Colón son enemigos de una sociedad libre y moderna, dado que fomentan la agresión contra los disidentes religiosos, sirven a los intereses derechistas, y se oponen al Estado laico y a derechos como el aborto, el ejercicio libre de la sexualidad, y la libertad para creer o no en determinada religión.

Esas huestes conservadoras actúan con la complicidad de las fuerzas de seguridad del gobierno federal y de los medios de comunicación oficialistas, mientras que, hoy en día, quienes defienden el Estado laico y la libertad de conciencia, cuentan para hacerlo sólo con su iniciativa, su valor y la confianza de que la sociedad sabrá defender sus propias libertades, nacidas de la lucha de Juárez y de otros próceres contra la hegemonía clerical.

Activismo internacional contra el Estado laico

El Arzobispado de México, los Caballeros de Colón y grupos provenientes de otros países han sumado esfuerzos contra el Estado laico, buscando reformar la Constitución para otorgar mayores prerrogativas al clero, con la bandera de la “libertad religiosa”.

Del 25 al 26 de septiembre de 2009, los Caballeros de Colón patrocinaron un simposio internacional en la ciudad de México con esos objetivos, y bajo los auspicios del Arzobispado y de la Fundación Becket pro-Libertad Religiosa.

Esa Fundación, con sede en Washington, hace referencia a Thomas Becket (1118-1170), quien fue arzobispo de Canterbury desde 1162 hasta su muerte, y a quien la iglesia venera porque se enfrentó al rey Enrique II de Inglaterra para defender los privilegios del clero.

Para dicho simposio se anunció la participación, entre otros, de Carl Anderson, “caballero supremo de los Caballeros de Colón”, y de Kevin J Hasson, fundador y presidente de la Fundación Becket.

Por parte de México, los conferencistas anunciados fueron gente de conocida vinculación con el activismo católico, como Jorge Traslosheros Hernández, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Rodrigo Guerra, así como Jorge Adame Goddard, este último de la UNAM y de la Universidad Panamericana, perteneciente al Opus Dei.

Cabe recordar que en 2008, tanto Traslosheros como Adame Goddard y Rodrigo Guerra se contaron entre los principales promotores de encarcelar a las mujeres que abortan, derogando la legalización del aborto en la ciudad de México (como consta en el libro La vida ante la Corte, editado ese año por el ultraderechista grupo Enlace).

Asimismo, el 28 de noviembre de 2009, los Caballeros de Colón, junto con la Arquidiócesis de México organizaron un “maratón de confesiones” para recibir el perdón de pecados “reservados” a la jurisdicción eclesial del obispo, tales como el aborto. Pero, hasta donde se sabe, esas instancias no han organizado un servicio similar para confesar a los muchos curas abusadores o pederastas pues desde su óptica, seguramente ellos no lo necesitan.

FUENTE: CONTRALÍNEA 176 / 4 DE ABRIL DE 2010