La tendencia general
Fracasa nuevo intento de Erdogan por arrastrar la OTAN a la guerra contra Siria
Por Ghaleb Kandil
El incidente fronterizo entre Turquía y Siria ocupó el escenario internacional durante los últimos días e inquietó a las grandes capitales. Después de haber hecho resonar los tambores de la guerra, el gobierno del primer ministro turco Recep Tayyib Erdogan dio marcha atrás y matizó sus declaraciones al asegurar que Turquía no quiere una guerra con Siria.
A pesar de no haberse determinado con exactitud el origen del obús que cayó en la aldea turca de Akcakal, Ankara alzó inmediatamente el tono y profirió amenazas. Esta escalada turca coincidió con el aumento de los indicios del fracaso de los Contras en sus ataques a Alepo, en quienes los dirigentes turcos habían depositado sus esperanzas de asestar un golpe decisivo al Estado sirio. Pero las realidades han demostrado en el terreno que el ejército sirio ha retomado la iniciativa en todos los frentes y que se prepara para aplastar a los rebeldes en más de una región.
Los mortíferos atentados terroristas perpetrados en Alepo fueron una reacción desesperada. Los expertos subrayan que se trató de acciones sin objetivos precisos y no vinculadas a ningún plan militar específico. Las informaciones y testimonios indican que los Contras están cansados, desorganizados y que carecen de una cadena de mando definida. Tienen además la moral por el suelo, están carentes de municiones y sus líneas de aprovisionamiento se han convertido en verdaderos caminos de la muerte, constantemente bombardeados por el ejército sirio.
Las amenazas de Turquía tenían como objetivo elevar la moral de los Contras, ya extenuados y desamparados. Pero de nada servirán ya que el pueblo sirio, unido alrededor de su dirección y de su ejército, parece más decidido que nunca a enfrentar el complot tendiente a destruir su país. Algunos de los comités de coordinación que dirigieron las protestas al principio de los acontecimientos están llamando incluso a deponer las armas y a seguir la vía de la lucha pacífica.
Los intentos de Erdogan por arrastrar la OTAN a la guerra para invadir Siria han fracasado. Como ya sucedió cuando la defensa antiaérea siria abatió un avión turco de combate, el comunicado de la OTAN sobre el nuevo incidente exhorta a un arreglo pacífico de la crisis e invita a ambas partes a mantener la calma. Y para acabar de decepcionar a Erdogan, el Consejo de Seguridad de la ONU se vio obligado a condenar los atentados terroristas perpetrados en la Plaza Saadallah Jabiri, en Alepo.
Después de todos estos reveses, el primer ministro turco comienza a mirar con sospecha a los países europeos que han decidido reabrir sus representaciones diplomáticas en Damasco. Erdogan sabe que, ante la derrota, los europeos siempre tienden a tratar de salvar lo que se pueda y a limitar los daños, sin preocuparse por aquellos a quienes ellos mismos empujaron anteriormente a meterse en camisa de once varas. Por otro lado, Erdogan está teniendo que enfrentar la polémica que se ha desatado en su propio país a causa del exorbitante costo de la implicación de Turquía en el complot contra Siria.
Mientras asistíamos a las vacilaciones turcas, Siria anunció su disposición a enfrentar cualquier acto que transgreda su soberanía. Y el embajador sirio ante la ONU, Bachar al-Jaafari, declaró que Siria no ha ofrecido excusas y que jamás las ofrecerá a Turquía por el incidente de Akcakal. Lo que hizo Damasco, precisó el diplomático sirio, fue presentar sus sinceras condolencias al pueblo turco y abrir una investigación para aclarar el incidente.
Las presiones, las tensiones y los incidentes registrados en la frontera sirio-turca podrían durar por largo tiempo. Erdogan pudiera verse tentado a desatar una agresión contra Siria. Pero le costaría muy caro en un momento en que sus padrinos occidentales y atlantistas están buscando precisamente cómo salir del atolladero al que los han conducido sus políticas quiméricas y apresuradas.
Declaraciones y posiciones
Michel Sleiman, presidente de la República libanesa
«Siria no está tratando de sembrar la confusión en Líbano, apenas está logrando resolver sus propios problemas. Para impedir que la crisis siria tenga consecuencias en el Líbano, tenemos que mantenernos neutrales. Ya que nosotros no permitimos que el Líbano sea un centro de dirección de las operaciones en Siria, las fuerzas sirias deben dejar de enviar armas al Líbano y de infiltrarse a través de nuestras fronteras.»
Nabih Berry, presidente del Parlamento libanés
«El 14 de Marzo trata con el presidente y trata el diálogo nacional de manera insultante. Es inaceptable que decidan su participación en el diálogo nacional con sólo unos días de antelación. Rechazaré que envíen un representante al diálogo nacional. Es inaceptable que ese diálogo dependa de la buena voluntad del 14 de Marzo.»
Ramadan Abdallah Challah, secretario general de la Yihad Islámica en Palestina
«Lo que está pasando en Siria hace sangrar nuestros corazones, pero cualquiera que observe ese derramamiento de sangre puede darse cuenta de que la vía militar está cerrada, en cualquier dirección que sea. No existe otra salida que no sea una solución política que detenga el derramamiento de sangre y que satisfaga los reclamos y las aspiraciones del pueblo sirio a la libertad, a la dignidad y a la preservación de la unidad de Siria, de su territorio y de su pueblo, y que garantice la continuación de su respaldo a la resistencia palestina. En cuanto a la continuación del asedio contra Gaza, el cierre de la terminal de Rafah y el sufrimiento del pueblo palestino en Gaza, ello depende del hermano Egipto y, por desgracia, la situación [actual] no es mejor que antes de la revolución, incluso es peor o más difícil en ciertos aspectos. Sí, es posible el entendimiento para una tregua en Palestina, pero si esa tregua es gratuita e ilimitada se convierte en un estado de hecho, cosa peligrosa para la resistencia y para la causa, y todos estamos llamados, de manera responsable, a revisar esa política.»
Cheikh Naim Kassem, secretario general adjunto del Hezbollah
«La Resistencia ha impedido la guerra en el Líbano y sus armas se mantendrán en alto para defender el Líbano ante Israel, a pesar de los que aúllan. Lo que ha hecho la Resistencia no puede ser eliminado por unas cuantas voces al servicio del proyecto israelí. Seguiremos equipándonos y preparándonos a pesar de las dificultades. Esta Resistencia es un componente islámico y nacional, no un fenómeno efímero. Quienes rechazan las armas no quieren que haya Resistencia. Quieren que se mantenga Israel y que se mantenga con él la influencia estadounidense en la región.»
Boutros Harb, diputado libanés (14 de Marzo)
«Es triste ver que el general Aoun sólo sabe quejarse, insultar y acusar a todo el que no obedece sus órdenes, sin dar nunca el menor crédito a las realizaciones de sus adversarios. Por el contrario, cierra totalmente los ojos ante cada fracaso evidente que sufre el país desde que él y sus aliados están al mando, desde que necesitamos cada día más máscaras para soportar el olor de la corrupción y de las apestosas maniobras de sus ministros, sobre todo las de los más cercanos a él…»
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