Buenas noches.
Hoy Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios mas cercanos, emprendemos un importante primer paso hacia una solución integral que se haga cargo de nuestras preocupaciones relativas al programa nuclear de la República Islámica de Irán.
Desde que me incorporé al cargo, he dejado clara mi determinación de evitar que Irán obtenga una arma nuclear. Como he dicho muchas veces, mi preferencia más fuerte es resolver este asunto pacíficamente y he extendido la mano de la diplomacia. Sin embargo durante muchos años Irán ha seguido sin estar dispuesto a cumplir sus obligaciones con la comunidad internacional. Por lo que mi administración ha trabajado con el Congreso, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y países de todo el mundo para imponer sanciones sin precedentes al gobierno iraní.
Estas sanciones han tenido un efecto sustantivo en la economía iraní, y con la elección de un nuevo presidente en Irán a comienzos de este año, se produjo una apertura para la diplomacia. Hablé personalmente con el presidente Rouhani de Irán a principios del otoño. El secretario Kerry se ha reunido varias veces con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán. Hemos intentado realizar una diplomacia intensa, bilateral con los iraníes y junto con nuestros socios del P5+1: el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, así como la Unión Europea.
Hoy, esta diplomacia ha abierto un nuevo camino hacia un mundo más seguro, un futuro en el que podamos verificar que el programa nuclear de Irán es pacífico y que no puede construir un arma nuclear.
Aunque el anuncio de hoy es solamente un primer paso, es un gran logro. Por primera vez en casi una década, hemos paralizado el progreso del programa nuclear de Irán y partes clave de este programa desaparecerán. Irán se ha comprometido a dejar de crear ciertos niveles de enriquecimiento y a neutralizar partes de sus arsenales. Irán no puede utilizar centrifugadores de próxima generación, que se utilizan para enriquecer uranio. Irán no puede instalar o iniciar nuevos centrifugadores, y su producción de centrifugadores será limitada. Irán dejará de trabajar en su reactor de plutonio. Nuevas inspecciones proporcionarán amplio acceso a las instalaciones nucleares de Irán y permitirán a la comunidad internacional verificar si Irán está cumpliendo sus compromisos.
Estas son limitaciones importantes que ayudarán a evitar que Irán construya un arma nuclear. Simplemente, cortan el camino de Irán hacia las vías más probables de acceder a una bomba. Mientras tanto, este primer paso nos dará tiempo y espacio en los próximos seis meses para más negociaciones que abarquen todas nuestras preocupaciones sobre el programa iraní, y debido a este acuerdo, Irán no puede utilizar las negociaciones como tapadera para hacer avanzar su programa.
Por nuestra parte, Estados Unidos y nuestros amigos y aliados han acordado proporcionar a Irán un alivio modesto, al tiempo que continuamos aplicando nuestras sanciones más firmes. Nos abstendremos de imponer nuevas sanciones y permitiremos al gobierno iraní acceso a una porción de los beneficios que se le han denegado por medio de las sanciones. Aunque la amplia arquitectura de las sanciones continuará en vigor y continuaremos haciéndolas cumplir vigorosamente. Y si Irán no cumple plenamente sus obligaciones durante esta fase de 6 meses, eliminaremos el alivio y aumentaremos la presión.
Durante los próximos seis meses trabajaremos para negociar una solución integral. Enfocamos estas negociaciones desde un punto de vista básico: Irán, como cualquier otro país, debe tener acceso al uso pacífico de la energía nuclear. Sin embargo debido a su historial de violación de sus obligaciones, Irán debe aceptar limitaciones estrictas sobre su programa nuclear que hacen imposible que desarrolle un arma nuclear.
En estas negociaciones, no se podrá acordar nada a menos que se esté de acuerdo en todo. La carga recae sobre Irán para probarle al mundo que su programa nuclear será exclusivamente para propósitos pacíficos.
Si Irán aprovecha esta oportunidad, el pueblo iraní se beneficiará de reintegrarse a la comunidad internacional, y podremos empezar a deshacernos poco a poco de la desconfianza entre nuestros dos países. Esto proporcionaría a Irán una vía digna para forjar un nuevo comienzo con un mundo amplio y ello basado en el respeto mutuo. Si, de otro modo, Irán rehusara, se enfrentaría a mayores presión y aislamiento.
Durante los últimos años pasados, el Congreso ha sido un socio clave en la imposición de sanciones al gobierno iraní, y el esfuerzo bipartidista ha hecho posible el progreso que se ha logrado hoy. En adelante, continuaremos trabajando estrechamente con el Congreso. Sin embargo, ahora no es el momento para imponer nuevas sanciones, pues ello desharía este prometedor primer paso, nos alienaría frente a nuestros aliados y arriesgaría la desintegración de la coalición que ha hecho posible la aplicación de nuestras sanciones en primera instancia.
La unidad internacional se ha demostrado hoy. El mundo se ha unido para apoyar nuestra determinación de evitar que Irán desarrolle un arma nuclear. Irán debe saber que la seguridad y la prosperidad nunca se lograrán al intentar obtener armas nucleares, sino por medio de acuerdos plenamente verificables que hagan que sea imposible para Irán intentar obtener armas nucleares.
En adelante, la determinación de Estados Unidos continuara firme así como nuestros compromisos con nuestros amigos y aliados, particularmente con Israel y nuestros socios en el Golfo, que tienen sus razones para ser escépticos sobre las intenciones de Irán.
En última instancia, solamente la diplomacia puede lograr una solución duradera al desafío que presenta el programa nuclear de Irán. Como presidente y comandante en jefe haré lo que sea necesario para evitar que Irán obtenga un arma nuclear, pero tengo una profunda responsabilidad de intentar resolver nuestras diferencias pacíficamente, en lugar de acelerar hacia un conflicto. Hoy tenemos una verdadera oportunidad de lograr un acuerdo integral y pacifico, y considero que debemos probarlo.
El primer paso que hemos dado hoy marca el progreso más significativo y tangible que hayamos hecho con Irán desde que me incorporé al cargo. Ahora debemos utilizar los meses próximos para intentar lograr un acuerdo duradero e integral que resuelva un asunto que ha amenazado nuestra seguridad y la de nuestros aliados durante décadas. No será fácil, y tenemos por delante enormes desafíos, pero con una diplomacia fuerte y de principios, los Estados Unidos de América haremos nuestra parte en nombre del mundo para lograr mayor paz, seguridad y cooperación entre las naciones.
Muchas gracias.
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