Que Alvarez Rodrich no da puntada sin nudo, todos lo sabemos, como sabemos también, que fujimorista confeso (era de verlo en la Hora N), esperó la hora nona para abandonar el barco cuando el naufragio del dictador era visible aún para los ciegos. Previsor de su destino personal siempre ha sabido caer bien parado. No extraña por ello, que en reciente crónica “Papelón del fujimorismo” (La República 17 MAR 2017), haya entrado -sin mencionarlo- en reñida competencia con Hugo Ñopo (GRADE), en procura de ocupar un lugar más expectaticio a ojos vista de Jaime Saavedra (defenestrado exMinistro de Educación), novísimo pero cantado mandamás del área de educación en ese nuevo Ministerio de Colonias que es el Banco Mundial. Y, como quiera que la situación pudiera tornarse dura, luego del desdoroso papel que jugara como apropinado oblicuo de Odebrecht, curándose en salud se ha lanzado a explorar los fértiles campos en los que pueda caer. Aún cuando para ello, haya que matar no sólo a la verdad, sino también al sentido del ridículo y a la sana lógica.
Así, mientras para Hugo Ñopo, abstracción hecha de los múltiples contratos que como directivo GRADE ha suscrito con el Banco Mundial, Jaime Saavedra es nada menos que “un ministro de clase mundial”, para Alvarez Rodrich, luchando por no quedarse atrás en el ditirambo, la defenestración del citado Saavedra y su posterior nombramiento como máxima autoridad educativa del Banco Mundial, se parece a los eventos que en 1980 frustraron el nombramiento de Javier Pérez de Cuéllar como embajador en Brasil por parte del Congreso de ese tiempo, para luego ser reconocido como máxima autoridad administrativa de las Naciones Unidas. Imaginamos que por muy diplomático que fuese, JPC sonreiría comprensivo de la verdadera naturaleza de tal comparación.
Y sería bueno, que en lugar de cruzar alfilerazos, los bien aprovisionados Cronistas de Indias estudiasen la mejor forma de ayudar a quien pretenden sea su futuro empleador. Porque la tienen difícil. Digan sino cómo harán para explicar, cómo así, los países con mayor desarrollo educativo en el mundo (China, Cuba), son los países que están precisamente en las antípodas de los dictados imperiales del Banco Mundial. Y no serán vacuos estudios promocionados por el BM como el de Profesores Excelentes, Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe los que lograrán mezquinar el hecho irrefutable: “ningún sistema escolar latinoamericano, con la posible excepción de Cuba, tiene parámetros mundiales” (cursivas mías). Así que “posible excepción” ¿no?. Resulta sin embargo, que la “posible excepción” viene siendo confirmada por cuanto estudio serio de evaluación educativa ha sido hecho en el mundo. Citemos para el caso lo que nos dice el Primer Estudio Regional Comparativo Explicativo, elaborado por la UNESCO y dado a conocer en 1998:
– Respecto a Cuba: “…los resultados evidenciaron diferencias entre los países…Cuba se destaca significativamente entre los países de la región”; “…[los] resultados muestran que, con la excepción significativa de Cuba, no se aprecian grandes diferencias de rendimiento entre los países. La mediana de Cuba se encuentra consistentemente a casi dos desviaciones estándar de la Media Regional”.
– Respecto a Perú: “La información correspondiente a Perú…no se presenta aquí, en virtud…[a que] las autoridades peruanas no han autorizado su publicación”.
Claro, él lo había dicho que “no era ningún caído del palto”. Eran también los tiempos que AAR era un cruzado conspicuo del liberalismo fujimorista.
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