Para el 2017 la presión tributaria representaría el 12.5 % del Producto Bruto Interno (PBI), debido a que Perú ya no crece como antes (el 2017 sería menos del 3 %), a la elevada evasión tributaria (una de las más altas de Indoamérica o América Latina) y a las medidas adoptadas por el gobierno para reactivar la economía.
Entre las medidas tributarias aprobadas por el gobierno que han contribuido a la caída de la recaudación tenemos: la creación del Régimen MYPE Tributario, por el cual la misma SUNAT trasladó de oficio a muchas empresas que estaban en el régimen general a este régimen.
Otra medida, es la creación del IGV Justo, propuesta por la bancada fujimorista y aprobada por el Congreso, por el cual se posterga el pago del IGV.
La desaceleración económica -no crecimiento- viene desde el gobierno de Humala (2013 hasta el 28-7-16) y continúa con Kuczynski (28-7-16/31-12-17).
Otro motivo de la caída es la devolución del IGV por la Recuperación Anticipada del IGV en aplicación del Decreto Legislativo Nº 973, menor inversión pública y privada y porque el país está paralizado económicamente.
Esta situación económica se agravó con los desastres ocasionadas por el Niño Costero.
¿Qué hacer?
Teniendo en cuenta este sombrío panorama, deberán adoptarse las siguientes medidas correctivas:
• SUNAT debe reducir la evasión tributaria que representa el 50 % del total recaudado, para lo cual debe implementar operativos de Verificación de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias; realizar fiscalizaciones integrales a las grandes empresas, grupos corporativos y transnacionales, pues muchas no declaran todos sus ingresos; fiscalizar a los centros educativos particulares y clubes privados, que si bien es cierto están exonerados de impuestos, realizan operaciones comerciales: alquiler de sus locales, canchas de fulbito y de fútbol, clases de natación, etc., que sí están afectas al impuesto a la renta y al IGV; como SUNAT no fiscaliza a las microempresas que están en el RUS y en el RER, por no ser de interés fiscal, debe crear mecanismos de control como el suministro de energía eléctrica, consumo telefónico, etc.
• Eliminar las excesivas exoneraciones tributarias, entre otras:
– Las operaciones de los bancos e instituciones financieras están exoneradas del IGV.
– Los Centros Educativos Particulares, desde inicial hasta las universidades, sus pensiones y cuotas de ingresos, están exonerados del IGV e Impuesto a la Renta, cuando sabemos que la educación privada es un negocio rentable y lucrativo.
– Las cuotas de ingresos y cuotas de mantenimiento de los clubes privados están exonerados del IGV y del Impuesto a la Renta.
Los neoliberales “criollos” proponen eliminar todas las exoneraciones, incluidas las exoneraciones en zona de frontera y en la Selva. Al respecto, las exoneraciones en la zona de frontera no deben eliminarse, porque beneficiaríamos a nuestro vecino, donde también están exoneradas de impuestos todas sus actividades económicas. La eliminación de las exoneraciones de la Selva tampoco es conveniente, porque ningún gobierno ha logrado romper su aislamiento económico.
• Elevar las tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que se aplica a los cigarrillos, con la finalidad de reducir su consumo y sus nefastas consecuencias para la salud. La elevación de las tasas del ISC permitirá aumentar los ingresos del gobierno central, sin efectos adversos en la economía, para destinarlo al sector salud. Educación y Salud han sido descuidados por todos los gobiernos.
• Creación del Impuesto Ecológico, que pagarán las empresas que afectan el medio ambiente. La recaudación de este impuesto se utilizaría para prevenir y atender desastres naturales y contingencias ambientales.
• Evaluar la posibilidad de crear el impuesto a la comida chatarra, teniendo en cuenta el crecimiento acelerado de la obesidad en nuestro país. La recaudación de este impuesto se destinaría también al sector Salud.
Los gobiernos de Fujimori, Toledo, García, Humala y Kuczynski, perdieron la oportunidad de implementar una Reforma Tributaria Integral: donde todos paguen tributos pero de acuerdo a su capacidad económica; que se aplique más impuestos directos y menos impuestos indirectos; que se diseñe un sistema tributario sencillo que sea entendido por todos.
La Reforma Tributaria Integral, debió implementarse cuando crecíamos económicamente (época de las “vacas gordas”).
Desde el gobierno de Fujimori a la fecha se viene exigiendo la implementación de una Reforma Tributaria Integral, con la finalidad de tener un sistema tributario nacional más justo y equitativo, en reemplazo del actual sistema tributario nacional que es injusto y nada equitativo.
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