En aplicación de la ley sobre el islam adoptada en febrero de 2015, el ministro del Interior (a la derecha en la foto) de Austria procedió al cierre de 7 mezquitas y la expulsión de 40 imams (hay 260 en todo el país).
Las autoridades austriacas reprochan a los imams la organización de una ceremonia con niños en uniforme militar, lo cual constituye una violación de los límites culturales que la ley impone a la actividad de los líderes religiosos.
Los imams expulsados son miembros de los «Lobos Grises», que constituyen la rama paramilitar del Partido de Acción Nacionalista (MHP, Milliyetci Hareket Partisi) de Turquía.
Los Lobos Grises son una organización supremacista turca vinculada a la OTAN.
En 1981, el número 2 de los Lobos Grises, Mehmet Ali Agca, trató de asesinar al papa Juan Pablo II en lo que fue un intento de poner fin a Ostpolitik (Política de Apertura al Este) del cardenal Casaroli, secretario de Estado del Vaticano.
Los Lobos Grises fueron juzgados e ilegalizados como autores de un intento de golpe de Estado y han sido reconocidos culpables de 694 asesinatos, entre los que figuran la masacre de la Plaza Taksim (1977) y la masacre perpetrada en Kahramanmarash (1978). Pero luego fueron reformados.
Durante la agresión contra Siria, los Lobos Grises dirigieron la Brigada Sultán Abdulhamid, conformada por las principales milicias turcomanas. Con apoyo de los servicios secretos turcos, los Lobos Grises recibieron entrenamiento militar en la base de Bayir-Bucak. En noviembre de 2015, fue uno de sus jefes, el turco-sirio Alparslan Celik, quien ordenó el asesinato de un piloto militar ruso.
Los Lobos Grises tienen su cuartel general europeo en Francfort (Alemania).
El gobierno turco afirmó que la decisión de Austria es una muestra de islamofobia. Turquía paga los salarios de todos los imams expulsados.
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