Las conversaciones ruso-estadounidenses en Ginebra han resultado muy breves. La subsecretaria de Estado Wendy Sherman (ver foto), jefa de la delegación de Estados Unidos, estaba autorizada por el presidente Joe Biden a abordar únicamente el despliegue de misiles estadounidenses en Ucrania y la presencia de tropas rusas en la frontera ruso-ucraniana.
Rusia había enviado a Serguei Riabkov, viceministro de Exteriores, para conversar sobre la proposición rusa de tratado bilateral (Rusia-Estados Unidos) sobre garantías de paz [1], recientemente publicada por Moscú.
El objetivo de la propuesta rusa es establecer el estricto respeto de la Carta de la ONU por parte de Rusia y de Estados Unidos así como el respeto de ambas partes por la palabra dada, lo cual implicaría, entre otras consecuencias, una transformación de la OTAN o su disolución [2].
Mientras tanto, en Washington, la Cámara de Representantes debatía un proyecto de ley que garantizaría la autonomía de Ucrania fortaleciéndola militarmente (Guaranteeing Ukrainian Autonomy by Reinforcing its Defense Act – GUARD). Este proyecto de ley incluye la reimposición de sanciones estadounidenses contra las firmas alemanas que participan en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, subvencionar el ejército ucraniano con 200 millones de dólares más e incluir al presidente ruso Vladimir Putin en la lista estadounidense de personas que apoyan el terrorismo.
Por su parte, el senado estadounidense inició la discusión de otro texto que proclamaría el derecho de la OTAN a extenderse infinitamente.
[1] “Draft Treaty betweeen the USA and Russia on Security Guarantees”, Voltaire Network, 17 de diciembre de 2021.
[2] «Rusia quiere obligar Estados Unidos a respetar la Carta de la ONU», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 4 de enero de 2022.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter