Se realizó en Bolivia la XIII Cumbre Iberoamericana de presidentes y jefes de gobierno, en la que se ratificó la voluntad de estos para acabar con la pobreza. El país anfitrión logró asimismo un importante voto de apoyo y solidaridad de los gobiernos asistentes. Pero quien mejor capitalizó los logros de esta reunión fue Evo Morales. No sólo organizó un encuentro alternativo cuya importancia en cierto modo opacó a la Cumbre, sino que recibió un importante espaldarazo político de algunos de los presidentes asistentes a la cita.
Entre el 14 y 15 de noviembre, se llevó a cabo en Santa Cruz de la Sierra (segunda ciudad en importancia de Bolivia), la XIII Cumbre Iberoamericana, en la que Presidentes y Jefes de Gobierno firmaron la Declaración de Santa Cruz de la Sierra. Este documento ratificó la posición de los mandatarios respecto a que la inclusión social es el tema central para el desarrollo de la región y que la pobreza extrema es la causa madre para la desestabilización de la democracia.
En otro de los 45 puntos de la Declaración, asumieron el deber de encarar y resolver, de manera eficaz, justa y duradera, el problema de la deuda externa. En ese sentido, acordaron pedir al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrolloque trabajen más efectivamente en la solución de las crisis financieras que sufren algunos países latinoamericanos y desarrollen modos para "aliviar" la carga insostenible de la deuda. Piden también que se explore la posibilidad de adoptar estrategias para convertir la deuda externa en inversión para la educación, ciencia y tecnología.
El país anfitrión y su presidente, Carlos Mesa, recibieron también el apoyo y la solidaridad de los invitados a la Cumbre. Como se sabe, el pasado mes de octubre Bolivia vivió uno de sus momentos más trágicos de su vida democrática, cuando la violenta actitud represora de su ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada acabó con la vida de más de 80 personas y ocasionó la interrupción de su mandato. Por todo lo ocurrido, los presidentes iberoamericanos se comprometieron a encontrar apoyos específicos al gobierno boliviano y a la democracia.
EEUU y el ALCA
Uno de los rasgos importantes de la Cumbre fue el rechazo unánime de los presidentes latinoamericanos hacia los excesos del poder norteamericano manifestados en el bloqueo a Cuba o su negativa a someterse al Tribunal Penal Internacional. Pese a los buenos oficios de "cancilleres" del régimen Bush, como el presidente español José María Aznar, quienes intentaron suavizar, cuando no cambiar esa posición, los presidentes se manifestaron en contra de la ley Helms-Burton, pidieron una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para que opere de una manera democrática, eficaz y transparente.
Sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) los presidentes Nestor Kirchner (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Ricardo Lagos (Chile) y Vicente Fox (México) se reunieron a parte a fin de definir posiciones. En declaraciones a la prensa internacional dijeron estar a favor de seguir adelante con las negociaciones del ALCA, aunque en condiciones más flexibles y favorables a los países pequeños.Esta última posición, pese a no haber un pronunciamiento específico sobre el tema, es la dominante en la Declaración, o por lo menos así lo sugiere cuando los presidentes advierten que el descenso de los precios de los productos básicos de exportación y las barreras comerciales, como los subsidios, distorsionan el comercio. O cuando reiteran la importancia del acceso de las exportaciones de los países en desarrollo a todos los mercados.
Aznar y la Secretaría Permanente
Otro acuerdo al que llegaron los presidentes durante la Cumbre fue la creación de la Secretaría Permanente de la Cumbre, entidad que parece quitarle el sueño a José María Aznar desde que la propusiera en 1998, durante la realización de la VIII Cumbre Iberoamericana. Esta Secretaría tiene como finalidad dar el paso decisivo que lleve a la Cumbre a instituirse en una Comunidad Iberoamericana.
No fue fácil sin embargo para Aznar alcanzar este logro ya que desde un inicio encontraba resistencia en algunos de los presidentes de la Cumbre, en especial los de Argentina, Venezuela y Cuba. Pero a fuerza de diplomacia, como él mismo se ha empeñado luego en afirmarlo, pudo conseguir la anhelada unanimidad para la creación de la Secretaría. La victoria de Aznar, de todos modos, no fue total. El presidente español tenía la esperanza de que esta Secretaría, además de tener sede en España tenga un director español, situación que no fue bien vista en el seno de la Cumbre por temor a que eso propicie un excesivo centralismo ibérico en relación a la Cumbre.
Debido a esas susceptibilidades y a la ausencia de un real convencimiento en torno a la propuesta de Aznar fue que la aprobación tuvo un caracter casi de descargo. Los presidentes votaron la creación, dejando para la próxima Cumbre, a realizarse en Costa Rica, la creación de sus estatutos y la definición de su director. Al mismo tiempo, como lo advirtió Carlos Mesa, esta institución no deberá tener un carácter de liderazgo sobre los países que conformen la Cumbre sino que será su portavoz.
La cumbre paralela
Es ya una costumbre mundial, cuando se realizan reuniones oficiales de alto nivel, que se lleven a cabo actividades alternativas organizadas por movimientos sociales. Bolivia no fue la excepción y, paralelamente a la Cumbre Iberoamericana, el Movimiento Al Socialismo (segunda fuerza política boliviana), liderizado por Evo Morales, organizó el Encuentro Social Alternativo. A diferencia de lo que sucede en otros países, esta reunión paralela no protagonizó movilizaciones en la calle ni intentó el sabotaje a la Cumbre, por el contrario, hubo entre ambas actividades una suerte de coexistencia pacífica con más de un guiño de cordialidad, como la participación del presidente Mesa en su inauguración.
El Encuentro Social Alternativo fue una instancia de discusión en la que la sociedad civil, a través de sus organizaciones, pudo expresar la visión de sociedad que desea construir. A este encuentro asistieron delegaciones de base de diversos países del mundo para discutir temas como: seguridad alimentaria, recursos naturales, hidrocarburos, derechos indígenas, tierra y territorio, impunidad, racismo, coca, inequidad de género, asamblea constituyente, análisis del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), Organización Mundial del Comercio (OMC), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), entre otros. Las conclusiones de las mesas de trabajo del Encuentro Social Alternativo fueron leídas ante los presidentes reunidos en la Cumbre, por un representante indígena de la Chiquitanía.
La clausura del Encuentro fue un momento histórico y muy emotivo. A las 20 mil personas que se reunieron para celebrar, luego de intensas sesiones de análisis y debate, se sumaron el vice presidente de Cuba, Carlos Lage (quien acudió en representación de Fidel Castro) y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. En medio de intensas aclamaciones del público presente, el ya legendario mandatario caribeño dio un extenso y encendido discurso que comenzó con esta delcaración: "Quiero decirles que los venezolanos amamos a todos los pueblos por igual, pero especialmente a Bolivia, porque lleva en su nombre el recuerdo de nuestro libertador, Simón Bolívar", en puntos salientes de su intervención se refirió a la posibilidad de llevar a cabo una revolución desde la democracia e invitó a Bolivia a seguir ese camino. También se pronunció a favor de que los bolivianos recuperen su salida al mar, perdida en 1879 en una guerra con Chile.
Evo, el ganador de la cumbre
La realización de este evento alternativo ha significado un paso más en la consolidación del MAS y de su líder Evo Morales, que el próximo año encararán las elecciones municipales, en las que esperan ganar varias alcaldías. El Encuentro Social Alternativo, le ha servido para llevar a la práctica una consigna que le estaba costando mucho desde que llegó al parlamento en agosto del 2002 : "pasar de la protesta a la propuesta".
Pero Evo Morales también supo capitalizar la XIII Cumbre Iberoamericana, logrando el espaldarazo de algunos presidentes invitados. En efecto, el que hasta hace poco fuera considerado por el oficialismo como un marginal y peligroso narcoterrorista, recibió una importante convalidación política de Lula, Chávez y Kirchner, quienes prácticamente le dieron la bienvenida a las altas esferas de la política internacional.
Luego de una reunión que el dirigente cocalero tuvo con los tres mandatarios, el presidente Kirchner, en declaraciones a la prensa internacional dijo : "es un hombre inteligente y tranquilo", y le ofreció todo su apoyo para el trabajo de formación de su proyecto político. Evo Morales, por su parte, reconoció haberse sentido como un hermano menor frente a Lula, con quien dice coincidir no sólo en ideas políticas, sino en su pasado "nuestros padres fueron analfabetos". Otra importante entrevista que tuvo Evo Morales fue con el Secretario de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
¿Vientos de cambio en América Latina?
Si bien todavía no puede decirse que la consigna "otra América Latina es posible" haya marcado la XIII Cumbre Iberoamericana (todavía estamos lejos de eso), las posiciones respecto a la hegemonía estadounidense, la deuda externa y los mercados internacionales anuncian atisbos de una voluntad de cambio regional.
Y si bien la apertura de los presidentes de la Cumbre hacia Evo Morales y su Encuentro Social Alternativo puede leerse como una lógica consecuencia del estado de ánimo posterior a la crisis de octubre, no se puede negar la voluntad de acercamiento, aunque ésta sea momentánea, existente entre la clase gobernante y la sociedad civil. Vientos de cambio soplan en América Latina, pero aún no se sabe en qué dirección van.
Chávez y Kirchner, los presidentes incómodos
Nestor Kirchner y Hugo Chávez fueron los presidentes que más dieron que hablar durante y después de la Cumbre, y no precisamente de manera positiva.
Hugo Chávez no sólo fue el invitado más esperado por los bolivianos y la estrella del Encuentro Social Alternativo, también se ha convertido en el motivo de enojo de Ricardo Lagos, a quien no le gustó en lo más mínimo que el venezolano se inmiscuya en un problema bilateral. El pecado de Chávez, a ojos de Lagos, fue haberse referido y apoyado las reivindicaciones marítimas bolivianas, cuando en el cierre del Encuentro Social Alternativo dijo que soñaba con bañarse en playas bolivianas.
Al enterarse de estas declaraciones, Lagos hizo volver a Chile para consultas a su embajador en Caracas, como una señal de molestia que ya fue precedida por tres cartas de protesta por anteriores declaraciones de Chávez en relación al tema marítimo, según informó la canciller chilena, Soledad Alvear, en declaraciones a la prensa. Hasta el momento el gobierno venezolano no se ha retractado de su apoyo a Bolivia en su reivindicación marítima. Consultado al respecto, el Canciller del gobierno bolivariano, Roy Chaderton, declaró que ese apoyo "no es solamente un planteamiento de Venezuela sino que a partir del año 1979 ese tema se convirtió en uno de los incluidos en la agenda de la Organización de Estados Americanos".
El de Chávez no fue el único "desaire" que recibió Lagos respecto al mar. Kofi Annan, durante una intervención en la Cumbre ofreció "sus buenos oficios" para la solución del problema marítimo, declaración que debió luego aclarar y explicar debidamente para aplacar las susceptibilidades del mandatario chileno.
Nestor Kirchner, por su parte, fue criticado por periodistas y políticos argentinos, por una supuesta actitud displicente respecto a la Cumbre y por su "excesiva" emoción ante el líder cocalero Evo Morales. El senador Eduardo Menem y el candidato López Murphy criticaron el hecho que Kirchner haya sido el último en llegar y el primero en retirarse de la Cumbre, y que haya preferido reunirse con Evo Morales y no con el presidente de Bolivia, Carlos Mesa.
Asimismo, el apoyo ofrecido al dirigente Morales mereció el siguiente comentario de López Murphy : "Yo no creo que la coalición de inserción de Argentina en el mundo sea con Hugo Chávez y Evo Morales. Si esa es la estrategia vamos mal".
Para el analista político argentino Rosendo Fraga, "el apoyo dado por Kirchner a la candidatura presidencial del líder cocalero muestra una actitud poco prudente, porque lo prioritario es consolidar la frágil posición de Mesa y porque Morales promueve un eje con Chávez y Fidel Castro, lo que puede generar una percepción de que Argentina se acerca a ese eje regional, frente al cual Lula ha mantenido prudente distancia".
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